Anubis, el dios de los muertos y las almas perdidas
- Proviene del antiguo Egipto y es uno de los más ancestrales
- Era el encargado de llevar las almas de los fallecidos ante el tribunal presidido por Osiris
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El antiguo Egipto posee una historia atrayente con figuras muy destacadas, muchas de las cuales suelen ser protagonistas de algunas de las preguntas de ‘Saber y ganar’. En esta ocasión hablamos de Anubis, el dios de los muertos y las almas perdidas que está completamente asociado al inframundo. ¿Sabías que era el encargado de conducir a los fallecidos hasta el tribunal presidido por Osiris donde se decidiría su destino? Conocemos más detalles sobre la figura de Anubis.
El dios egipcio de los muertos
Anubis es la nomenclatura que esta deidad recibe en griego ya que en egipcio antiguo, su nombre era Inpu. Se le relaciona no solo con la muerte sino con la vida en el más allá y son diversos los roles que ha desempeñado, aunque el más destacado es el de protector de las tumbas y cementerios. De hecho, gran parte de los sepulcros antiguos contenían oraciones dedicadas a Anubis en sus lápidas.
Otra de sus funciones era la de acompañar a las almas que acababan de fallecer en ese umbral hacia el inframundo y guiarlos hasta la presencia de Osiris. Allá, el tribunal que este presidía les juzgaría por sus actos hechos en la Tierra.
¿De dónde viene su forma?
Anubis se representa con cuerpo de hombre y cabeza de chacal. Esta forma canina se debe a que estos animales de perfil carroñero que eran los que rondaban por los cementerios en busca de difuntos a los que desenterrar para comerse sus restos. El hecho de que su color sea el negro se relaciona a la putrefacción de los cuerpos y al tono de la tierra fértil, símbolo de la fertilidad.
Patrón de los embalsamadores
Lo cierto es que Anubis se relaciona con todo lo que tiene que ver a los muertos, y esto incluye el proceso de embalsamado. Por eso, este dios egipcio pasó a ser el patrón de los embalsamadores, una técnica muy habitual en el antiguo Egipto para la conversación del cuerpo de los difuntos. Así pues, Anubis pasó a ser asociado con la momificación.
Pero aquí no acaban los trabajos de este dios. A todo esto, hay que añadirle la función de pesador de corazones, es decir, la medición que determinaba si una persona era digna o no de entrar en el reino de los muertos. ¿Cómo lo decidía? Aquellas almas que pesasen más que una pluma quedarían desterrados y serían devorados por Ammit, mientras que aquellas que fuesen más ligeras, accederían directamente al paraíso. Sin duda, el poder e importancia de Anubis para las civilizaciones antiguas fue muy destacado.