¿Qué es la agricultura regenerativa y por qué debería importarnos?
- La agricultura regenerativa es una práctica que apuesta por un futuro sostenible
- Busca una relación de cooperación y beneficio mutuo con el planeta, no de dominación
- Adela Úcar explica 5 principios y algunas ventajas que la agricultura regenerativa aporta
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Seguro que has oído hablar de la agricultura ecológica, los alimentos orgánicos y el km0. Pero quizá sea la primera vez que escuchas el término Agricultura Regenerativa. Para explicarte qué es, tengo que empezar en algún momento muy lejano de nuestra existencia sobre la tierra.
El ser humano lleva en el planeta 200.0000 años. Durante siglos, hemos sido sólo un animal más. Pero nuestra posición como los seres más elevados en el planeta, nos llevó en un momento indeterminado de nuestra historia, a pensar que la Tierra y todos los seres vivos que la habitan existen únicamente para nosotros, para nuestro uso y disfrute, para nuestro antojo.
La agricultura regenerativa parte de una modificación de nuestra percepción de la naturaleza: nuestro planeta es un ente orgánico y con vida propia, con el que lejos de establecer una relación de dominación, podemos y debemos trabajar en pro del beneficio mutuo.
Aquí podrás conocer sus 5 principios y algunas de las muchas ventajas que la Agricultura Regenerativa aporta:
1. Eliminación de los tratamientos mecánicos, químicos y físicos
La agro industria y las prácticas que conlleva (sobreexplotación, uso de abonos artificiales, insecticidas, herbicidas, el arado del suelo…) lejos de mantener el suelo fértil lo agotan, disminuyendo su fertilidad. Para mantener la rentabilidad de los cultivos es necesario entonces el uso de más fertilizantes artificiales que sólo acaban por extenuar aún más el suelo, creando un círculo vicioso que deriva en un aumento de los costes económicos y genera contaminación de la capa freática.
La agricultura ecológica le da la vuelta a esta relación con el suelo, alimentando su ciclo natural, favoreciendo el crecimiento de los microorganismos que le aportan salud y fertilidad de manera completamente orgánica. Esto contribuye a la mejora de la calidad del suelo sin productos artificiales, lo que reduce los costes económicos y sin contaminación. A su vez, una mejor calidad del suelo producirá mejores cultivos que estarán mejor preparados para afrontar condiciones climáticas desfavorables.
2. Uso de cultivos de cobertura durante todo el año
En los cultivos agroindustriales, incluso en la mayoría de las huertas tradicionales, lo habitual es evitar la aparición de cualquier mal llamada “mala hierba”, ya que se entiende que establece una competencia por los nutrientes y el agua con las plantas que se desean cultivar. Esto deriva en amplísimas extensiones de monocultivos en los que la superficie del terreno queda completamente expuesta a las inclemencias meteorológicas, favoreciendo su erosión y su deshidratación.
La agricultura regenerativa, por el contrario favorece la presencia de una variedad de plantas que cubren toda la superficie que la planta de cultivo no ocupa. Este cultivo de cobertura crea una capa de protección para el suelo que evita la erosión, las escorrentías y la evaporación del agua, además de que proporciona hábitat y alimento a muchas especies de insectos, aves e incluso el ganado.
Esto reduce la necesidad de aporte de agua de regadío, fomenta la biodiversidad, aumenta la superficie de captación de CO2 y de producción de oxígeno, por lo que ayuda a combatir el cambio climático.
3. Mejora de la biodiversidad
La agricultura regenerativa apuesta por la rotación de los cultivos, teniendo en cuenta las relaciones beneficiosas que se establecen entre unas plantas y otras, lo que prepara el terreno de forma natural para el siguiente cultivo, reduciendo la necesidad de productos artificiales y técnicas de arado desfavorables para la correcta conservación de la estructura del terreno.
Fomenta además la presencia de árboles en los cultivos de pastos y de pasto en las plantaciones de árboles (silvopastoreo), y la convivencia de plantas o arbustos en los cultivos agrícolas (agroforestía). Además de establecerse relaciones simbióticas entre ellos, aportan un hábitat y alimento para muchas clases de insectos, pequeños y medianos animales que habitan entre los cultivos.
4. Incorporación de la ganadería a la producción agrícola
Entre los cultivos de agricultura regenerativa, es habituar ver ovejas, vacas o gallinas. La integración de animales en los cultivos promueve la fertilidad del suelo gracias al abono natural que producen los animales. Además éstos ayudan a controlar plagas y maleza no deseada de forma natural, sin la necesidad de productos químicos o artificiales que suponen un mayor gasto económico y generan contaminación.
Los animales se benefician a su vez de una mayor calidad de vida, al sustituir los establos por el campo.
5. Conservación de raíces vivas en cultivos perennes
Los terrenos procedentes de la agroindustria en los que se cultivan cereales, por ejemplo, quedan completamente vacíos una vez se produce la cosecha. La agricultura regenerativa apuesta por el mantenimiento de cultivos perennes durante todo el año en estos terrenos, ya que protegen la tierra de la erosión del agua y el viento, favorecen la conservación de la humedad y reducen la proliferación de malas hierbas que posteriormente es necesario eliminar antes de plantar el nuevo cultivo.
En resumen, la agricultura regenerativa es una práctica que apuesta por un futuro sostenible, que ayuda a combatir el cambio climático, apuesta por el bienestar animal, mejora el enfrentamiento a la sequía, regenera suelos degradados, contribuye a la biodiversidad y fomenta las pequeñas y medianas empresas favoreciendo un reparto más justo y equilibrado de los recursos.
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