Enlaces accesibilidad

El accidentado rodaje de 'Raíces profundas': Un hombre fue enterrado vivo en esta escena

  • La escena del funeral requería un detalle que casi acabó con la vida de un hombre
  • ¿Qué fue del niño de niño de la película? La trágica muerte del actor
  • Raíces profundas (1953), disponible en RTVE Play hasta el 28 de febrero

Por
Raíces profundas (1953)
Raíces profundas (1953)

Raíces profundas es uno de los grandes clásicos del western. Rodada en la época dorada de los estudios de Hollywood, el director George Stevens no escatimó en gastos, especialmente cuando consiguió el presupuesto, ya que en un inicio la cinta se planteó como de serie B. Pero conseguido el dinero, había para un amplio equipo, atrezzo y hasta adiestradores de animales. Todo ello, acompañado de algunos de los grandes rostros de la gran pantalla, como Alan Ladd o Jack Palance. De las escenas más épica, al detalle más pequeño, todo era importante ante la milimétrica mirada de Stevens. Incluso si para ello tenía que poner en peligro la vida de un hombre.

El justiciero de la película (en un buen clásico del viejo oeste hay uno de estos) es Shane, al que da vida un pletórico Ladd. Un pistolero con turbio pasado, dispuesto a rehacer su vida y convertirse en el defensor de los más débiles. Frente a él un malo antológico, Jack Willson. Y entre ellos, muchas balas rozándoles los sombreros cowboy.

Escena de la película 'Raíces profundas' (1953)

Escena de la película 'Raíces profundas' (1953)

En gran pistoleros del Lejano Oeste

Llena de arquetipos que marcarían al resto de cintas del género, no puede faltar tampoco la bella lugareña a la que da vida Jean Arthur fascinada por el forastero. Una admiración que también siente por él un niño inquietante que observa la acción tan atónica como el resto de espectadores. Y, para rematar, el perro. Clave en la (casi) tragedia que tuvo lugar en el rodaje de la última escena de la película.

Nos referimos a la escena del funeral. El director pretendía aquí una de las mayores hazañas del cine, hacer que un animal siga sus indicaciones. Obviamente, el perro de la película marcaba sus propias reglas y la escena deseada por Stevens, en la que el perro miraba al interior de la fosa, no salió a la primera. La solución tomada por el director era, aparentemente, sencilla. El adiestrador del perro entraría en el fondo de la tumba y atraería la mirada del animal.

Alan Ladd es Shane en 'Raíces profundas' 1953

Alan Ladd es Shane en 'Raíces profundas' 1953

Un lapsus a paladas

Lo logró, pero alguien se olvidó de sacarlo de allí. En una de las tomas, el ataúd fue bajado a la tumba, tapando al adiestrador, y cuando el compositor que utilizaba la armónica comenzó a tocar "Taps", la tripulación se sintió tan conmovida por la escena que comenzaron echar tierra en la tumba sin recordar que el adiestrador seguía ahí. Desde luego, a parte del Oscar a la Mejor fotografía, Raíces profundas, bien merecía otro reconocimiento para este hombre que puso en peligro su vida en favor del cine. La película puede verse, gratis, en RTVE Play hasta el 28 de febrero.