'El bueno, el feo y el malo': el poncho que Clint Eastwood compró en España y otras curiosidades
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Un clásico entre los clásicos de las películas del Oeste, aunque es más correcto decir de los spaguetti western. El bueno, el feo y el malo cierra la llamada 'trilogía del dólar' que Sergio Leone rodó con Clint Eastwood en España e Italia. La primera fue Por un puñado de dólares, rodada en 1964; la segunda, La muerte tenía un precio, rodada en 1965; y la tercera, El bueno, el feo y el malo, rodada en 1966. Las dos últimas tienen guion de Luciano Vincenzoni y Ennio Morricone hizo la banda sonora de las tres, logrando un sonido único e inconfundible para este tipo de cine.
La película es la historia de tres pistoleros que, en medio de los ejércitos enfrentados en la Guerra de Secesión, se necesitan para localizar 200 000 dólares del ejército sudista enterrados por uno de sus soldados. Esta cinta tiene muchas curiosidades, entre ellas que el personaje de Clint Eastwood no tiene nombre. Nadie le mienta en la película, aunque sí se le reconoce como 'Hombre sin nombre' y con motes como ‘Rubio’ o ‘Manco’. Una de sus frases más míticas es: "Verás, en este mundo hay dos tipos de personas, amigo mío: Los que tienen armas cargadas y los que cavan. Usted cava".
Clint Eastwood no estaba muy convencido
Dicen que el actor terminó de leer el guion con un extraño sentimiento. Empezó la 'trilogía del dólar' de protagonista absoluto y la terminaba compartiendo protagonismo con Eli Wallach (El feo) y Lee Van Cleef (El Malo). "En la primera película fui el único protagonista. En la segunda lo compartí con otro actor. En esta tercera ya somos tres. ¿Qué haré en la próxima? ¿De séptimo de caballería?", le dijo al director. Este trío le permitió a Leone innovar a la hora de rodar y montar el duelo a tres bandas, quizá el más mítico del cine. Otra cosa que no le gustaba era fumar, pero su personaje hoy no se puede entender sin esos puros pequeños en la boca.
No es una secuela, es una precuela
Los espectadores más avispados van a darse cuenta enseguida que aunque El bueno, el feo y el malo no cierra la trilogía, ya que en realidad tiene lugar antes que las otras dos películas. Una pista: El personaje que interpreta Clint Eastwood se compra el famoso poncho en los minutos finales, aunque ya se lo hemos visto en Por un puñado de dólares y La muerte tenía un precio. Un poncho comprado en España que no se lavó en todos los años empleados en rodar la trilogía. "Estaba realmente asqueroso", dijo Eastwood años más tarde.
El rodaje en España
Sergio Leone rodó la película, como las dos anteriores: los exteriores en España y los interiores en los estudios Cinecittà de Roma. En España se utilizaron parajes de Almería, Madrid y Burgos, de esta provincia se utilizaron paisajes de San Pedro de Arlanza, Santo Domingo de Silos, Covarrubias y Carazo. En la Sierra de la Demanda, situada entre Burgos y La Rioja, existe una ruta para visitar los lugares que se ven en la película: el Puente de Langston en realidad es el río Arlanza y la misión de San Antonio es el Monasterio de San Pedro de Arlanza. A los pies del impresionante anfiteatro natural que forma la peña del Carazo en el curso medio del río Arlanza se instalaron las 5 000 tumbas que aparecen al final de la película. En Madrid se rodó en Hoyo del Manzanares y en Almería en el famoso desierto de Tabernas.
El cementerio de Sad Hill
Ese cementerio instalado en Santo Domingo de Silos, Burgos, se llamaba Sad Hill y este es el nombre de la asociación que ha querido reconstruirlo. Fue en 2014, de cara al 50 aniversario de la película. "Había que hacer algo gordo de cara al aniversario", dijo su impulsor, David Alba, a RTVE. Para resucitar el famoso cementerio hizo un crowfunding y le llegó dinero de distintas partes del mundo. En tan solo cuatro años llenaron el nuevo Sad Hill y tuvieron que hacer otro digital para acoger a nuevos padrinos. Sad Hill se puede visitar gratis de forma presencial o virtual a través de una app. La fascinación por este lugar llevó a Sergio Oliveira a rodar el documental Desenterrando Sad Hill.
Una mili de cine
Quién les iba a decir a los jóvenes que hacían la mili en Burgos aquel 1966 que iban a trabajar en una de las películas más famosas de la historia. La ayuda del Ejército español fue muy importante para el director, como recordaba Luisa Cowell, coproductora del documental. "El cementerio se lo construyó el Ejército a Sergio Leone para la película. Pero se lo construyeron de verdad, con empedrado de verdad y con tumbas. De la noche a la mañana les dijeron que tenían que ir a rodar una película, haciendo de extras y construyendo decorados como el cementerio; cada mañana se presentaban en el campamento de Hortigüela y un sargento del ejército les ordenaba vestirse de unionistas y confederados". También tuvieron que reconstruir el puente, ya que las dos primeras detonaciones no fueron buenas para rodar: una por floja y otra por hacerse antes de tiempo.
Calles para todos
Fueron muchos los lugareños que participaron como extras en el rodaje. Todos recibieron con alegría y orgullo la noticia, y todos recibieron con los brazos abiertos al equipo, sobre todo al director y actores protagonistas. En Almería se guardan muchos recuerdos más allá del Desierto de Tabernas con el poblado del Oeste. En Los Albaricoques, un pequeño pueblo que perteneces al término municipal de Níjar (Cabo de Gata, Almería) han bautizado varias calles con los protagonistas de la trilogía: Clint Eastwood, Giulio Petroni, Lee Van Clif y Ennio Morricone tienen su calle, y Sergio Leone tiene una avenida con su nombre. El director tiene, además, una calle en la ciudad de Almería.
El malo era el más cariñoso
Se dice que Lee Van Cleef (El Malo) fue el actor que más amable y atento se mostró con los figurantes y los vecinos de los lugares en los rodaban. Y se dice, además, que era el que más sed tenía, pero de cerveza. Hasta seis cajas de bebía al día. En una entrevista con El Español, Fabio Fava, que fue el segundo ayudante de dirección, recordaba que llegó a rodar borracho. "El propio director estaba tan preocupado por el alcoholismo de Van Cleef que nos dijo que lo único que se le ocurría para parar aquello era invitar a su esposa al rodaje. Aquello fue mano de santo. Su consumo de alcohol se redujo a dos cervezas diarias, contando la de la comida".
Una banda sonora icónica
Ennio Morricone hizo la banda sonora de las tres películas, pero la de El bueno, el feo y el malo es especial. El tema principal se asemeja al aullido de un coyote. Es una sencilla melodía de dos notas que se toca con un instrumento diferente para cada personaje: flauta para el bueno, voces para el feo y ocarina para el malo. Es una de las bandas sonoras más famosas de la historia del cine y entre sus temas destaca 'El éxtasis del oro', utilizada por Metallica, New Order y Ramones para sus conciertos. El álbum de la banda sonora, con 11 temas, se mantuvo en las listas durante más de un año, logrando la cuarta posición en la lista de álbumes pop de Billboard. Se han hecho varias versiones, pero la del neoyorquino Hugo Montenegro, hecha con el sintetizador Moog, es la que más éxito a tenido.
Ni una más, dijo Eastwood
Tras el rodaje de El bueno, el feo y el malo, Clint Eastwood decidió que era el momento de crear su propia productora y hacer así las películas que le gustaban. Pero Sergio Leone no se olvidaba de él y llegó a viajar a Los Ángeles para ofrecerle un el papel de Armónica en Érase una vez en el Oeste. Clint dijo que no y el personaje se lo ofrecieron a Charles Bronson, que enseguida dijo que sí. No sabemos si Eastwood se arrepintió, porque esta fue la mejor y más celebrada película de Sergio Leone.
Tarantino y Scorsese son fanes
El bueno, el feo y el malo es una de las películas favoritas de Quentin Tarantino, que ha llegado a declarar que es “la película mejor dirigida de todos los tiempos”. El spaguetti western y sobre todo el cine de Sergio Leone han sido referencias notables para algunas de sus películas, como Django desencadenado y Los odiosos ocho. Tarantino es el único director que adora el cine de Leone, Martin Scorsese considera El bueno, el feo y el malo "una obra maestra de la dirección".