Santander, la ciudad que enamoró a Benito Pérez Galdós: ¿qué descubrió en ella?
- El escritor canario Benito Pérez Galdós empezó veraneando en Santander y acabó construyéndose la finca de San Quintín
- El poeta Fernando Abascal explica en 'Un país para leerlo' la especial relación del escritor con la capital cántabra
- Una de sus obras que transcurre en la ciudad es 'Gloria', que ocasionó un gran revuelo en la época por su “anticlericalismo”
La poeta cántabra Matilde Camus escribía “Santander con sus latidos es fuerza, vida y pasión… que devana mi emoción y potencia mis sentidos.” Lo mismo debió sentir el escritor Benito Pérez Galdós. La ciudad le robó el corazón. Desde la capital de Cantabria escribió parte de su producción literaria y fue el escenario de algunas de sus obras como ‘Gloria’.
Atraído por el novelista José María de Pereda, en 1871, el joven canario con 28 años empezó a veranear en Santander para huir de los calurosos veranos madrileños. Ya había publicado ‘La Fontana de Oro’. Al principio solo iba en verano, pero más tarde sus estancias se alargaron. ¡Estuvo casi cincuenta años vinculado a la ciudad! Incluso se llegó a construir un palacete en El Sardinero: la finca de San Quintín. Fue el único sitio donde decidió tener una vivienda en propiedad. Era su retiro literario. Allí escribió sus Episodios Nacionales, novelas y obras de teatro como ‘Electra’. Además, fue un lugar de encuentro con otros escritores como Marcelino Menéndez Pelayo, intelectuales y políticos.
“Santander es la ciudad elegida “
En Los Tamarindos de El Sardinero se encuentra la estatua de Benito Pérez Galdós, un homenaje a un escritor que tenía una relación especial con Santander. El poeta Fernando Abascal explica en ‘Un país para leerlo’, disponible en RTVE Play, el por qué de este estrecho vínculo. Aunque Las Palmas es su ciudad de nacimiento y Madrid donde se dio a conocer, “Santander es la ciudad elegida (...) Se enamora de esta ciudad, se enamora de un paisaje y se enamora también de un cierto paisanaje que conecta muy bien con él. ” Allí cultivo dos grandes amistades: Menéndez Pelayo y Pereda y también tuvo a su única hija reconocida, María.
Gloria
El que fuera miembro de la Real Academia Española, escribió una gran cantidad de obras durante sus estancias en Santander. Desde el palacete de San Quintín, Galdós veía el peñasco en forma de camello que da nombre a la playa como en ‘Gloria’, una novela que transcurre allí:
"A la izquierda de la boca de la ría, había una serie de rocas que se mostraban completamente en la marea baja y en la pleamar eran indicadas por movibles espumarajos del agua. Uno de los peñascos tenía forma parecida a un camello, y de aquí le vino el nombre dado a todo el arrecife."
Tal y como apunta el poeta Fernando Abascal en ‘Un país para leerlo’, programa presentado por Mario G. Obrero, ‘Gloria’ recibió muchas críticas por parte de los sectores conservadores de la ciudad por la historia que contaba. La tacharon de anticlericalismo. Incluso el gran amigo de Galdós, José María de Pereda, se opuso a ella. “Es una novela que hay que entenderla en su contexto y, desde el punto de vista religioso y político, Galdós era un liberal reformista. No era antirreligioso, lo que le molestaba realmente es la falta de caridad, la intolerancia y el fanatismo.”, remarca Abascal.