Este era el plato favorito de Isabel 'La Católica', ¿te atreverías a comerlo? Su desayuno también era peculiar
- El chef Gonzalo de D'Ambrosio cocina paso a paso uno de los platos típicos en la Edad Media
- El historiador Javier Traité analiza la dieta de la Edad Media y los caprichos culinarios de la reina
- Vuelve a ver El Condensador de Fluzo: ¡Bon appétit! o los alimentos a lo largo de la historia en RTVE Play
Castilla 1490, faltan dos años para que Colón llegue al continente americano y algunos años más para que se incorporen a las cocinas europeas ingredientes como el tomate, el maíz, la patata o los pimientos. Antes de la ‘revolución culinaria’ que supuso la llegada de estos alimentos, la dieta se componía a base de cereales como el trigo, carne de res, oveja, gallina, cabra y pescados en salazón o en escabeche.
Javier Traité, historiador, nos explica en el programa Condensador de Fluzo dedicado a los alimentos a lo largo de la historia, que entre los siglos XV y XVI, sí que se habían incorporado otros ingredientes a la dieta como el azúcar, la berenjena, los cítricos y el arroz, cuya introducción se atribuye a la llegada de los musulmanes a la península ibérica. Aunque el cultivo del arroz y el azúcar no se desarrollan en España hasta el siglo XI, en 1490 estos alimentos ya están presentes en la gastronomía. Eso sí, únicamente en las de las clases altas, dado su precio.
¿Cuáles eran los caprichos culinarios de Isabel La Católica?
De los gustos culinarios de Isabel La Católica, se dice que odiaba el ajo, su olor y su sabor, y se le atribuye una gran afición a las perdices, que las tomaba tanto para cenar como para desayunar. Así aparece recogido en el Orden del Comendador Mayor para la reina Isabel el 18 de diciembre de 1498:
Que en el plato de la reina nuestra señora quiero coman con su alteza las señoras infantas quiero haya de llevar el plato a la mañana un par de perdices cuando las hubiere e cuando comieren las señoras infantas dos pares e cuatro gallinas cocidas e una pierna de cordero e unas agujas e cundo hubiere cola también e su pedazo de tocino e dos piezas de carnero asadas e cuatro gallinas”. “A la noche un par de perdices si cenare su alteza sola y si cenaren con su alteza las señoras infantas dos pares e cuatro gallinas e cinco piezas de carnero.
¿Qué era el 'manjar blanco'?
Entre las preferencias gastronómicas de la reina, además de las perdices, también se encuentra el ‘manjar blanco’, un plato cremoso a base de leche, harina de arroz, gallina, azúcar y agua de rosas.
Así queda documentado en el Archivo General de Simancas, Casa y Sitios reales, (legajo 43, folio 2-3, 1483):
Cuando hiciera manjar blanco para una escudilla que le den una gallina y un azumbre de leche y una libra de arroz y cuatro onzas de azúcar y para todos los otros potajes que hiciere que le den el azúcar y almendras que hubiere menester y que haga juramento de no gastar de ello más de lo necesario en lo que tiene de guisar para la reina nuestra señora ().
Cabe destacar que, todavía en este momento de la Historia, no se hacían distinciones entre lo dulce y lo salado a la hora de crear el orden en los menús y lo dulce se integraba en la mesa como un sabor más. El manjar blanco, un plato dulce, podía servirse en cualquier momento del día o incluso de a cena, de primero, de segundo o de postre.
Asi se hace: receta de 'manjar blanco'
El chef Gonzalo D'Ambrosio nos ayuda a recrear este platosiguiendo la receta del maese Ruperto de Nola, célebre cocinero de la época, y autor de manuales culinarios.
Ingredientes | Preparación |
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Si quieres descubrir más acerca de ingredientes y recetas y su evolución a lo largo de los tiempos, no te pierdas El Condensador de Fluzo dedicado a los alimentos a lo largo de la historia. ¡Bon appétit!