Uri Geller, el hombre que doblaba cucharas: ¿ilusionismo o poder de la mente?

• Geller apelaba al "poder de la mente" y engatusó a todos con sus cucharas dobladas
• Su fama estalló en los años 70, con el auge de filosofías sobre algo llamado el humanismo cósmico
• Pero ¿quién era realmente este hombre?¿qué pasó después? Su historia en Días de tele

Uri Geller, el mentalista que engatusó a todos

En 1975, media España alucinó frente a sus televisores al ver una cuchara doblarse con el poder de su mente. Y no solo eso, la centralita de TVE se colapsó por cientos de llamadas que aseguraban que sus abandonados relojes funcionaban de nuevo. El artífice de aquello que parecía magia era un hombre llamado Uri Geller. Procedente de Tel Aviv (Israel) y hablando en aquel inglés que, por entonces, a los espectadores españoles les parecía una lengua venida de otra galaxia, no le resultó muy difícil fascinar a un público receptivo a todo tipo de fenómenos sobrenaturales, ávidos por este tipo de espectáculos.

El programa se llamaba Directísimo (por razones obvias) y lo presentaba José María Iñigo. Al otro lado del televisor, millones de niños quedaban marcados para siempre por aquellas imágenes y la enorme capacidad de sugestión de Geller. Según su versión, a la edad de 4 años, Geller vio en el cielo un poderoso rayo de luz que lanzó energía sobre él y lo dejó inconsciente. También sugirió que este fue un encuentro con seres extraterrestres. Tras aquello, noto como su cuerpo se cargaba de energía. Con los años la usaría para doblar cucharas (con la mente), pero no solo eso.

Uri Geller en Directísimo (1975)

No solo de doblar cucharas vive el hombre

“Me hice famoso usando cucharas, pero también puedo curar, encontrar oro y petróleo”, afirmaba en una entrevista en TVE sobre sus capacidades. Geller defendía que en nuestro cerebro existen de espacios que permanecen dormidos, pero, de ser activados, podrían permitirnos leer la mente de otros si se entrenan. Bueno, podía leer la mente (decía), pero solo se dedicaba a destrozar menaje, mover las manecillas de un reloj o adivinar dibujos.

Más allá de encandilar a niños e ingenuos En todas partes estaban fascinados con él. La situación llegó a tal punto que según documentos desclasificados de la CIA, Uri Geller fue invitado por la agencia de inteligencia estadounidense para probar sus poderes. Lo encerraron en una habitación blindada y le pidieron que repitiera dibujos hechos a miles de kilómetros por algunos agentes. Concluyeron que sí tenía poderes paranormales y trabajó para la CIA. Incluso la revista Nature, le dedicó un extenso artículo en los años 90, con páginas y páginas analizando su caso. Lo único que hacían en es admitir su poder, sin saber explicar cómo funciona y sin tener pruebas “científicas”.

El poder de Uri Geller está en todos nosotros… o no

“Cuando hacía mis programas televisivos, funcionaba como un catalizador, como una palanca”, comentó casi 20 años después en una entrevista ofrecida a Eduard Punset, para el programa Redes. “A veces, los niños estaban tan agitados que aunque se fuesen a la cama, su mente sigue en el ambiente. Una vez, en Alemania, unas mujeres me contaron que acostaron a sus hijos y a la mañana siguiente, todas las cucharas estaban dobladas”, añadía en la entrevista.

Pero, entonces, ¿el poder era de Uri Geller o estaba en todos?

Aquella charla entre Punset y Geller tuvo lugar en 1998. Para entonces, el boom de la “Nueva era”, la filosofía que creía la existencia de una conciencia elevada extrasensorial en el ser humano, se había esfumado y se había puesto más que en evidencia que sus poderes sobrenaturales no eran tales.

En la entrevista, Geller muestra con ciertas contradicciones, primero habla de que es un don innato suyo, pero alega que todos pueden tener esa energía. Después apela a su religiosidad y asevera que cree en Dios y es un hombre religioso. “La mayor parte del tiempo estoy convencido de que recibo este poder, soy una especie de canal de recepción”, comenta. Después, dejando de lado a las deidades, le da por apelar a la ciencia y cita a Einstein: “Solo usamos el 10% de nuestro cerebro”. Una frase que le sirve para apelar al poder de la mente. En una ocasión dijo que iba a detener el Big-Ben y no ocurrió. Dijo lo mismo respecto al reloj de la Puerta de Sol y tampoco sucedió nada. Aun así, muchas personas en el mundo siguen creyendo en él y, de hecho, continúa apareciendo en televisión y reiterando que tiene grandes poderes sobrenaturales.

¿Qué ha sido de Uri Geller?

A finales de los años 80, Uri Geller sorprendía con una revelación: con ayuda de sus poderes había encontrado varios pozos petrolíferos y se había convertido en millonario, así que iba a retirarse de la vida pública. Lo cierto es que Uri Geller nunca llegó a retirarse del todo. Escribió libros, participó incluso en una película de terror en 2001, llamada Sanitarium. También ejerció como presentador de realitys en los Países Bajos y en Alemania (uno de ellos, The Sucessor, trataba de encontrar también a gente con sus mismos poderes) y, en 2013, protagonizó un documental sobre su vida, 'La vida secreta de Uri Geller: ¿espía psíquico?'.

En el año 2000, Uri Geller demanda a Nintendo por derechos de autor. Al parecer, la compañía japonesa había diseñado un Pokémon llamado Kadabra con lo que él consideraba "apropiación no autorizada de su identidad". El israelí pidió entonces 60 millones de libras esterlinas (unos 90 millones de euros). Durante dos décadas no consiguieron llegar a un acuerdo... hasta el año pasado. Este mismo año, Geller pedía perdón a la marca japonesa y anunciaba que el querido personaje volverá a las colecciones de Pokemon Japón.

Un anuncio en España... ¡de helados!

En el año 2007, Uri Geller volvió a España... como imagen de una conocida marca de helados. En el anuncio, vemos al famoso mentalista decir que ya no quiere doblar más cucharas, porque ha descubierto unos helados por los que "merece la pena dejar de hacerlo". Sin duda, una autoparodia de si mismo.

A sus 76 años, Uri Geller es muy activo en redes y no cesa en su empeño de que sus supuestos poderes psíquicos vuelvan a estar de actualidad. También se dedica a promocionar el Museo Uri Geller, que abrió hace poco en Tel Aviv.