El arroz dorado: edición genética para combatir la desnutrición
- Alrededor del 25% de la humanidad se alimenta principalmente de arroz
- La ingeniería genética permite incorporar vitamina A a este cereal
- 'Órbita Laika': 'Ciencia para un mundo mejor' ya disponible en RTVE Play
Según las estimaciones, el 25% de la población mundial se alimenta principalmente de arroz, algo que obedece, en gran medida, debido a la dificultad de acceder a otros alimentos. Existen otras razones: este cereal puede cultivarse de manera sencilla en una gran variedad de lugares, y contiene un elevado porcentaje de carbohidratos. Además, incorpora proteínas de fácil digestión, principalmente del grupo B y minerales. Como ves, suna larga lista de ventajas, pero también tiene un importante déficit: la carencia de vitamina A.
La falta de vitamina A no supone, ni de lejos, un problema menor. Una deficiencia en esta vitamina provoca graves efectos para la salud, especialmente en los niños, siendo una de las principales consecuencias un debilitamiento del sistema inmune que provoca problemas en la vista. Cada año, alrededor de medio millón de niños en el mundo se quedan ciegos a causa de la deficiencia de esta vitamina fundamental para la formación de rodopsina, un pigmento fotorreceptor presente en la retina.
El "Golden Rice" o arroz dorado
¿Qué puede hacer la ciencia para paliar este problema? La respuesta reside en la edición genética. Gracias a ella, es posible incorporar al arroz vitamina A procedente de alimentos con el maíz o las zanahorias, cuyos betacarotenos no solo son los causantes de su característico color anaranjado, sino que también son precursores de la vitamina A.
Este arroz modificado genéticamente recibe el nombre de ”Golden rice”, o arroz dorado, y una sola taza de él es suficiente para cubrir el 60% de las necesidades diarias de vitamina A en niños. Y más cosas buenas. El pasado año, fue aprobado el cultivo comercial en Filipinas de este arroz libre de patente. Un paso más en un proceso que debe pasar también por una distribución más global y una legislación que permita su cultivo en otros muchos países donde el déficit de vitamina A supone un grave problema.
Si quieres saber más cómo la edición genética del arroz y de otras plantas permite hacer del mundo un lugar mejor, ¡no te pierdas la sección completa de Helena González-Burón en ‘Órbita Laika’!