Madrid Fashion Week: Roberto Torretta, la moda de autor como símbolo de poder

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Los contrastes marcan la colección de Roberto Torretta

La irrupción de los jóvenes diseñadores, la generación Instagram, no eclipsa el trabajo de los veteranos. Ágatha Ruiz de la Prada se los come a todos ya que sus desfiles son muy mediáticos. Luego están Hannibal Laguna, que cumple 35 años de profesión sin faltar ni una sola vez a esta pasarela, y Roberto Torretta, toda una institución y ganador del Premio Nacional de Moda en 2016 a su trayectoria, galardón que recogió de manos de la reina Letizia. Su nombre es sinónimo de elegancia y sus desfiles son perfectos: bien editados y con un mensaje claro y coherente. Se nota la veteranía, el oficio y la admiración por la mujer a la que siempre quiere ver empoderada y bella.

La vuelta del cuero

Torretta pasa de tendencias de rabiosa actualidad, esas que caducan casi al instante. Pasa también de ropa sin género y atemporalidades. Su modelo de negocio es clásico y está hilvanado al calendario estacional y al de ventas. Le funciona, porque conoce el sector y conoce a la clienta. Para ella, para ellas, ha dibujado una propuesta potente, en la que destaca el cuero. "Lo hemos recuperado, hacía varias temporadas que no lo hacíamos y nos apetecía volver a incluirlo en la colección. Lo vemos en un abrigo fabuloso que no lleva botones, ni siquiera en los puños. "Está muy bien cosido", dice orgulloso de su equipo. Lo vemos también en un vestido arrebatador, realizado como si fuera un puzzle de piezas del mismo tono. "Está cortado a cuchilla y el cuello rodea el cuello, como si fuera un fular". Torretta destaca la capacidad del cuero para envejecer con dignidad, y el cuero lo hace estupendamente.

Desfile de Roberto Torretta

Juego de contrastes

La colección juega a los contrastes, algo con lo que disfrutan en la casa. El desfile arrancan con un abrigo en tono berenjena, hecho en crêpe de lana, pesado. Todo en él es una declaración de intenciones. De la sobriedad y el minimalismo -y del patrón oversize- de los abrigos se pasa a la ligereza y fluidez de los vestidos. Del negro al azul o amarillo.  Del corto al largo. Destacan también las prendas en mohair, como un delicado y mimoso abrigo que casi podría flotar en el aire. Los tonos neutros abren el desfile y dejan paso a los azulones, burdeos, mantequilla, malva y negro, con el que tiñe sus vestidos de noche.

El poder de la lentejuela

Hay mucho trabajo de pliegues, plisados y drapeados, elegantes y sensuales, que acentúan la parte más femenina de la colección.  Hay contraste incluso en los mismos vestidos, hechos en crêpe de chine o seda, ya que Torretta lo hace camiseros muy cortos o largos. Los hay lisos y los hay en un gris especial que va salpicado de flores. Uno de ellos parece pensado para la reina Letizia. Todos los mates del inicio quedan de pronto, y por un momento, eclipsados por los vestidos de lentejuelas. El modista las prefiere en negro mate y negro brillo, que juntas contrastan en un vestido túnica, un top y una prenda de abrigo. Los bolsillos son el hilo conductor de una colección de la que el modista dice que moda de autor, remarcando esa originialidad, ese gusto por un elemento diferenciador. La creatividad y la autoría se ponen en valor, es lo que da poder a la colección.

Desfile de Roberto Torretta

Desfile de Roberto Torretta

Desfile de Roberto Torretta

Desfile de Roberto Torretta

Desfile de Roberto Torretta