La muerte de Pablo Neruda: "Fue dosificado para que pareciera natural"
- Rodolfo Reyes, sobrino del poeta chileno y abogado en la causa judicial, ha conversado con Samanta Villar y Carlos Santos sobre el supuesto asesinato
- “Su chófer llamó a su mujer para que se viniera inmediatamente porque le habían colocado una inyección en el abdomen”, declara Rodrigo Reyes.
El premio Nobel fallecía el 23 de septiembre de 1973 a consecuencia de un cáncer de próstata. Esta fue la versión oficial difundida por la dictadura de Pinochet, que acaba de llegar al poder tras del golpe de Estado. Sin embargo, 50 años después un informe pericial, elaborado por expertos internacionales, asegura que fue envenenado.
¿Cómo se ha llegado a estas conclusiones? “Debemos recordar que hay un tercer panel de expertos que ya fue entregado a la magistrada Paola Plaza. Este informe ratifica el informe anterior del año 2017, que esos mismos laboratorios entregaron al ministro de entonces. En el sentido de que se encontró que gran cantidad de clostridium botulinum, que es una bacteria mortal en las osamentas de Pablo Neruda”, declara Rodolfo Reyes sobrino y abogado de la causa.
La bacteria Clostridium botulinum fue encontrada en su cuerpo
El presunto asesinato se cometió por medio de esta bacteria inoculada en el cuerpo del poeta chileno. “En vida, circuló por todo el organismo del torrente sanguíneo Pablo Neruda y quedó alojada en el molar y la osamenta”, declara Rodolfo Reyes en Radio Nacional.
Estamos hablando de grandes cantidades, debido a que no se trata de un problema de botulismo generado o por la ingesta de algún tipo de conserva en mal estado. “Esto fue dosificado paulatinamente para que pareciera una muerte natural. Fue una operación montada en el año 1973 a 12 días del golpe de Estado”, subraya su sobrino.
Además, hay que situarse en ese momento histórico, después de haber vivido una democracia hay un violento golpe de estado capitaneado por el general Pinochet. Pablo Neruda era una referencia universal para toda la izquierda, pero en particular para aquella que estaba siendo masacrada por los militares golpistas. “Hay un doctor fantasma que lo atendió. Fantasma porque nadie lo conoce, ni nadie sabe quién es. Nadie conoció a un llamado doctor Price, que fue la fecha en la que murió el tío Pablo”, confiesa Rodolfo Reyes.
Su chófer, un testigo clave
El abogado y sobrino del escritor chileno relata que su chofer, Manuel Araya, fue testigo. “Llamó a su mujer para que se viniera inmediatamente porque le habían colocado una inyección en el abdomen”. Además, relata un duro suceso: “Un doctor le pidió a su chofer que fuera a comprar un medicamento. Este partió y nada más andar dos autos lo interceptaron y lo llevaron a una comisaría. Lo golpearon y de ahí se lo llevaron al Estadio Nacional, donde cayó preso por mucho tiempo”.
¿La familia sospechaba algo?
Su sobrino confiesa que desde un primer momento sospechó que la muerte de Pablo Neruda no había sido natural como relatan los informes oficiales. “Fuimos a almorzar y el tío recordaba con mi padre las andanzas de cuando eran más jóvenes. No tenía una gran enfermedad y estuvo hasta el último día escribiendo sus memorias. Entonces él no estaba para morir”, relata en los micrófonos de Radio Nacional Rodolfo Reyes