¿Pescaremos mañana?, la resiliencia de la pesca artesanal, en duda
- El País Vasco ocupa el tercer lugar en capturas y número de pescadores, detrás de Galicia y Andalucía
- Según un sondeo, su flota pesquera está constituida por unos 200 barcos; . La mayoría de ellos, de bajura
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Según Naciones Unidas, los océanos sirven como la mayor fuente de proteínas del mundo. Más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. No obstante, está gravemente amenazado. Los océanos están sufriendo una acidificación de sus aguas y contaminación por plásticos.
Nuestros océanos
El exceso de carbono está calentando los océanos, modificando así su productividad primaria y la química. ¿Qué relación tiene este hecho con el desarrollo de la pesca? Pues que los cambios conllevan alteraciones en la distribución y composición de especies. Esto provocará que, para finales del siglo XXI, los stocks de especies que se explotan comercialmente en el País Vasco, como la anchoa, la caballa y el bonito del norte, se alejarán hacia los polos y migrarán hacia aguas más profundas y frías.
Pero esta no es la única amenaza, la sobrepesca ha hecho que, a día de hoy, las flotas pesqueras deben invertir cinco veces más esfuerzo para obtener el mismo volumen de capturas que hace medio siglo. Todo ello, ha hecho que, el futuro del sector en lugares como el País Vasco, sea incierto, especialmente, para aquellos que se dedican a las artes artesanales, con unos barcos con un máximo de 12 metros de eslora que les impide faenar con el mal tiempo. La mayor parte de la flota vasca, con 152 de las 200 embarcaciones totales, se dedican a la pesca de bajura.
Soluciones
A nivel europeo, desde Bruselas, ya hace años que se instauraron las cuotas de pesca. Estas cuotas son unas limitaciones del pescado a capturar. Por cada especie a pescar, España recibe una tope. Y puede decidir si se gestiona desde el mismo estado o delegar esa responsabilidad a las comunidades autónomas. En el caso del gobierno vasco, según nos explica el director de pesca y agricultura, Leandro Azcue, hay dos maneras de efectuar este control. Una de ellas es a través de topes individuales, cada barco tienen un máximo de peces que pescar. La otra opción consiste en poner un límite de días a salir a la mar, para evitar que faenen diariamente y asegurar un descanso a la especie. Y suelen ser las mismas cofradías, las que hacen estos repartos.
Pero parece que no hay suficiente con proteger los recursos a explotar para proteger el ecosistema marino. El Golfo de Vizcaya y la costa Ibero atlántica son zonas muy importantes para diferentes especies de fauna marina. En esta área habitan unas 25 especies de cetáceos y varias decenas de especies de aves marinas, muchas de ellas catalogadas como en peligro de extinción, vulnerables o amenazadas. Aquí se han declarado diez espacios marinos al amparo de la Red Natura 2000, impulsada a nivel europeo. Pero parece que esto no ha cambiado el estado de estas especies.