Por qué se separaron Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz, El Cordobés
- Mantienen la amistad y son unos divorciados ejemplares para el resto del mundo
- Su hija, Alba Díaz, arrasa en redes sociales
- ¿Quién fue el padre de Vicky Martín Berrocal?: El empresario bígamos con una doble vida
En 'Lazos de sangre' hemos podido descubrir una nueva versión de Manuel Díaz, 'El Cordobés'. Él se ha sentado frente a las cámaras de televisión para contar toda la verdad sobre su relación con su padre, pero también para rememorar otros temas del pasado como su historia de amor con Vicky Martín Berrocal, que también ha aparecido en el documental que el programa le ha dedicado al torero.
Manuel y Vicky han recordado como fueron sus inicios y no han dudado en sincerarse. El diestro ha recordado cómo se conocieron y las diferencias que había entre ellos en aquel momento: él un joven torero sin padre reconocido y ella una joven procedente de una familia adinerada. Tiene claro que ella nunca hizo distinción y que si la conquistó fue "por su interior", porque con ella "no bastaba el físico". A pesar de que está seguro de que el traje de luces ayuda a ligar, sabe que con ella eso no sirvió de nada.
Vicky fue un apoyo imprescindible para Manuel durante aquellos años en los que comenzaban su relación y después estando ya casados. Fue una relación que comenzó con algo tan sencillo como "salir a cenar y tomar un platito de sopa de picadillo". Se enamoraron de una forma intensa y decidieron casarse por todo lo alto. La familia de ella se encargó de que a la joven andaluza no le faltase de nada, pero a él tampoco.
La gran boda andaluza de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz 'El Cordobés'
El padre de Vicky Martín Berrocal, el ganadero Jose Luis Martín, era muy amigo de Manuel Benítez, compartían aficiones y solían pasar bastante tiempo juntos. Por eso, fue el encargado de invitarle a la boda de su hija Vicky, con el que era a su vez su hijo, pero una vez más Benítez rechazó la invitación. No fue ni la primera ni la última vez que lo intentaron, pero para Jose Luis era muy importante que Manuel Benítez estuviese ahí, tanto que según su hija se fue hasta una casa suya cercana y cogió un cuadro que tenía de 2x4 metros y lo colgó allí en la pared del salón donde se celebraba el convite de la boda. "Tú no vendrás, pero vas a estar", esa fue la frase de Jose Luis al colgar el cuadro según Vicky. Una anécdota graciosa y a la vez triste, como toda esta historia en la que Manuel siempre fue rechazado por su padre.
Vicky Martín Berrocal y 'El Cordobés': los mejores ex
Fueron cuatro años de amor en los que también hubo mucho sufrimiento, porque Manuel tuvo dos cornadas toreando que le llevaron a temer por su vida. Un momento muy difícil para él, pero también para ella que no se alejó de su lado ni un segundo. En esos cuatro años supieron apoyarse el uno en el otro y se enfrentaron a algunos de los momentos más tristes de su vida, pero también a uno de los más alegres, el nacimiento de su hija Alba. Ella ha sido la encargada de mantenerlos unidos todo este tiempo después de su separación, que llegó solo un año después de su nacimiento. ¿El motivo? "Nuestro matrimonio estaba muy expuesto. Había muchas opiniones", dice Manuel para las cámaras de 'Lazos de sangre'. Eran una pareja pública muy expuesta y a veces eso pasa factura. No se llevaban mal, no hay diferencias irreconciliables, simplemente no pudo ser.
Manuel reconoce que estuvo muy enamorado de Vicky y ella por su parte solo tiene buenas palabras para su ex marido, al que ella misma reconoce que sigue llamando "marido" y dice que aunque las relaciones a veces no funcionen, "tú sabes a quien tienes enfrente y yo tuve a un gran hombre y siempre lo he dicho". Se nota que el cariño y el respeto es mutuo, Alba ha sido fundamental en todo esto, les ha unido mucho y ellos son conscientes de su papel en esta historia. Ahora, los tres forman una gran familia junto a Virginia Troconis, la actual mujer de Manuel Díaz, y sus hijos, Manuel y Triana. Todos sienten el cariño y la admiración entre ellos y por eso nunca han dejado de llevarse bien.