La conversión de Pamela Anderson: así pasó de sex symbol a defensora de los animales
- Logró fama desde la revista Playboy y popularidad con Los vigilantes de la playa
- Hace años cambió su imagen de sex symbol por luchar a favor de los animales
- Pamela Anderson: recuperan el vídeo porno casero que hizo de su vida una pesadilla
Mito erótico, icono sexual y toda una leyenda. Pamela Anderson ha sido durante años uno de los símbolos de la mujer forjada a sí misma a golpe de silicona. Ha hecho de su cuerpo un objeto de deseo, pero también una fuente de ingresos. Siempre se ha mostrado feliz de mostrar sus logros estéticos, tanto en la prensa para adultos como en el cine. Epítome de la rubia oxigenada y explosiva, la actriz es una de las herederas de las sex symbols más famosas de Hollywodd, aunque está más cerca de Jayne Masfield que de Marilyn Monroe. Su vida personal ha tenido más peso que su carrera profesional, aunque acumula títulos X tanto en la televisión como en el cine. Se hizo mundialmente famosa en 1992, interpretando a C.J. Parker en Los vigilantes de la playa y ha protagonizado dos cintas que, para algunos, son de culto: Barb Wire y Scary Movie 3.
De sex symbol a icono de moda
Luego ha tenido una enorme proyección en la prensa, acaparando las portadas de las revistas eróticas, desde Playboy, que fue su auténtico trampolín a la fama en 1989, hasta Penthouse. Pero igual que ha hecho Madonna, la reina a la hora de reinventarse, Pamela Anderson ha sabido buscar otro perfil para acceder a otro tipo de prensa y, de paso, de público. Ahora posa para cabeceras internacionales como Vogue, Interview y ELLE, y el mundo de la moda se muere por tenerla en primera fila, algo que han conseguido pocos. La vimos en los de Chanel, Tom Ford y Dolce&Gabbana, compartiendo asiento con estrellas como Rita Ora y Pharrell Williams.
Aliada de Vivienne Westwood
En la vida de Pamela Anderson hay un punto de inflexión que hizo que mucha gente la viese con otros ojos, incluso sus detractores: está la Pamela previa a los 2000 y la Pamela de los 2000. Empezó la década posicionándose públicamente a favor de los derechos de los animales y en contra de las políticas que desprecian el cambio climático. Usó su fama para dar altavoz a organizaciones como PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) y su cuerpo como pantalla para dar visibilidad a las ideas por las que decidió batallar. La actriz encontró una aliada en Vivienne Westwood, fallecida el 29 de diciembre de 2022. La diseñadora británica rompió barreras con su moda inclusiva, tolerante y sostenible, con una clara apuesta por los derechos de los animales y a favor de la artesanía de las tribus de África. Se conocieron, se cayeron bien y decidieron trabajar juntas: Pamela fue imagen de una de sus campañas de moda y llegó a desfilar en la Semana de la Moda de París.
Contra las corridas de toros
Anderson se ha mostrado en contra de las corridas de toros. "¿Cómo puede ser entretenido que hagan daño a un animal?”, dijo a Risto Mejide. Y también de las cacerías. Cuando se publicaron las fotos de don Juan Carlos, el rey emérito, dijo: "Este comportamiento bárbaro no es en absoluto sexy y es poco varonil". En una entrevista con Vogue dejó claro que su imagen de rubia oxigenada y sex symbol no era un impedimento para su activismo. "Al contrario, creo que me ayuda. Me siento halagada de que la gente que me ha querido esté abierta a escuchar mis ideas. Creo que estoy haciendo un muy buen trabajo, pero quiero hacerlo mejor. Mi fundación es muy productiva. Todo lo que leo, lo aplico a mi vida. Y hago todo lo que puedo por defender a los más vulnerables, a los que no tienen voz". De forma paralela pelea por su carrera de actriz y vive volcada en sus hijos, Brandon y Dylan, reforzando su papel de madre.
El nuevo armario de Pamela
De la mano de Westwood entró en otros círculos y en los últimos años su perfil ha cambiado, algo que ha provocado también un cambio en su vestuario. Las transparencias, los escotes demasiado 'generosos' y los vestidos de cortes atrevidos han dejado paso a diseños de costura de firmas relevantes, a veces buscando un estilo más clásico: con trajes de chaqueta para sus eventos de día, discretos vestidos de cocktail para las citas de tarde y elegantes vestidos para las fiestas, eventos que, en la mayoría de los casos, tienen un carácter benéfico: galas para recaudar dinero para ayudar a los animales o para luchar contra el SIDA de la mano de Jean Paul Gaultier. "Creo que me respetan en los círculos que respeto. Con esto me basta. Pero intento ser ejemplo de mis creencias e intenciones. El tiempo es una ilusión, aunque se está acabando para la raza humana. Se acerca la extinción masiva. Pero el planeta se curará a sí mismo cuando, nosotros, los idiotas humanos lo hayamos destruido", dijo a Vogue.