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Anna Castillo, la película con la que no ganó el Goya, pero logró algo más grande

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Anna Castillo, nominada en los Premios Goya 2023
Anna Castillo en 'La llamada', disponible en RTVE Play

Anna Castillo se ha convertido en uno de los rostros más populares del cine español. Su valentía a la hora de elegir sus personajes, no quiere decir que no sopese las propuestas. Basta echar un vistazo a su carrera profesional para comprobar qué tipo de perfiles toma en consideración, en ellos siempre hay algo verdadero y lúcido. Buenas elecciones y talento que, con tan solo 29 años, ya le han valido cuatro nominaciones al Goya. La última, por su papel en Girasoles silvestres (2022).

En 2017 lograba el premio a la Mejor actriz revelación por su trabajo en El olivo, de Icíar Bollaín. Un reconocimiento a un talento prometedor, aunque este no fue su debut en la gran pantalla. Siete años antes, con 16 años, la pudimos verla en la ópera prima de Elena Trapé, Blog (2010), un ejercicio adelantado a su tiempo sobre muchas de las cuestiones que nos hacemos hoy en día con respecto a los jóvenes, las relaciones afectivas o el sexo, en el que, ya entonces, se descubría a una joven Anna llena de frescura y naturalidad ante la cámara.

La llamada... de Los Javis

Años después la vimos también en la serie de televisión Amar es para siempre, pero fue su encuentro con Los Javis lo que le cambiaría realmente la vida. En 2013, Javier Calvo y Javier Ambrossi le ofrecen uno de los papeles de su vida, el de Susana Romero, una adolescente con ganas de pasárselo bien a la que envían a un campamento de monjas a la que, antes que en salas, Anna interpretó sobre las tablas. El éxito de la obra teatral de los Javis en el hall del teatro Lara de Madrid permitió que llevaran a cabo funciones en un escenario mucho más amplio hasta el punto de conseguir que se realizara una película sobre este proyecto.

En septiembre de 2017 la obra teatral se convierte en película. La llamada, que puede verse en RTVE Play, dio a conocer a Los Javis y con el que Castillo logra su segunda nominación en los Goya. Para quienes solo la conocían de El olivo, aquel cambio fue radical. La actriz pasó de un papel dramático o uno en el que demostraba que también tenía vis cómica y podía hasta cantar, si hacia falta. Igualmente, en ambos personajes había carácter y una presencia perspicaz increíble, y aunque el premio a mejor actriz de reparto, ese año fue finalmente para Adelfa Calvo, por su papel en El autor, de Manuel Martín Cuenca, pero Anna Castillo logró algo mucho más importante.

Anna Castillo en 'Historias para no contar', de Cesc Gay

Anna Castillo en 'Historias para no contar', de Cesc Gay

Anna Castillo, una actriz camaleónica y salvaje

Su trabajo en La llamada abría a la atriz una paleta muy diversa de registros para alguien que estaba dando los primeros pasos de su carrera y que no quería cerrarse puertas en ninguna dirección. Si bien, después de aquello, volvió al drama con Viaje al cuarto de una madre, por el que lograría su tercera nominación al Goya, en los últimos años, su carrera ha estado llena de proyectos de una índole muy diferente. Desde su papel en Paquita Salas a la arriesgada interpretación en la serie Fácil, la adaptación de la novela de Cristina Morales en la que Castillo interpreta a una chica con diversidad funcional.

El año pasado la pudimos ver en dos películas de corte social como Mediterráneo o La vida era eso, junto a la maravillosa Petra Martínez, pero también quiso quitarse del peso dramático con comedias ligeras en Donde caben dos o Historias para no contar. Ahora, vuelve a defender uno de los personajes más complejos de su carrera, con un arco evolutivo muy difícil que, sin embargo, ha vuelto a plasmar de forma soberbia. Gane o no el Goya este sábado, la actriz seguirá sumando aprendizajes a una carrera diversa y sólida.