Nuevas investigaciones científicas reinterpretan los misterios de Stonehenge
- Durante siglos este monumento prehistórico ha representado un grandes enigmas
- Un documental nos muestra el análisis de los cuerpos que se encuentran enterrados bajo Stonehenge
- Disponible -gratis y online- hasta el 22 de diciembre en RTVE Play: “Stonehenge: El regreso de los muertos”
El profesor Mike Parker Pearson y su equipo han recibido permiso para analizar por primera vez los numerosos cuerpos que se encuentran bajo las piedras de Stonehenge. Su trabajo cambia por completo la visión que teníamos de este singular lugar como recoge el documental “Stonehenge: El regreso de los muertos”, que puedes ver hasta el 22 de diciembre -gratis y online-en RTVE Play
El estudio de estos cuerpos han sido sometidos a un análisis científico pionero que, junto con nuevas excavaciones e investigaciones, resucitan por primera vez a la gente de Stonehenge. La película toma la forma de una investigación de estilo detectivesco, contando esta historia no a través de las piedras, sino a través de los cuerpos de las personas enterradas dentro del monumento para entender quiénes lo construyeron, gobernaron, peregrinaron, celebraron fiestas, vivieron y murieron allí.
1919, los primeros descubrimientos
Un equipo encabezado por el arqueólogo William Hawley descubre en1919 un un anillo exterior de agujeros, cuando excavaban en el monumento prehistórico más célebre de Gran Bretaña. Algunos de ellos escondían un sorprendente secreto: los restos de antiguos cuerpos.
El profesor William Hawley desenterró muchas tumbas de incineración en Stonehenge, pero no sabía qué hacer con su contenido, así que lo dejó en manos de su ayudante, que lo metió en sacos y los enterró en 1935.
El equipo de Mike Parker Pearson recibió un permiso especial para recuperar aquellos restos. La única pista que tenían era unas líneas escritas en una libreta de hacía 75 años según la cual los restos habían sido enterrados bajo una placa.
“Así que empezamos a desenterrar y llegamos a una capa en la que había una placa de plomo. El ayudante de Hawley había pedido que escribieran en ella: «Aquí se encuentran los huesos de la gente de Stonehenge”, explica en el documental Mike Parker.
La sorpresa se la llevaron al descubrir que dentro del foso los restos óseos estaban mezclados y debían reconstruir un rompecabezas prehistórico de cincuenta mil piezas.
Reescribiendo la historia
El monumento prehistórico más icónico de Gran Bretaña está compuesto de un círculo central de enormes bloques llamados sarsens. Son bloques de arenisca, coronados por dinteles. Dentro del anillo se levantan otros bloques más pequeños, los llamados Bluestones, bloques de dolerita.
Siempre se había pensado que la colocación de todos los bloques había tenido lugar al mismo tiempo en el año 2.500 antes de Cristo, pero el descubrimiento de Mike apuntaría en otra dirección. Sus pruebas le llevan a plantear que hay una asociación deliberada entre los restos humanos y cada una de las 56 piedras, que podrían ser lápidas.
Un descomunal cementerio prehistórico
Una datación preliminar por radiocarbono de los huesos desveló que fueron enterrados junto con la dolerita en el año 3.000 antes de Cristo. Mike acababa de desterrar otra creencia sobre Stonehenge: el monumento resultaba tener 500 años más de antigüedad de lo que se había pensado siempre.
Los indicios de Mike demuestran que Stonehenge, famoso en todo el mundo por su aspecto único, no siempre había lucido así. Cada una de las piedras determinaba dónde se encontraban las tumbas de los restos analizadas por Mike y su equipo.
¿Quiénes podrían ser los muertos de Stonehenge?
La datación por radiocarbono ofrecerá datos precisos sobre el fallecimiento de los integrantes del grupo y ayudará a Mike a entender las relaciones entre individuos. Los tejidos y utensilios encontrados demuestran que en la Edad de Piedra vivía una civilización sorprendentemente avanzada.
Algunos expertos apuntan a que los individuos enterrados en Stonehenge fueran un grupo de guerreros o de víctimas de una batalla prehistórica. El número total de cuerpos recuperados del monumento asciende a 63, y hay tanto hombres como mujeres y niños. Este hecho hace pensar al investigador que es poco probable que los muertos de Stonehenge pertenecieran a una orden religiosa o que fueran integrantes de un ejército.
Tras los resultados de las pruebas de radiocarbono, el profesor concluye que podría tratarse de una comunidad específica formada por hombres, mujeres y niños, quizá de un grupo especial, por ejemplo una aristocracia, una élite. “Lo interesante es que estamos hablando del enterramiento de una comunidad. También podría tratarse de distintas familias, y esto nos da información muy útil acerca de su organización. No solo de las construcciones megalíticas, sino del estilo de vida de aquellas personas. No se trata de una sociedad de individuos, sino de una sociedad que prima la comunidad incluso más de lo que nos imaginábamos”, argumenta.
¿Qué tiene de especial esta localización?
En este documental se analizan algunas de las características más destacadas del monumento como la alineación de Stonehenge con el Sol. El punto por donde sale el Sol en verano y el punto por donde se pone en invierno están perfectamente alineados a través de los bloques centrales.
En su tesis, el profesor Mike Parker, defiende que los habitantes de la Edad de Piedra veían que este era un lugar especial y por ello lo habrían escogido como el enclave idóneo para levantar un cementerio dedicado a sus ciudadanos más ilustres.
Stonehenge vivió una segunda fase de construcción, donde inmensos bloques de arenisca fueron trasladados desde canteras situadas a 30 kilómetros. Más de dos mil toneladas de piedra fueron extraídas, esculpidas, arrastradas y puestas en pie, transformando por completo el aspecto del enclave.
“Tiene que haber hecho falta una gran mano de obra para llevar a cabo esta construcción. Este es uno de los grandes monumentos de la Europa prehistórica”, afirma Parker.
Otro tesoro arqueológico a 3 km
Otro descubrimiento realizado a tres kilómetros del monumento revela que esta obra de ingeniería esconde más de lo que imaginaban. Allí se sitúa un lugar llamado Durrington Walls, una excavación donde han encontrado restos de un asentamiento con más de 4.500 años de antigüedad, así como un total de 80.000 huesos animales, herramientas de construcción, vasijas y recipientes para beber.
Todas las pruebas apuntan a que los animales eran sacrificados para conmemorar el solsticio de invierno que se veía desde Stonehenge y que Durrington fue un campamento de obreros que operaban en Stonehenge.
Además han descubierto que los que participaban en aquellos trabajos y festejos llegaban a Stonehenge desde todos los puntos de las islas británicas. Por eso, estos investigadores creen que el monumento era visto como un importante punto de encuentro en la Gran Bretaña prehistórica.
A partir de las pruebas extraídas de Durrington Walls, Mike considera que hasta 4.000 personas podrían participar en las celebraciones de invierno de Stonehenge. Los festejos empezarían en el campamento de los trabajadores, en Durrington, y probablemente seguiría una procesión por el camino que conducía hasta Stonehenge. Allí rendirían tributo a los muertos y observarían la puesta del sol a través de los alineados bloques de rocas.
- “Stonehenge: El regreso de los muertos”, documental escrito y producido por Simón Bennett está