¿Quién mató a la abuela y tía de Fito Páez? Los crímenes que marcaron su vida
- Los hechos ocurrieron cuando la carrera de Fito Páez estaba despegando
- Fruto de su dolor, el artista argentino compuso Ciudad de pobres corazones (1987)
- Deudor del legado de Pablo Milanés, el músico acudió ayer a la capilla ardiente de su amigo
Dicen que del dolor nace el arte. De la necesidad de curar a través de la palabra y la música. Desde luego, Fito Páez sabe lo que es reconvertir la cicatriz de cancionero. Ejemplo de ello es su disco más simbólico, El amor después del amor, del que este año se cumplen 30 años y al que el argentino está rindiendo homenaje en una gira internacional que hace unas semanas recaló en nuestro país.
Desgraciadamente, el desamor no fue la peor de las tragedias que atravesaron al músico. Un terrible suceso, ocurrido el 7 de noviembre de 1986, marcó su vida para siempre. Aquel día, Fito Páez perdió a dos de las personas más importantes de su vida: su abuela y su tía. Las dos mujeres que le criaron, tras la muerte prematura de su madre, que falleció cuando él apenas tenía ocho meses de edad.
El reciente ganador de tres premios Latin Grammy jamás se imaginó que el desenlace de los dos apoyos fundamentales de su vida terminase de una forma tan brutal, asesinada a sangre fría. Por aquel entonces, el núcleo familiar del artista estaba lo conformaban su tía Belia y su abuela Pepa. Su padre Rodolfo había muerto un año antes. Los tres vivían en la calle Balcarce de Rosario (Argentina), el mismo lugar donde ocurrió el crimen.
Las mujeres aparecieron muertas en su domicilio, junto con una empleada del hogar, Fermina Godoy, de 33 años y en estado de embarazo. A la tía y a la joven las acuchillaron. La abuela del intérprete tenía un disparo en la cabeza. Cuando ocurren los crímenes Fito estaba en Río de Janeiro, disfrutando de una carrera ascendente dentro musical. Todos los medios y periódicos del país se hicieron eco de la noticia con la misma pregunta: ¿quién y por qué había cometido semejante asesinato?
¿Quién mató a la abuela y tía de Fito Páez?
Tres meses después de lo ocurrido, la clave la dio la detención de una mujer que portaba las joyas que habían pertenecido a la abuela de Páez. Cuando los policías le preguntaron cómo las obtuvo, Paola apunto a su amante, Walter De Giusti, de 24 años, que no tardó en ser detenido y confesar el crimen. “No puedo calificarlos. Son locos, pero todos estamos locos. Yo tengo mis rollos y ellos los suyos. Los conocía desde hace muchos años, eran vecinos”, declaró en ese entonces Páez. El móvil, aparentemente, fue el robo. Walter fue condenado a cadena perpetua, aunque la pena terminó siendo reducida y terminó disfrutando de un arresto domiciliario por padecer VIH, enfermedad de la que murió en 1998.
En una entrevista con Rolling Stone en 1999, Fito dijo que no podía odiar a los asesinos de su familia, que no le habían enseñado a odiar. Pero eso no significaba que pudiese olvidar. Su cancionero se plagó de muerte y de dolor desde aquel momento. "Llegó la muerte un día y arrasó con todo", dice en Tumbas de la gloria. También está el tema Dejarlas partir, en la que el argentino hablaba abiertamente de su abuela y tía. También cambio su aspecto, reconvertido en un rockero dark que le dio una nueva faceta, apartada de la música comercial.
La oscuridad y la Ciudad de pobres corazones
Así llegó Ciudad de pobres corazones, el disco que publicaría en 1987, un año después de los asesinatos. “En esta puta ciudad todo se incendia y se va”, cantó Fito Páez desde las entrañas de su angustia. Ese grito todavía se escucha como uno de los desgarros más intensos del rock argentino. El album fue el resultado de un proceso interno que tuvo a Fito al borde de la locura, preso de un dolor que se reflejó en un cambio rotundo de sonido y actitud.
Aquella historia, se recoge bien perfilada, con una exhausta investigación y más de 80 testimonios en el libro Hay cosas peores que estar solo (2021), en la que el escritor y periodista argentino Federico Anzardi narra en detalle los años más difíciles del artista. obres corazones”