¿Vargas Llosa se arrepintió de dejar a su mujer por Isabel Preysler y lo dijo en este cuento?
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La de Cayetano y Eva González, la de Shakira y Piqué, la de Tamara Falcó e Íñigo Onieva...el 2022 nos deja sonadas rupturas y este año maldito para muchos, si no, que se lo digan a Risto Mejide, acaba con otro bombazo en el mundo del corazón: Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han puesto fin a su relación. Una portada, como no podía ser de otra manera, de la revista ¡Hola! ha sido la tribuna desde la que Isabel ha contado su versión. Un día después, el entorno de Vargas Llosa ha hablado para El País y desmienten que los celos hayan sido la causa de la separación.
El cuento en el que Vargas Llosa se arrepentía de estar con Isabel Preysler
El diario analiza uno de los últimos cuentos publicados por Vargas Llosa hace ya dos años. Si nos tomamos el texto como una escritura con tintes autobiográficos, es cierto, que ya hace tiempo, el premio Nobel mostraba su desazón por la vida que llevaba y el pesar por las decisiones tomadas: "Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la locura de abandonar a mi mujer, pienso en ella y me asaltan los remordimientos. Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita por una mujer que no valía la pena (…). Todas las noches pienso en ella y le pido perdón." Se puede leer también en el relato: "Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí." Se trata de Los vientos y fue publicado en Las letras libres en 2021.
Su exmujer, la misma que se enteró por la prensa de que su marido estaba con Isabel Preysler, se llama en realidad Carmen Patricia. Ahora es fácil hilar coincidencias entre el cuento y la vida real de Llosa. Su personaje, además, se queja de no poder disfrutar de la cultura porque acude, por ejemplo, a la ópera rodeado de gente que no deja de mirar la pantalla de su móvil.
Precisamente el desgaste por la exposición mediática y por las diferencias de inquietudes es el motivo de la ruptura. Eso es, al menos, lo que señalan los allegados del peruano que niegan la historia de los celos a la que se hace referencia en la exclusiva concedida por Isabel Preysler. Igual que Mario Vargas Llosa, el protagonista de su texto vuelve a su piso de soltero para reencontrarse consigo mismo. Casualmente su personaje regresa a la calle La Flora de Madrid, la misma en la que vivía Llosa con su exmujer.
El País, sin citar nombre, lleva las declaraciones y apreciaciones de alguien muy cercano al escritor: "Eran incompatibles. A él le interesa la cultura y a ella el espectáculo. Hay un abismo entre ambos". Según este mismo confidente, Llosa se habría cansado también de ser un reclamo publicitario más para Isabel y sus hijas. Siempre acudió con la mejor de las sonrisas a cada evento de la familia más mediáticas de España, pero según su entorno aquello era pura fachada.