Gabilondo, Del Olmo y Herrera cuentan su momento terrible en la radio. Ninguno coincide
- Las tres grandes voces de la radio se reúnen en Lazos de sangre para recordar sus carreras
- Los periodistas han contado cuáles han sido sus peores momentos
- Luis del Olmo cuenta cuál fue el peor momento de su vida
Esta semana en Lazos de sangre han querido homenajear a las grandes voces de la radio de nuestro país, Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo y Carlos Herrera. Tres genios de las ondas que se hicieron la competencia en antena, pero supieron tejer una gran amistad fuera de ella. En el documental los tres periodistas han hablado de su trayectoria profesional y han recordado sus inicios, sus momentos de éxito y también los momentos más duros de su carrera.
Los atentados de ETA
Tanto Luis del Olmo, como Iñaki Gabilondo y Carlos Herrera, han tenido que dar muchas malas noticias. Algunas de ellas relacionadas con las muertes que provocaba la banda terrorista ETA. “Siempre he dicho que lo peor de mi trabajo durante todos estos años ha sido aquellas mañanas en las que a la hora de empezar el programa nos llegaba la noticia de que ETA había asesinado a diez guardias civiles, a dos paseantes, a un policía, militar, un médico”, explica Carlos Herrera frente a las cámaras.
Lola Carretero, la segunda esposa de Iñaki Gabilondo, también ha hablado de lo difícil que fue ese momento para su marido: “Fueron unos años muy duros, y los lunes, había muchos lunes que él no quería volver. Yo le hacía un chiste, nos reíamos y salíamos del paso”. La periodista ha confesado que Iñaki lo pasaba realmente mal, hasta el punto llorar a diario a causa de los atentados terroristas y de la amenazas de ETA a Gabilondo. Una extorsión que también sufrieron Luis del Olmo y Carlos Herrera, este último recibió un paquete bomba en el año 2000 que los artificieros de la policía lograron desactivar. Un susto que Herrera aún recuerda: “Era un momento terrible, no te acostumbrabas nunca a que eso pudiera ser realidad… Hasta que un día te pasa a ti y da una cierta sensación de alivio pensar que no consiguieron su objetivo”.
Dos fechas señaladas: El 11-M y 23-F
A Iñaki Gabilondo le cuesta mucho decidirse por un momento, “es difícil de decir porque uno a veces no es consciente de que los momentos decisivos lo están siendo”, pero destaca entre sus recuerdos el atentado del 11-M. “Fue una locura brutal ver como el número de víctimas no cesaba en directo ante micrófono”. Un jueves negro para la historia de España que hizo mella en Gabilondo.
Otro día muy señalado en su carrera fue el Golpe de Estado del 23F, no estaba trabajando en la radio, sino en televisión. Ese mismo año, en 1981, fue nombrado director de los informativos de TVE y, sin apenas, experiencia delante de la cámara, fue el encargado de salir a comunicar lo que había pasado en televisión: “La primera vez que salí en mi vida en televisión fue para decir a la gente que ellos en el Congreso habían sido asaltados a su vez, pero nosotros habíamos sido ocupados por unos militares que habían venido a montar un campamento”. El periodista se vio obligado a salir en la pequeña pantalla en un momento crucial.
Gabilondo ha contado cómo vivió él aquel momento tan famoso: “Hubo un golpe de estado que hemos visto todos mil veces en la tele, pero yo lo vi en directo”. El periodista ha explicado en un vídeo para las redes sociales del programa que ese vídeo no se emitió en directo, “se estaba grabando el acto porque era una rutina parlamentaria, y no había nadie más grabando. No teníamos competencia”. Un proceso rutinario que él estaba viendo en una televisión desde su despacho en directo, “yo vi lo que todos hemos visto en tiempo real, o sea, sin saber cómo acababa”. “Yo era un directivo que no tenía ninguna intención de participar en la antena de nada y me vi obligado a salir”.
Sus despedida del micrófono
Si hay un momento que entristece a Luis del Olmo es el de su despedid. Él, que había vivido por y para la radio decía adiós a su gran compañero, el micrófono, tras 50 años de carrera. Así había hablado de la radio en otro momento: “Es una droga. Quien la prueba como la estoy probando yo todos los días, quien tiene ocasión de estornudar en Barcelona y que ese estornudo se escuche en Canarias o en cualquier punto de España, en cualquiera de las cincuenta y cuatro ciudades donde tenemos emisoras, es una droga, una droga de la que no puedes prescindir”.
El día antes de su retirada avisó a su mujer, Merche, de que diría algo importante. Probablemente ella no se lo esperaba, pero lo agradeció profundamente: “por fin ya no madrugas, ya vive un poco tu vida tranquila con tus hijos y con tus nietos”, los grandes olvidados de su vida, su familia. Una de las renuncias que tuvo que hacer para ser una estrella en la radio. “Después de muchos años ha llegado el momento de decir adiós, mi olfato me dice que no es un hasta luego. Mi olfato me dice que hay que bajar el telón definitivo, con estas palabras apago el micrófono hago las maletas y me voy…”, así se despedía de sus oyentes y de sus compañeros en RNE con Vicente del Bosque al lado. Un momento difícil de olvidar, ese en el que por fin ponía fin a una carrera llena de éxitos pero también de sacrificios.