¿Quién fue Fermín Arrudi, el Gigante de Sallent?
- Nació a finales del siglo XIX en la localidad de Huesca que acompañaría su sobrenombre
- Se hizo famoso por medir 229 centímetros y viajó por todo el mundo exhibiendo su cuerpo
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La historia está plagada de personajes variopintos que se hicieron famosos en sus épocas por diversas cualidades. En ‘Saber y ganar’ ponemos hoy el foco en Fermín Arrudi, más conocido como el Gigante de Sallent, un sobrenombre que le venía como anillo al dedo ya que llegó a medir 2,29 metros. Sus llamativas dimensiones hicieron que se convirtiese en una atracción y él supo sacarle rédito a ello, viajando por todo el mundo para exhibir su cuerpo y ganarse un buen dinero. Recordamos la figura de este hombre nacido a finales del siglo XIX en Sallent, provincia de Huesca.
Un niño normal que se transformó en gigante
La historia nos cuenta que Fermín Arrudi nació el 7 de julio de 1870 en Sallent de Gallego y que sus medidas eran las normales, más bien tirando a pequeño. Sin embargo, cuando llegó a los 11 años, comenzó a dar un estirón que se prolongó hasta llegados los 25, cuando alcanzó los 2,29 metros de altura. De ahí que la gente lo apodase como Gigante de Sallent.
Huelga decir que sus dimensiones superaban las de cualquier coetáneo suyo y que era imposible que pasase desapercibido. Sus primeros años de vida los dedicó a trabajar en la estación de tren de Canfranc pero al darse cuenta de la atracción que suponía su físico, lejos de sentirse acomplejado, decidió explotarlo al máximo.
Fermín comenzó a participar en ferias donde exhibía su anatomía a cambio de dinero. La primera vez fue delante de la Basílica del Pilar, en Zaragoza, a la tierna edad de 21 años. En aquellos años su altura no había llegado a la cúspide ya que tan solo alcanzaba los 2,19 centímetros, 10 menos de los que acabó midiendo.
Éxito mundial
El Gigante de Sallent supo aprovechar las oportunidades que se le brindaron y comenzó a viajar por todo el mundo gracias a su altura. Se sabe que estuvo en diversos países europeos como Alemania, Francia, Holanda, Austria y Bélgica. Las reseñas en los diarios de la época dejan constancia de ello. Pero ahí no terminó su periplo ya que dio el gran salto y llegó a Norteamérica, Sudamérica, el Caribe y hasta África, concretamente en Argelia. También fue exhibido en la Exposición Universal de 1900 celebrada en París.
¿Qué hacía Germín Arrudi en dichos espectáculos? Más allá de mostrar su cuerpo, también hacía exhibiciones musicales tocando instrumentos y cantando. Se sabe que tocaba el laúd, la pandereta, el violín, la flauta, la bandurria, la guitarra, el requinto, el armónium y los hierrecillos, algo que aprendió a hacer por sí mismo. Aquello le permitió ganar unos 20.000 duros, lo que vendrían a ser 600 euros en la actualidad, y pudo construirse una casa y vivir de forma despreocupada el resto de sus días.
El recuerdo del Gigante de Sallent
Fermín murió el 2 de mayo de 1913 con tan solo 43 años pero su figura no ha sido olvidada sino más bien se ha convertido en un elemento más del folclore aragonés. Diversos libros recuerdan su vida y también aparece en otros escritos en los que se habla de la tradición de Aragón. Más allá de por su espectacular físico, el Gigante de Sallent también ha sido recordado por la cantidad de obras de caridad que realizó a lo largo de su vida, algo que le hizo ganarse el cariño de sus vecinos. Su féretro, de 2,4 metros por 93 centímetros de anchura, fue portado por seis hombres el día de su entierro.