Los nuevos conquistadores: ratas y ratones
- El tamaño y la forma de vida de los roedores es sorprendente por su gran diversidad
- Su inteligencia y adaptabilidad no han pasado desapercibidas para científicos, biólogos, médicos o ingenieros
- El naturalista y biólogo Juan Antonio Rodríguez Llano nos descubre los secretos de las ratas y ratones
- Los domingos en La 2 a las 18:30h, Cuaderno de campo | Disponible -gratis y online- en RTVE Play
Los roedores son un grupo de mamíferos absolutamente impresionante. Entre ellos encontramos a algunos de los animales más odiados por los humanos y, también, de los más amados. Entre los más amados contamos a los hamsters, las cobayas y los ratoncitos blancos. Todos ellos son mascotas que forman parte de la infancia de millones de niños. Sin embargo, hay a quienes no les hace ninguna gracia. Pero nada comparable a los ratones de las despensas o las ratas de las alcantarillas: estos bichos no les gustan a nadie… bueno, a casi nadie.
Yo reconozco que cuando les he visto detenidamente, cuando les he observado sin prejuicios, me han resultado simpáticos, bellos y atrevidos… ¡y he coincido con ellos en muchos sitios!
Conquistadoras del mundo
Las odiadas ratas y los ratones se han convertido en conquistadoras del mundo; les he visto desde Australia a las Islas Canarias, donde caían al suelo desde lo alto, medio borrachas, después de comer una buena cantidad de frutos muy maduros de los árboles de la laurisilva, llenos de azúcares y alcohol. En la selva de Camerún han huido a toda mecha de los colchones donde íbamos a dormir, sin darnos tiempo a reaccionar,. En la Isla de Alegranza tuvimos que esconder herméticamente todo nuestro equipo cada noche, mientras dormíamos, para que los miles de ratones que la habitan no royeran o se comiesen los cables o cualquier pieza un poco blanda de las cámaras.
Pero ratas y ratones no son más que una pequeña parte de su numerosa familia. El tamaño y la forma de vida de los roedores es sorprendente por su diversidad: desde las ardillas que trepan por los árboles como si no sintieran la gravedad a las ratas del desierto de Atacama que viven bajo tierra; desde los capibaras de 70 kilos que nadan en los humedales Colombianos, a los 15 gramos de un ratón casero. Conejos de las Indias, castores o topillos forman parte de esta familia tan heterogénea.
Pero hoy nos ocupan las ratas y los ratones más exitosos: los que han conquistado todo el planeta, eso sí, siempre en compañía del ser humano. Se trata del ratón casero, la rata negra y la rata común: un vardadero trío de ases.
Muchas veces hemos sido incapaces de filmarlos o de capturarlos porque son sumamente inteligentes, precavidos y ágiles. Esas características, sumadas a su capacidad de adaptación, de vivir en cualquier parte y comer cualquier cosa, les faculta para ser los mejores conquistadores.
Son unos visitantes relativamente nuevos, ya que en la Edad Media las ratas comunes y los ratones llegaron con las Cruzadas y las caravanas de comerciantes desde Asia: con ellas, a parte de especias, telas, reliquias y otros tesoros exóticos, trajeron a las ratas y, con ellas, la peste negra que asoló media Europa. La rata negra viajó igualmente desde oriente, varios siglos más tarde, esta vez con las tropas napoleónicas.
Napoleón finalmente perdió su imperio, pero las ratas se quedaron con todo el territorio conquistado. Europa, con sus barcos, sus expediciones y sus vueltas al mundo fue desperdigando a unos polizones peludos e hiperactivos: ratas y ratones llegaron a América, Australia y el resto de islas y continentes, ya fueran grandes o pequeños.
7 secretos de las ratas y ratones
Nosotros, con nuestro capítulo sobre las ratas y los ratones hemos disfrutado de lo lindo descubriendo y viviendo en primera persona cómo sobreviven, como se adaptan a distintos ecosistemas o como forman parte de la vida salvaje y humana de nuestro entorno.
Las características propias de ratas y ratones, inteligencia y adaptabilidad, no han pasado desapercibidas para los científicos, los biólogos, los médicos o los ingenieros y se han convertido en asiduos compañeros de laboratorios de todo tipo. Una parte muy importante de los avances en medicina, astronáutica e ingeniería se debe a nuestros colegas ratoniles.
1) Ratones ayudantes de la ciencia: Las ratas y los ratones sirven para estudiar las enfermedades humanas e investigar distintas soluciones con medicinas, antibióticos y nuevas técnicas. Gracias a ellas se salvan decenas de miles de vidas humanas todos los años.
2 ) La pesta negra: Del mismo modo que, desde hace siglos son muy útiles en las investigaciones médicas, en la edad media fueron las principales transmisoras de la peste negra o bubónica que, al menos, provocó ochenta millones de muertos en Asia y Europa.
3) Resisten el veneno: Tanto ratas como ratones son combatidos de mil maneras para eliminarlos ya que forman plagas peligrosas que pueden arrasar y contaminar cosechas y mercancías. Un método habitual para acabar con ellos son los raticidas, venenos especialmente pensados para los roedores. Sin embargo, la capacidad de adaptación de las ratas y ratones les permite, en muy poco tiempo, adaptarse a esos venenos y hacerse inmunes.
4) Especies invasoras: Ratones y ratas son dos de las especies más perniciosas a nivel ecológico ya que allí donde llegan, en especial en las islas, alteran de forma muy grave los ecosistemas. En algunas islas han acabado con numerosas especies de aves, reptiles e insectos.
5) Las islas de Georgia del Sur: A principios de este siglo se llevó a cabo la primera gran operación de desratización de una isla. Ante el peligro de extinción de algunas colonias de pingüinos y otras aves endémicas, a las que las ratas devoraban huevos y pollos, se promovió una campaña popular para recabar fondos económicos en el Reino Unido. Finalmente se recaudaron más de 8 millones de euros para que un equipo de científicos trabajara durante meses con el objetivo de acabar con todos los roedores.
6) Dientes infinitos: Una característica típica de todos los roedores es que sus incisivos no paran de crecer y crecer a lo largo de su vida. Por eso se ven obligadas a roer con mucha frecuencia ya que necesitan desgastar sus incisivos para evitar que crezcan demasiado.
7) Muchos hijos, mucho éxito: Se ha calculado que una pareja de ratas puede tener en un solo año la friolera de 15.000 descendientes. Obviamente, gracias a los animales depredadores, no es posible alcanzar esa cifra. No obstante, gracias a esa capacidad para multiplicarse, consiguen conquistar y resistir en todos los lugares a los que llegan.
* Puedes conocer todos los secretos de la fauna ibérica cada domingos en La 2 a las 18:30 h, Cuaderno de campo