El cambio climático, la gran preocupación de los jóvenes

• El 82 % de los jóvenes españoles han sufrido ecoansiedad en algún momento de su vida
• “Ellos ya han nacido en este clima de urgencia y entonces ven que va a ser el signo definitorio de su tiempo, de su vida y de sus expectativas vitales”

Niña planta un árbol joven en el suelo

La ecoansiedad está muy presente en las generaciones más jóvenes. Los adolescentes están muy concienciados, ellos perciben cómo “quienes tienen la capacidad ejecutiva para paliar el desastre, les están dejando un mundo donde vivir será cada vez más complicado”.

Un sentimiento generalizado y recogido en una encuentra realizada a más de 9000 jóvenes bajo el título, El futuro es el clima. Este estudio refleja la preocupación de los jóvenes sobre la crisis climática. “El 82% de los jóvenes españoles ha sufrido ecoansiedad alguna vez a lo largo de su vida o la está sufriendo en estos momentos. Es un nivel de preocupación muy superior, al menos en 20 puntos, a la de generaciones anteriores”.

La generación que mejor percibe esta crisis

El divulgador Andreu Escrivà asegura que para los jóvenes “es demasiada carga ponerles la etiqueta de la generación que salvará el planeta”. Sin embargo, es la generación más consciente de la gravedad del cambio climático debido a que su vida va a estar ligada a este fenómeno y a esta “degradación ambiental”. “Ellos ya han nacido en este clima de urgencia y entonces ven que va a ser el signo definitorio de su tiempo, su vida y sus expectativas vitales”.

No obstante, reconoce que no todos los adolescentes son así. “Las primeras veces que fui a un instituto, yo pensaba que iba a estar todo el mundo montando una manifestación. Y después ves que no”.

Lucía Hernández, una joven activista y un ejemplo a seguir

Lucia es una joven de 15 años que siempre se ha preocupado por el medio ambiente. “En mi casa siempre hemos reciclado, hemos ido recogiendo basura”. Sin embargo, no era consciente de la gravedad del problema hasta que escucho una conferencia de la profesora Jane Goodall. Ella le hizo cambiar y empezar a poner su granito de arena en esta lucha contra el cambio climático.

A los 14 años entró en el programa educativo Raíces y Brotes del instituto Jane Goodall. Allí ha desarrollado varias campañas, entre las que se encuentra: Movilizarse por la selva para reciclar móviles usados y darles una segunda vida y Un puesto de venta de libros solidario y sostenible.

Una adolescente que se encuentra dentro de ese 82 % de la población que sufre ecoansiedad. “Intentó gestionarlo. Pero, yo siempre digo que hay que tener esperanza y hay que tomárselo positivamente, si es que hay algún lado bueno. Todavía se puede hacer algo y debemos hacer algo”.

El libro como herramienta educativa

Anna Casals cree en el poder transformador de los cuentos, por ello la temática principal de sus obras es el medio ambiente. “Es muy importante y básico transmitir la conciencia medioambiental desde bien pequeñitos. Nosotros creemos que necesitamos literatura, necesitamos cuentos para que los niños, empaticen con todo lo que está pasando”.

Sus cuentos “entroncan con la tradición más ancestral del cuento” que tenía como hábitat natural espacios naturales. Los niños han aprendido a amar la naturaleza a través de la lectura y la intención es recuperar esa sensación y explicar los problemas actuales.

Quinta de los Molinos, un espacio abierto donde aprender de la naturaleza

En el barrio Salvador, en el distrito de Canillejas, se encuentra el parque Quinta de los Molinos. Un jardín de uso público donde se localiza un centro cultural. Este se caracteriza por una programación totalmente comprometida con el medio ambiente y la naturaleza.

Entre las múltiples actividades que realizan se encuentra el taller Con la miel en los labios. “Es una apuesta que ya hemos decidido apoyar de forma recurrente”. Beatriz de Torres, su directora artística, asegura que quieren convertirse en un espacio que apueste, apoye, difunda y ame las abejas. Asimismo, quieren mostrar el papel imprescindible que tienen en nuestro medio ambiente y en nuestra vida.

Otro de los proyectos a largo plazo es el espectáculo musical, Entre flores anda el juego, un espectáculo al aire libre. Enrique Cabrera asegura que es un desafío porque le interesa incorporar el espacio, ya sea arquitectónico o la naturaleza, dentro del propio espectáculo como un protagonista más.