Manolo Tena: la prematura muerte de uno de los referentes de la 'Movida Madrileña'
- Murió por un cáncer de hígado que no quiso tratarse
- Tena, el poeta rebelde que compuso la banda sonora de una generación
- El documental que repasa su trayectoria, disponible gratis y online en RTVE Play
Manolo Tena, uno de los artistas referentes de la llamada ‘Movida Madrileña’ en la década de los 80, murió en abril de 2016 a consecuencia de un cáncer de hígado que no se quiso tratar. Falleció con 64 años, dejando un legado musical que ha trascendido a lo largo de las generaciones. Miembro de grupos como 'Cucharada' y 'Alarma' y autor de canciones míticas como Sangre española, Tocar madera, Frío, fue uno de los cantantes y compositores más aclamados de su época.
Reconoció sus adicciones
Después de pasar varios años alejado de la escena musical, cuando estrenó el que fue su último disco, Casualidades en 2015, reconoció sus adicciones en una entrevista para Diez Minutos: “Un adicto puede recuperarse, pero no curarse. La adicción es una enfermedad que te lleva a meterte, aunque sepas que te estás matando. Y yo tengo una enfermedad, soy un adicto en recuperación”. Después de pasar por clínicas de desintoxicación, centros de rehabilitación e incluso granjas de retiro, parecía haber alcanzado la serenidad en los últimos tiempos.
Su último concierto fue el 19 de marzo en el auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, apenas unas semanas antes de fallecer. Allí actuó sentado porque ya le faltaban las fuerzas y cuando llegó a Madrid, prácticamente se fue directo al hospital. “Estaba convencido de que lo iba a superar", decía su hermano Rafa en la agencia EFE.
No quiso tratarse en los hospitales
En esa misma entrevista, su hermano también contó algunos detalles de cómo afrontó el cáncer, y asegura que “no quería ni oír de hospitales o médicos”. Y así cumplió con su creencia. Le diagnosticaron el cáncer en diciembre y no ingresó en ningún centro sanitario hasta que ya no podía más, semanas antes de fallecer.
Tenía grabado en su piel unas letras japonesas en forma de tatuaje que significaban “sobrevivir”. Él no sobrevivió al cáncer, pero sí lo hizo a la ‘Movida Madrileña’ mientras se rodeaba de un ambiente de drogas y excesos. Muchos de sus amigos y compañeros de escenario no lo hicieron. Antonio Flores o Enrique Urquijo. “Para mí es como si estuvieran de viaje. Yo los siento conmigo”, decía en una entrevista para El Mundo.