La monogamia en la naturaleza, un hecho desconocido
- La monogamia es algo bastante raro, incluso en los humanos
- De las 5.000 especies de mamíferos que existen, solo alrededor de un 9% son monógamas
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La monogamia entre los animales es cuestión de biología y beneficio. Más que una opción, se trata de supervivencia.
Incluso en especies que llamamos monógamas, las cópulas fuera de la pareja son muy habituales. Los cisnes, sin ir más lejos, culturalmente se han usado a menudo como símbolo de amor eterno y fidelidad, pero la realidad es bien distinta. Entre los cisnes negros, por ejemplo, aproximadamente uno de cada siete huevos incubados por una pareja es hijo de otro macho y fruto de relaciones sexuales extraconyugales.
Los humanos llamamos a este tipo de comportamientos adulterio o infidelidad, que son sustantivos que conllevan un estigma moral que no son aplicables en el reino animal. Aunque nosotros lo relacionamos con fidelidad sexual, la monogamia en los animales tiene como objetivo maximizar sus posibilidades de éxito reproductivo y así asegurarse de que sus genes perduren en las futuras generaciones.
Entre la fauna marina, la monogamia tampoco es la estrategia de reproducción más habitual, aunque hay excepciones. El caballito de mar es uno de los peces monógamos por antonomasia, con parejas que duran de por vida. Los ejemplares, antes de aparearse, incluso pasan por un periodo de noviazgo asimilable al del ser humano. Llegado el momento de la cópula, es la hembra quien deposita los huevos en la bolsa abdominal del macho y es este quien los fecunda e incuba hasta el momento de la eclosión de las crías.
En Monógamos, ¡Qué Animal! Presenta especies que practican la monogamia como estrategia de reproducción, para descubrir también que algunas quizás no son tan monógamas como parece.