Pilar Palomero, directora de 'Las niñas', regresa a aquel 1992: "La sexualidad era un tabú"

• Pilar Palomero habla de su trabajo con Natalia de Molina y Andrea Fandos
• En este enlace puedes ver 'Las niñas', ya disponible en RTVE Play

Somos Cine - Pilar Palomero estrena 'Las niñas' en RTVE Play

Mirar al pasado sin adulterar los recuerdos es una tarea difícil. Mucho más si se explora aquella época de las primeras veces, en la que el timbre del colegio marcaba el tiempo de recreo y la vida podía ser todavía un juego de niños. Para Pilar Palomero, aquellos años fueron los de la efervescencia de los 90, una década llena de contradicciones, a la que los Héroes del silencio pusieron banda sonora, con el mito de los Juegos Olímpicos cegando todos y en la que el sexo era poco más que un test de la Super Pop.

La cineasta zaragozana rescató todas aquellas vivencias en Las niñas, una deslumbrante ópera prima que demostró que la nostalgia también puede documentarse. Para ello Palomero tiró de sus amigas, en charlas que iban remendando los recuerdos de su infancia como si fuese un puzle. También se encontró con viejos cuadernos, como el libro de dictados de sexto de EGB con el que Palomero empezó a construir su historia. “Era una redacción sobre la castidad y otras cosas por el estilo. Leyéndolo me di cuenta de que lo que yo recordaba era cierto, que realmente nos enseñaban este tipo de materias a principios de los 90”, comenta la directora.

Un viaje a la Zaragoza de 1992

Uno de aquellos dictados, en el que su profesora del colegio de monjas clamaba por “una sexualidad al servicio del amor”, se terminaría materializando en la gran pantalla en su primera película. Una historia que posa su mirada en un grupo de niñas que comienzan su despertar en la vida adulta en la Zaragoza de 1992.

Palomero se inspira en lo que ella y otras personas de su entorno vivieron, pero Las niñas no se esboza como una cinta autobiográfica o como el simple retrato de la infancia. “Siempre digo que no es una película sobre un colegio de monjas, sino sobre la sociedad de aquella época y cómo era crecer en ella para muchas mujeres de mi generación”.

Un principios de los 90 lleno de luces y sombras, con la modernidad llamando a la puerta para un país que aún se quitaba el polvo de encima. “Me llamaba mucho la atención cuando recordaba aquellos 90 con mis amigas y mi familia que había cosas que sentía muy pasadas de moda, incluso para esa época y nos preguntábamos: ¿esto era en los 90?”, explica.

Las niñas (2020) Jorge Fuembuena

Póntelo, pónselo y otras contradicciones de los 90

Era 1992, el famoso Póntelo, pónselo se anunciaba en las marquesinas de las paradas de autobús, a la entrada de los colegios de monjas. Así ocurre en la película y así lo recuerda también la propia Palomero. También empezaban a despuntar grupos de rock tan contestatarios como Héroes del Silencio o Más Birra. Sin embargo, en las clases el conservadurismo lo atravesaba todo. “Quería mostrar cómo sentí yo aquellas contradicciones, como viví una pubertad en la que apenas hablamos de nuestras emociones, la sexualidad era un tabú – todavía lo sigue siendo- y cómo todo esto contrastaba con la idea que teníamos de aquella época, moderna y abierta, pero en la que la mentalidad era muy conservadora”.

Un repaso al pasado con conciencia del presente, fiel a los recuerdos, cuya verdad se transmite gracias a unas interpretaciones magistrales. Las niñas se sustenta, además, en la gracia de un casting prometedor en el que sus jovencísimas interpretes derrochan talento. Muy especialmente Andrea Fandos, cuyos brillantes y expresivos ojos nos recuerdan mucho a los de Ana Torrent en El espíritu de la colmena.

Un aluvión de premios

Las niñas es una joya de nuestro cine reciente que fue elogiada en los certámenes más importantes de nuestro país. Ganadora de la Biznaga de oro en el Festival de Málaga, también se hizo con el premio al mejor largometraje de ficción en los Premios Forqué, gano tres Feroz y destacó por encima de todos en los Goya, donde se llevó el premio a la mejor película, guion, fotografía y dirección novel.

Más allá de los premios, su directora se queda con el aprendizaje del camino: “El hallazgo y lo más bonito de todo este viaje ha sido descubrir que estas vivencias fueron así para muchas otras mujeres y hombres de mi edad, pero también de otras generaciones anteriores o posteriores. Eso me hizo darme cuenta de que no había sido un espejismo”.

Con La maternal y Las niñas RTVE Play amplía su oferta de cine español, en la que destacan también títulos que han triunfado en el Festival de cine de San Sebastián, como Furtivos, de José Luis Borau, y Una historia de amor, de Jorge Grau. Además, Héctor, de Gracia Querejeta. Y no falta cine internacional: Cómo sobrevivir en un mundo material, La peor persona del mundo, La protegida, El asesino y un clásico, Robin y Marian.