Los últimos 100 días de la II Guerra Mundial, cuando en Alemania todo era dolor y muerte
- En los últimos 100 días de la Segunda Guerra Mundial, los dirigentes del Tercer Reich ya se saben derrotados
- Pero de enero a abril de 1945, a la población civil alemana todavía le queda mucho por sufrir
- Aquí, los tres capítulos en RTVE Play de los peores días para Alemania, lo que hoy se considerarían crímenes de guerra
Los nazis estaban ya derrotados, al Tercer Reich le quedaban ya pocas ocasiones de alzar sus estandartes y de aplicar sus leyes contra las minorías étnicas o religiosas. Los aliados avanzaban con la seguridad de ser los ganadores de la contienda. Pero el dolor, la desesperación y la muerte todavía iba a llenar las calles de Alemania. Los días más crueles para quienes quedaban con vida fueron los últimos 100 días de la guerra.
Cuando los combates y los diferentes frentes se situaron en los pueblos, ciudades y calles alemanas, el país experimentó lo peor. Hombres, mujeres y niños sentián pánico: los que esperaban la vuelta a casa de quienes marcharon al frente; los que habían visto cómo se llevaban a sus vecinos a los campos de concentración; los que habían lñogrado sortear los bombardeos; los que simplemente, habían sobrevivido...
El documental que este miércoles ofrece Documaster sigue cronológicamente los hechos históricos más importantes para situarnos en el contexto, e intenta que entendamos, si es mínimamente posible imaginarlo, cómo vivía la gente corriente. Esos días finales del Tercer Reich eran una cuestión de vida o muerte. 'Cuenta atrás para la rendición. Los últimos 100 dias' repasa lo ocurrido entre el 28 de enero y el 8 de mayo de 1945.
La venganza, el odio
¿Qué pasó esos cien días en suelo alemán? A medida que las tropas aliadas iban avanzando, algunos les recibían con miedo, otros con alivio. Sin duda, todos con hambre y frío. Murieron cientos que fueron colaboradores de los nazis, o sospechosos de serlo. Las tropas soviéticas cometieron violaciones masivas de las mujeres alemanas, de cualquier edad. La RAF, las fuerzas aéreas británicas, bombardearon sistemáticamente las ciudades. Se trataba de extender el horror, de no dar tregua, de bajar la moral. Los historiadores no dudan en tildar de crímenes de guerra muchas de las atrocidades cometidas aquellos meses.
Alemania fue bombardeada desde 1941, pero no con la contudencia con la que experimentó al final de la contienda. Mención especial merece Arthur Travers Harris (1892-1984). Apodado 'bombardeador' y 'carnicero', hasta Winston Churchill se sorprendió de sus vuelos de muerte sobre Alemania. Pero miró para otro lado y le acabó condecorando al final de la guerra.
Harris era mariscal y comandante en Jefe de los Bombarderos de la RAF y defendía la estrategia de 'ataque total'. Sus aviones tardaban solo media hora en arasar el centro de una ciudad. Así ocurrió en Colonia, Düsseldorf, Duisburg, Essen, Lübeck, Frankfurt o Hamburgo. Entre marzo y abril de 1945 murieron en Alemania 350.000 civiles y quedaron destruidas más de la mitad de las ciudades alemanas.
En el caso de la ciudad de Dresde, Harris repitió y repitió los bombardeos hasta destruir la que era considerada la Florencia del Norte. Una preciosa ciudad donde las ideas nacionalsocialistas habían arraigado, como en tantas otras del país. Mientras los norteamericanos bombardeaban puntos estratégicos, Harris insistía en las zonas donde ya solo quedaban civiles... Ellos eran ahora el objetivo militar, pero ¿Era necesaria tanta crueldad?
Hay que recordar que también millones de alemanes corrientes murieron a manos de sus conciudadanos nazis. Los 'indeseables' según a los dictados del Tercer Reich dejaron su vida en los campos de concentración, de exterminio o de trabajos forzados. Murieron seis millones de judíos y también otras personas que no gustaban al régimen: comunistas, gitanos, eslavos, homosexuales, francmasones, disidentes políticos, sacerdotes, predicadores, opositores religiosos y personas con discapacidad, entre otros. En total, entre la guerra y el Holocausto murieron 50 millones de personas. Más de la mitad, 27 millones, murieron en la Unión Soviética. La mayoría de estos soviéticos eran civiles.
En Alemania, el final de la época nazi, el Tercer Reich que proclamaba un futuro de mil años, y que regulaba todos los aspectos cotidianos, acabó por sumir a su población en el caos, el desorden, la desesperación. Faltaban años, esfuerzo y sobreivir a una dura posguerra para poder retomar algo de normalidad en la vida cotiana.
Tres meses de muerte, ahora en suelo alemán
El primer capítulo de esta serie se titula 'Avance en el Este'. El 28 de enero de 1945 llega al hasta hace poco país invasor la 'Guerra total'. Así mismo definía cómo tratar a los países que invadían Alemania el propio ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbles. Pero esta vez, es su país el que va a experimentar la destrucción y la muerte. Empiezan los 100 días de horror.
La segunda parte nos sitúa cinco semanas más tarde. Alemania esta en ruinas. Es el día 6 de marzo de 1945. Como imagen de lo que deja la guerra tras de sí, Colonia, la primera gran ciudad en caer en manos de los aliados. Poco después, las tropas norteamericanas llegan al único puente que queda sobre el Rin, en Remagen. Stalin ordena planificar su ofensiva.
En el capítulo final, la 'Caída y liberación'. Estamos en el 16 de abril de 1945. El Ejército Rojo inicia su ofensiva en Berlín. Hitler se da cuenta de que la guerra es causa perdida. Goebbels y su familia permanecen en el búnker del Führer. Hitler y su esposa Eva Braun se suicidan el 30 de abril. El 8 de mayo finaliza la Segunda Guerra Mundial en Europa.