Cinco curiosidades sobre las abejas que quizás no conocías
Actualmente, se conocen aproximadamente 20.000 especies de abejas en el mundo. La biodiversidad, la agricultura y nuestra alimentación dependen, en gran medida, de ellas… Pero nos encontramos ante una realidad alarmante: están desapareciendo. Las razones son diversas, y no está clara cuál será su evolución en los próximos años, pero hay algo de lo que no cabe duda: las abejas son seres fascinantes y mucho más complejos de lo que la mayoría puede imaginar. Te dejamos cinco curiosidades sobre estos insectos que dan buena prueba de ello.
De la "danza del meneo" a los algoritmos bioinspirados
1. Las abejas tienen la capacidad de comprender conceptos como arriba y abajo, izquierda y derecha o igual y diferente. La cosa no acaba ahí: en 2018, una investigación realizada en la Universidad RMIT de Melbourne (Australia) reveló que las abejas pueden contar del 1 al 6. Para llegar a este hallazgo, las abejas fueron entrenadas para distinguir entre cantidades distintas de formas geométricas, de manera que tuviesen que elegir el número menor desde el 1 hasta el 6.
2. Con sus bailes, las abejas indican la dirección, la distancia y la calidad de las flores que encuentran. La distancia se transmite a través del tiempo que dura el baile, y la calidad del alimento, el entusiasmo con el que baila la abeja. Esto se conoce como “danza del meneo”.
3. A través del estudio de los movimientos de las colonias de abejas mediante algoritmos bioinspirados, es posible resolver problemas de optimización, inspirándose en el comportamiento inteligente de estos insectos. Estos algoritmos pueden ayudar, por ejemplo, a mejorar la gestión en los hospitales, o incluso a desmantelar redes criminales.
4. En cada colonia de abejas hay una única reina. De ella depende la cohesión entre los individuos y el relevo generacional, ya que es la única de toda la colonia capaz de poner huevos. La celda donde habita la larva de abeja reina recibe el nombre de celda real, y es la única donde las obreras ponen jalea real en lugar de miel. Debido a ello, esta larva es la única hembra que se desarrolla sexualmente, convirtiéndose en la reina.
5. En el Neolítico ya se utilizaba la cera de las abejas para fabricar medicinas, cosméticos, y para hacer impermeables vasijas y otros recipientes. Su huella química ha sido hallada en varios materiales que fueron impregnados con cera.
Si quieres conocer más sobre estos fascinantes superpolinizadores, no te pierdas el programa que ‘Órbita Laika’ dedica a las abejas en RTVE Play.