El surrealista viaje en busca del amor de Inma Cuesta
- La actriz demuestra que todos podemos tener una segunda oportunidad en Vivir dos veces (2019)
- María Ripoll también dirige en la película a Óscar Martínez y Mafalda Carbonell
- El proyecto más personal que Inma Cuesta tiene entre manos
- Descubre todo el cátalogo de Somos Cine, películas gratis y sin suscripciones
Comedia, drama, road movie son los ingredientes de esta cinta dirigida por María Ripoll. Vivir dos veces (2019) es una película que consigue emocionarnos gracias a un guion tan sincero como conmovedor y divertido; y a las maravillosas interpretaciones de sus protagonistas, entre los que destacamos a Óscar Martínez, Inma Cuesta y la joven Mafalda Carbonell. Una estupenda película que tienes disponible en RTVE Play.
La película cuenta como Emilio (Óscar Martínez), su hija Julia (Inma Cuesta) y su nieta (Mafalda Carbonell) emprenden un surrealista viaje en busca del amor de juventud de Emilio, que está empezando a sentir los primeros síntomas del alzhéimer.
María nos comenta por qué le fascinó este guion: "La historia me interesó porque era una road movie, me fascinó el concepto de que antes de olvidar quieras recordar, era un gran guion de María Mínguez y me permitía trabajar con Gustavo Ferrada, que es un productor que sabe mucho y, sobre todo, me gustó ese equilibrio de la historia entre el drama y el humor. Estaba harta de comedias y esa mezcla suponía un gran reto para mí. Así que decidí hacer una "dramedia", explica en una entrevista a RTVE.
"Creo que la dificultad de esta película estaba en el tono -añade Inma Cuesta-, porque al ser una "dramedia", como dice María, había que saber equilibrar muy bien el drama y el humor para encontrar la medida justa. El personaje me atrapó porque venía de hacer la Ana Mari de Arde Madrid, y encontré un camino para crear una cosa completamente diferente. Además, María escuchó todas mis sugerencias sobre el personaje, sobre cómo yo veía a Julia".
Una película que trata temas muy actuales
La película que se basa las relaciones familiares y en otros temas muy interesantes."Yo creo que la película -asegura la directora- trata una realidad muy cercana a mucha gente: ¿Qué hacemos con nuestros mayores? ¿Qué pasa con la tercera edad y por qué no se habla de ella en las películas? ¿Qué pasa con la gente que está viviendo la vida que cree que debe vivir y no la que quiere vivir? ¿Y qué pasa con las redes sociales y el mundo virtual de los jóvenes? Son realidades muy cercanas de muchas familias, de la mía, y me interesaba contar todo esto desde el humor, porque la vida tiene mucho de absurdo. Si lo hablas desde el drama es demasiado cercano y doloroso, pero desde el humor puedes tocarlo más. Por los pases, creo que la película llega a la gente y la emociona".
María Ripoll confiesa que, para el tono de la película, se ha inspirado en Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton, Valerie Faris, 2006). "Es una película que trata sobre una familia disfuncional en busca de la felicidad, igual que la de Vivir dos veces. Y me encantaba cómo conseguía ese equilibro entre el humor y el drama. Vivir dos veces no es una película sobre la tercera edad ni sobre la enfermedad, sino sobre tres generaciones, sus conflictos y su búsqueda de la felicidad".
La memoria y la nostalgia también son otro de los grandes temas: "La nostalgia es una parte muy importante de nuestra vida -asegura María-. Muchas veces vivimos cosas que no nos damos cuenta de lo importantes que son hasta que pasan unos años y las recordamos. Y de eso va la película de esa oportunidad que perdió Emilio y que recordará toda su vida. Además, todos tenemos un amor al que no nos declaramos. Y todos tenemos esa cosa de ¿qué hubiera pasado si se lo hubera dicho?".
Una historia que, según la directora, solo se podía contar como una road movie: "Una road movie es una metáfora de la vida, del trayecto que hacen todos los personajes, que crecen y se descubren. Porque empieza siendo una familia muy despegada y aprende a quererse. Solo se encuentran a través de este trayecto físico y psicológico. Además nunca había hecho una road movie y me apetecía. Aunque complique mucho el rodaje, es muy cinematográfico".
"Si eres valiente puedes vivir dos veces"
María asegura que otro de los grandes temas de la película es si vivimos engañándonos a nosotros mismos: "Mucha gente vive sus vidas porque piensan que son las que quieren o deben vivir. Por eso yo creo que con valentía se puede vivir dos veces. Todo el mundo puede tener una segunda oportunidad, puede vivir dos veces. Esa idea me encantaba".
Algo en lo que está de acuerdo Inma Cuesta: "Creo que en algún momento todos nos engañamos sobre nuestra vidas -confiesa Inma-. Yo me esfuerzo mucho por tener mis sentidos despiertos para evitarlo, para ser honesta realmente con lo que quiero hacer realmente y lo que deseo en cada momento. Por eso creo que esta película tiene un mensaje bonito: Demuestra que todo el mundo tiene una segunda oportunidad, que todos podemos cambiar de vida y da igual la edad. Me parece bonito ese mensaje".
El personaje de Inma Cuesta es el que más evoluciona en la película: "No estaba previsto pero acaba convirtiéndose en el centro de la película -asegura María- Es la típica mujer a la que le encanta controlar todo. Intenta ser una buena hija y una buena madre, salvar su matrimonio, ser una buena profesional en su trabajo.. . Como muchas mujeres en la actualidad. A ntravés de este viaje ella, que es más racional que sentimental, se dará cuenta de que toda su vida es una farsa y tendrá la valentía suficiente para empezar de nuevo y ayudar a su padre a encontrar ese amor de juventud. Muchas mujeres que han visto la película se me han abrazado y me han dicho que he contado su vida Muchas mujeres intentamos poder con todo y al final no se puede".
"Julia -nos comenta Inma- es una visitadora médica que tiene un estricto sentido del deber, de lo que está bien, lo que está mal... una mujer controladora; una doña perfecta que tiene muy claro las pautas que debe seguir en su vida. Pero gracias a ese viaje que emprende con su padre, para buscar al amor de su infancia, se da cuenta de que nada de su vida le hace feliz. Y durante ese trayecto hay una gran evolución en ella y, al final aparecerá una mujer completamente distinta, que tomará las decisiones que verdaderamente le cambiarán la vida y la de su familia".
Por eso acaba siendo la protagonista: "Eso ha pasado durante el rodaje de la película -asegura Inma-. La película acaba girando en torno a ella porque termina siendo casi un triángulo amoroso en torno al padre, la hija y la nieta. Ella se ve obligada a tomar las riendas de todo".
Un perfecto equilibrio entre el drama y la comedia
La película consigue ese difícil equilibrio entre el drama y la comedia. "Eso solo se puede conseguir -añade María Ripoll- con buenos actores que no jueguen al gag sino que estén en el drama, como Óscar Martínez e Inma Cuesta. De hecho, el guion era más cómico y le hemos metido más drama para conseguir ese equilibrio. Y con un buen montador. El montaje es fundamental en cualquier película".
En cuanto a ese equilibrio entre el drama y la comedia, Inma asegura que: "Creo que lo más difícil para un actor es saber tomar las decisiones adecuadas. Decir que no cuando tienes que decirlo. Encontrar el equilibrio entre la inteligencia y la intuición. Y no es nada fácil porque a veces nos da miedo decir que no a ciertas cosas pensando que ya no nos van a volver a llamar... Yo me dejo llevar por la intuición y he tenido la suerte de que confíen en mí para hacer comedia. Encontrar ese equilibrio entre el drama y la comedia es maravilloso y que los directores confíen en tí para las dos cosas es lo mejor que le puede pasar a un actor. Eso me hace muy feliz porque me gusta muchísimo la comedia. Mucho, mucho.
"Óscar es el mejor actor con el que he trabajado"
Aunque todos los actores son geniales, el argentino Óscar Martínez (El ciudadano ilustre) vuelve a dar una nueva lección de interpretación en el papel de Emilio. "Óscar es el mejor actor con el que he trabajado -asegura María-. Fue mi primera elección para el papel desde que ví El ciudadano ilustre. No es muy del método. Solo me dijo que le diera tres fases de la enfermedad y con una mirada, un gesto y una posición corporal consiguió transmitirlo. Aparte hice bastante investigación, hablamos con gente que tiene casos cercanos, vimos documentales...porque es un tema muy delicado para tratarlo a la ligera. Incluso incorporé más drama al guion".
"Óscar es un genio -añade Inma-. Siempre que te encuentras con una mirada tan inspiradora como la suya tu trabajo crece. Yo he tenido la suerte de tener delante a Óscar y a Mafalda que es pura dinamita. Es un bicho, como puede verse en la película. Es un rayito de luz todo el rato. Aporta esa chispa, esa gracia y esa mirada inocente. Aunque luego vemos que no es tan inocente. Y es muy divertida. Creo que con ellos y con Nacho López (que interperta a Felipe, el marido de Julia) hemos formado un gran equipo en el que ha sido muy fácil construir la historia".
Y es que Mafalda, hija del actor Pablo Carbonell es uno de los grandes descubrimientos de la película con su interpretación de Blanca, la hija de Julia. "El guion estaba escrito para una joven de 16 años y ella tenía 9 cuando hicimos el casting -asegura María-, pero lo hizo tan bien que cambiamos la edad del personaje. Porque vimos su potencial. Y estamos contentísimos con ella. Es muy espontánea y muy valiente".
Inma también se preparó para las escenas en las que Óscar va perdiendo la memoria: "Las hemos tratado con mucha delicadeza -asegura Inma-. El alzhéimer es el punto de partida de la película pero no lo más importante. Yo me ví el documental Bicicleta, cuchara Manzana (Carles Bosch, 2010), sobre la batalla de Pasqual Maragall contra el alzheimer, que es precioso. Pero solo para tener una referencia, porque no queríamos hacer algo muy denso. Y Tener a Óscar delante, que lo hacía genial, lo ha hecho todo mucho más fácil".
Otras películas de la directora
María Ripoll también ha dirigido otras películas románticas como Ahora o nunca (2015), con Dani Rovira, y Rastros de Sándalo (2014), película que puedes ver en el catálgo de Somos Cine.
Rastros de sándalo comienza en Bombay. Allí, Mina, una exitosa actriz india, no puede olvidar a su hermana pequeña Sita, de quien se vio obligada a separarse después de la muerte de su madre en una aldea. Treinta años más tarde, Mina finalmente se enterará de que Sita está bien y vive en Barcelona. Sin embargo, los padres adoptivos de Sita han borrado todas las huellas de su pasado.
Ahora se llama Paula, trabaja como bióloga investigadora y no tiene ningún recuerdo de su pasado indio, ni de Mina. Enfrentada a las impactantes verdades de su pasado, Paula comienza un largo viaje de autodescubrimiento, con la ayuda en el camino de su incipiente romance con Prakash, un guapo inmigrante indio. Una historia de esperanza y amor entre Bombay y Barcelona, en un viaje de ida y vuelta desde la India hasta el Mediterráneo.