Siguiendo los rastros de la naturaleza
- Leer la naturaleza a partir de los rastros de su fauna es una habilidad cada vez menos utilizada
- Evelyn Segura en este capítulo: localizar un gato montés gracias a sus indicios
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Evelyn Segura: convertirse en detective de la naturaleza
Me he convertido en detective sin dejar la biología. En una detective de la naturaleza. Durante unos días estuve buscando rastros de un gato montés por el cañón de Río Lobos y alrededores. Y por el camino encontré piñas roídas, musgo pisoteado, escodaduras de corzo, la carcasa de un ave... marcas que me indicaban que a mi alrededor había muchos más habitantes.
Seguir unos rastros es otra manera de entender la fauna. Te permiten conectar con ella y verla con unos ojos más salvajes. La rastreadora Luisa Abenza me ha ayudado en ese aprendizaje: huellas de arrendajo, excrementos de gineta… Me descubrió cómo se comunican distintas especies entre ellas, lo que ella llama el “whatsap de los animales”.
¿Para qué sirven los rastros?
Cojamos un ejemplo: unas huellas de tejón que hallé bajo un puente. Su huella es inconfundible, como es un excavador nato, suele marcar sus potentes garras para cavar, largas y curvas. Los pies y manos, es decir, las extremidades posteriores y anteriores, son muy distintas entre ellas. Y si nos fijamos en la serie, veremos que, a más velocidad, aumenta la distancia de avance y el pie queda por delante de la mano.
Pero insisto, los indicios que dejan los animales no solo son huellas; son excrementos, pelaje, marcas de uñas… Y nos ayudan a estudiar sus patrones de movimiento, las costumbres que tienen, qué tipo de alimentación siguen e incluso descubrir qué especies invasoras se mueven por esas zonas.
En los alrededores de mi casa vive una lechuza preciosa que me va dejando señales. De hecho, con las egagrópilas, las bolas que expulsa después de engullir su alimento, he sabido cómo va cambiando su dieta a lo largo del año. Me encerré en el laboratorio para mostrároslo en el capítulo “Rastros”.
Vivir en equilibrio con la naturaleza
“Rastros” es un capítulo que nos ayuda a ser conscientes de que formamos parte de un ecosistema que compartimos con otros animales. Al fin y al cabo, somos una especie animal más y nos tenemos que mover por los espacios naturales como lo haría nuestro instinto. Es como volver a los orígenes.