La escritora Amélie Nothomb rinde tributo a su padre en su nueva novela, "Primera sangre"
En el libro, galardonado con el Premio Renaudot 2021, la autora belga revive la voz de su padre en primera persona
- La autora, que nació y creció en Japón, reside en París. Su primera obra fue Higiene del asesino (1992)
- Primera sangre (Anagrama) comienza en 1964, en el Congo, con el joven Patrick Nothomb frente a un pelotón de fusilamiento
Nothomb, la que nació (dicen, no es seguro) en Kobe. Nothomb, la del empleo delirante en Japón. Nothomb, la hija de un diplomático. La que luchó contra la anorexia. La de la novela por año (escribe tres y selecciona una, cuenta la leyenda). La de los horarios cartesianos. La de las entrevistas a su manera. La lectora de Proust, Mishima, Céline, Ishiguro. La de los retratos con grandes sombreros. Amélie Nothomb, la novelista que ha creado una trayectoria literaria única hablando de la piedad, el miedo, la belleza, el conflicto.
Primera sangre (Anagrama), su novela número treinta, fue galardonada con el Premio Renaudot en 2021. En ella rinde tributo a su padre, fallecido justo antes de la eclosión del covid. La escritora reconstruye el origen de su familia antes de que ella naciera. Óscar López se cita con Amélie en el restaurante Il Giardinetto, uno de los centros sociales de la escena literaria barcelonesa.
La voz de la novela es la del padre, en primera persona. En la primera página lo encontramos frente a un pelotón de fusilamiento. Estamos en el Congo, en 1964. Secuestrado por los rebeldes, es el joven cónsul belga en Stanleyville. Se llama Patrick Nothomb. «Me llevan ante el pelotón. El tiempo se estira, cada segundo dura un siglo más que el anterior. Tengo veintiocho años. (...) Desde el vehículo que me ha trasladado hasta el monumento, he contemplado el mundo y he empezado a apreciar su belleza. Qué lástima tener que abandonar un lugar tan espléndido. Qué lástima, sobre todo, haber necesitado veintiocho años de existencia para ser así de sensible.»
No queremos hacer un spoiler, pero el padre sobrevivirá. Y nos contará la historia de su familia; la de su padre militar, muerto en unas maniobras por la explosión de una mina cuando él era muy pequeño; de una madre desapegada; del abuelo poeta y tirano; de la familia aristocrática, decadente y arruinada; del hambre y las penurias durante la Segunda Guerra Mundial. Patrick falleció el 17 de marzo de 2020, uno de los primeros días del confinamiento. Amélie no pudo despedirse ni velarlo. Y empezó entonces un fenómeno extraño; su padre ‘hablaba’ todo el rato en su cabeza, cosa que no había ocurrido nunca antes. Así que se puso a escribir ese monólogo. La escritora belga explica que ella nació gracias al poder de la palabra que tuvo su progenitor, y que quizá por eso acabó siendo escritora.