'Los renglones torcidos de Dios': final explicado y claves de la película
- Oriol Paulo lleva al cine la famosa novela de Torcuato Luca de Tena
- Bárbara Lennie y Eduard Fernández se miden en un duelo interpretativo
- Los renglones torcidos de Dios: ¿Qué significa el título?
Durante el Festival de Cine de San Sebastián se anunció que Oriol Paulo llevaría al cine la novela Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena, la expectación fue creciendo día a día. Expectación que aumentó al saberse que Bárbara Lennie y Eduard Fernández interpretarían a los protagonistas, Alice Gould y el doctor Samuel Alvar. El director viene avalado por películas como El cuerpo y Contratiempo, dejando claro que domina los tiempos del suspense y que sabe crear atmósferas intensas, dramáticas y, a veces, terroríficas.
Entre el libro, publicado en 1979, y la película que se estrena ahora hay algunas diferencias que separan el texto del guion. Entre ellas el final. Pero hasta llegar al desenlace hay que explicar varias cosas. La película juega con el espectador, ofreciendo personajes que tienen dos caras, y nunca está claro cuál de ellas es la buena; o mejor dicho, la real. Los dos personajes que empiezan la película son los mismos que la terminan, pero entre una secuencia y otra pasan tantas cosas que lo que parecía blanco ahora es negro, y viceversa.
De qué va la película
Bárbara Lennie es Alice Gould, una mujer que entra en un sanatorio mental porque intentó envenenar a su marido, aunque ella enseguida revela que es una detective que ingresa voluntariamente para resolver el asesinato de Damián García del Olmo, cometido que le ha encargado el padre del chico. Desde el principio se tiende a despistar: se nos cuenta que 'la nueva' ingresa con la autorización de su esposo Heliodoro y por recomendación del Doctor Donadío, que ha escrito una carta en la que avisa de la increíble habilidad de la paciente para mentir. Pero a la vez, Alice nos hace cómplices de su verdad y de su plan. ¿Quién dice la verdad? ¿Quién miente?
En la película, que tiene un ritmo trepidante, pasa de todo y se tocan muchos temas, no solo la locura. Cada personaje, principal o secundario, aporta mucho a una historia en la que las miradas dicen tanto con las palabras, y los silencios son reveladores. Silencios que están 'vestidos' por una soberbia banda sonora compuesta por Fernando Velázquez. Las notas de tensión y suspense del principio cambian completamente de cara al final a una melodía amable, casi romántica. Llega el desenlace.
Alice Gould dice adiós a los que hasta ahora han sido sus compañeros mientras camina hacia una sala en la que se ha reunido la junta médica que dirá si puede salir o no. Lleva el mismo vestido negro que en la primera escena, como diciendo que quiere recuperar la vida que tenía antes de su ingreso, voluntario o forzado. Los médicos emiten su veredicto y cuando parece que todo se pone a favor de Alice, la película da un nuevo y sorprendente giro. El doctor Samuel Alvar pasa de ser el personaje derrotado y humillado a ser el que tiene la sartén por el mango. O al menos eso es lo que parece.
El final de la película: ¡Ojo spoiler!
Samuel Alvar dimite y los médicos de la junta emiten sus votos. La pregunta es: "¿Debe darse la declaración de sanidad a Alice Gould de Almenara?". Todos dicen que sí, incluso los que dudaban, y el doctor Alvar dice que es el mayor de los errores jamás cometido. Es entonces cuando abandona la sala, pero antes de abrir la puerta suelta una bomba: "Por cierto, ayer por la noche me llamó el doctor Donadío. Resulta que después del congreso de Zurich, se fue de vacaciones con su esposa. No hubo ninguna conspiración, simplemente no le llegaron nuestros telegramas. Le pedí si podía venir a aclarar este asunto y muy amablemente ha accedido". En ese momento vemos la sorpresa en el rostro de Alice, que contrasta con la sonrisa del doctor Alvar.
Entonces, en un juego de sombras y desenfoques vemos la entrada de un hombre, el mismo que acompañó a Alice cuando entró en el centro psiquiátrico, que no es quién ella cree que es. Es entonces cuando se da cuenta de que Raimundo del Olmo es el doctor Donadío, su médico. "Hola, Alice. ¿En qué lío te has metido esta vez? Lo siguiente es un primer plano de Alice Gould/Bárbara Lennie, que da escalofríos.
Duelo interpretativo.
La película tiene una larga duración, más de dos horas y media, pero el ritmo no decae en ningún momento y te atrapa, haciendo que juguemos a los detectives para intentar descubrir la verdad a través de las pistas que se nos dan. Pero, no es nada fácil, ya que los giros del guion lo ponen muy difícil. En la película vemos momentos dramáticos de gran intensidad, sobre todo cuando se miden Eduard Fernández y Bárbara Lennie, nominada a un Goya a mejor actriz. La película tiene, además, otras cinco nominaciones: mejor guion adaptado, para Guillem Clua y Oriol Paulo; Mejor música original, para Fernando Velázquez; Mejor dirección de arte, para Sylvia Steinbrecht; Mejor maquillaje y peluquería, para Montse Sanfeliu, Carolina Atxukarro y Pablo Perona; Mejor diseño de vestuario, para Alberto Valcárcel.