RNE se suma al Día Internacional de la Palabra
- El 23 de noviembre se conmemora esta efimeridad para fomentar el dialogo como herramienta para resolver conflictos
- La Fundéu seleccionó el término Vacuna como vocablo del 2021
El origen de esta efimeridad se encuentra en una iniciativa presentada por la Fundación César Egido Serrano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) basándose en la importancia del diálogo, como herramienta para la resolución de distintos conflictos. Una fecha que coincide con la inauguración del Museo de la Palabra, ubicado en Toledo, y el nacimiento de Alfonso X.
¿Cuáles han sido las palabras del año?
Como suele ser habitual, con cada vuelta de la Tierra al Sol las diferentes instituciones dedicadas a la lengua escogen las voces más representativas y significativas del año vencido. En primer lugar, La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) ha escogido vacuna como palabra del año 2021, término seleccionado por “su especial repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo y su interés desde el punto de vista lingüístico” y que “coincide con la que ha sido elegida para muchos otros idiomas”.
La palabra escogida en catalán se trata de un neologismo y también está relacionada con la pandemia y todavía sigue presente en la actualidad, negacionismo. “Fue elegida por elegida por votación popular bajo los auspicios del Observatorio de Geología de la Universidad Pompeu Fabra y la sección filológica del Institut d'Estudis Catalans”.
Por primera vez se ha impulsado la elección de la palabra del año en euskera gracias a la iniciativa de Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua Vasca, y de su centro de terminología y lexicografía. Ambos han optado por Aldaera, es decir, variante “por su omnipresencia en los medios de comunicación en euskera durante todo el 2021”.
El gallego ‘rompe’ con la norma de escoger palabras relacionadas por la pandemia derivada de la Covid-19. Tanxugueiras es el vocábulo seleccionado por votación popular a través del portal As palabras, impulsado por la Real Academia Galega y la Fundación Barrié. “Se trata de una variante de teixugueira. Esto es lugar donde hay muchos teixugos, es decir, tejones”.
Los términos que han adquirido una connotación negativa con el paso del tiempo
En nuestra lengua, las palabras tienen dos niveles de significación. Previamente, el denotativo que es la acepción que le otorga el diccionario. Posteriormente, esta el nivel connotativo. Es decir, la carga subjetiva que los hablantes han impuesto a los vocablos con el transcurso del tiempo. Diferentes términos en nuestro idioma han adquirido un valor connotativo negativo que en su origen histórico contradice “ese valor moderno”.
Hereje es una persona que niega los dogmas de una religión, pero también de una institución u organización. “El hablante a lo largo de los años asume el análisis del término desde su propia religión o institución y con ello carga negativamente al mismo”.
Lucifer o Luzbel. “Etimológicamente son la misma palabra y significa el que lleva a la luz”. Antes de incorporarse al “folclore cristiano y convertirse en malvado era la forma metafórica de referirse al lucero del alba o lo que es lo mismo, el brillo del planeta Venus al amanecer”. Una connotación muy distinta a la que tiene en la actualidad, ya que ahora cuando se usa esa palabra se usa para referirse al Príncipe de las tinieblas.
Anglicismos que hemos ‘adoptado’ en nuestra lengua
Según la RAE, un anglicismo es un vocablo o giro de la lengua inglesa empleada en otro idioma, este caso el castellano. Estas nuevas incorporaciones se deben a la inexistencia de palabras equivalentes en castellano o a términos poco empleados. Esto le ocurre a la voz Creepy que es un extranjerismo derivado del término creepypasta, que da nombre a terroríficas historias de miedo que circulan en redes sociales. “No se ha acuñado un término específico en español como alternativa a este anglicismo y su adaptación a la grafía española es una forma escasísimamente documentada”.
Asimismo, en nuestra lengua también encontramos anglicismos innecesarios que son los casos en los que una palabra es incluida en el vocabulario a pesar de existir un equivalente en el habla. Un ejemplo es el vocablo, influencer. Este aparece documentado por primera vez en el Corpus del Español del Siglo XXI en 2012, coincidiendo con el éxito de Instagram. “Como alternativa se recomienda el uso de influyente. También serían alternativas válidas influidor e influenciador”.
El triunfo de los neologismos
“Palabra o expresión de nueva creación en una lengua”, así lo recoge la RAE. Sin embargo, estas voces se encuentran ausentes en los diccionarios, pero están muy presentes en el vocabulario del hablante. Señoro sería una muestra de ello. ¿Qué significa este vocablo? “Un hombre que se considera superior por el mero hecho de ser hombre, con una actitud normalmente condescendiente con el resto de personas”.