7 razones por las que perder las praderas de posidonia sería un desastre medioambiental

• La posidonia no es una planta acuática; de su conservación depende la salud del Mar Mediterráneo
• Adela Úcar viaja a Menorca, Reserva de Biosfera, para conocer su estado de salud
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A pesar de todos los esfuerzos, la posidonia oceánica se encuentra en regresión.

Si habéis pisado en alguna ocasión las playas de las Islas Baleares seguro que habréis percibido en la arena y en el agua algo que parece un alga muerta, de forma alargada y plana. Quizá os resulte incómodo colocar la toalla sobre ella o bañaros mientras roza vuestras piernas. Es Posidonia Oceanica. Y lo primero que debes saber sobre ella es que no es un alga, sino una planta acuática, y de su conservación depende la salud del Mar Mediterráneo y el equilibrio climático del planeta.

Vista aérea de las parderas de posidonia en Menorca. RTVE

Para entender su importancia y conocer su estado de conservación viajamos a Menorca, Reserva de Biosfera, donde se encuentran algunas de las praderas de posidonia más impresionantes y bien conservadas del Mediterráneo.

Biólogos, conservacionistas, ambientólogos, buceados e incluso vigilantes al timón de lanchas neumáticas velan a diario por su conservación. A pesar de todos los esfuerzos, la posidonia oceánica se encuentra en regresión, amenazada por la contaminación, el calentamiento climático, las especies invasoras, la pesca de arrastre, la construcción de diques y otras estructuras y el fondeo principalmente de lanchas de recreo.

La pérdida de las praderas de posidonia, tan características de los fondos marinos del Mediterráneo, supone un desastre medioambiental a varios niveles y con consecuencias a escala global.

Estas son algunas de las razones:

1. Una de las funciones más importantes y menos evidentes a nuestra vista, es que la posidonia es un sumidero de carbono. Su eficacia para capturar carbono de la atmósfera es incluso superior a la del Amazonas. Mitiga las emisiones antropogénicas y contribuye a la lucha contra el cambio climático.
2. Su pérdida supone un problema doble, ya que no sólo se pierden fuentes de captura de carbono, sino que al erosionarse la posidonia se convierte en fuente de dióxido de carbono, liberando el carbono que durante años o siglos ha permanecido secuestrado en sus sedimentos.
3. La salud y calidad del agua del Mediterráneo está directamente relacionada con la posidonia. Produce 20 litros de oxígeno al día por metro cuadrado de pradera por lo que cumple un papel fundamental como depuradora natural. Si a algo debemos el color y la claridad de las aguas de las Baleares que a tantos millones de personas al año atrae, es precisamente a la posidonia.
4. La posidonia juega un papel esencial en el desarrollo y el mantenimiento del equilibrio del sistema playa-duna. Sus rizomas (tallos subterráneos) fijan el sedimento, lo que evita que la arena del fondo sea arrastrada por las corrientes facilitando el asentamiento de colonias de fauna y flora.
5. Sus hojas disminuyen la velocidad de la corriente y forman estructuras que amortiguan la acción de las olas, por lo que protegen nuestras playas de la erosión del mar.
6. Además las arribazones de plantas desprendidas que llegan a las playas alimentan los arenales. El 75% de la arena de las playas de Baleares son fragmentos microscópicos de especies vinculadas a la propia posidonia.
7. Las paraderas son gracias a sus largos tallos el hábitat ideal para muchas especies que en ellas buscan un lugar de alimento, refugio o puesta, tanto para múltiples especies de peces, como crustáceos, cefalópodos y moluscos, por lo que su regresión supone una grave amenaza para la biodiversidad.

Una vez que conoces la relevancia de la Posidonia Oceánica, al encontrarte con ella sólo puedes asociarla a la salud del ecosistema. Lo mejor que puedes hacer es ¡ponerte las gafas de bucear y disfrutar de ella!