Brendan Fraser recuerda el accidente que sufrió en el rodaje de 'La momia' por el que casi muere
- Protagonizó la película en 1999 junto a Rachel Weisz y fue todo un éxito
- Gerard Butler "casi mata" a Hilary Swank en el rodaje de esta película: ¿Qué ocurrió?
En apenas dos semanas se celebran los premios Oscar, una noche llena de emociones en la que Brendan Fraser opta a hacerse con una de las estatuillas en liza. El estadounidense compite por el galardón al mejor actor contra Austin Butler, Colin Farrell, Paul Mescal y Bill Nighy y todo por su papel en La ballena, que ya le ha dado varias alegrías: ha ganado en los Critics Choice Awards y en los SAG.
Pase lo que pase el domingo 12 de marzo, lo que está claro es que el cariño del público lo tiene desde hace décadas. Brendan Fraser nos hizo reír como nadie en los 90 y los 2000, una aplaudida carrera en comedia que compaginó con ser un héroe de la acción. La momia fue todo un éxito en su momento y tuvo dos secuelas, un spin-off centrado en el Rey Escorpión y un remake con Tom Cruise como protagonista. Ahora Brendan Fraser recuerda un accidente que vivió durante el rodaje de la película y por el que casi muere.
En la escena de un ahorcamiento
No es la primera vez que habla de aquella horrible experiencia. "Tenía una soga alrededor de mi cuello y el especialista la tensó tanto que me quedé de puntillas. No soy una bailarina, precisamente, y no lograba apoyarme sobre la punta de mis pies. Solo recuerdo ver girar la cámara empezaba a girar y un fundido a negro, como el final de una película muda. Fue como bajar el volumen del estéreo de tu casa. Me ahogué casi por completo. Fue aterrador", contó una vez a Entertainment Weekly.
Esta vez, el actor ha dado más detalles de lo que pasó en el set de rodaje en el programa de entrevistas que dirige la cantante Kelly Clarkson. Estaba rodando una escena en la que le colgaban y su actuación no convencía mucho al director, Stephen Sommers. No le daba la impresión de que se estuviese ahogando, así que se dispusieron a grabar otra toma.
"Me puse de puntillas y el tipo que sostenía la cuerda por encima de mí tiró de ella un poco más hacia arriba", cuenta. "Él estaba subiendo y yo bajando", resume, un momento de tensión espantoso. "Lo siguiente que supe fue que mi codo estaba en mi oído, el mundo estaba de lado, había grava en mis dientes y todos estaban muy callados", recuerda el actor. Al recuperar la consciencia, el trabajador que le despertó le hizo un comentario que Brendan Fraser recuerda todavía, aunque ya han pasado 14 años: "Felicidades, estás en el club. A Mel Gibson le pasó lo mismo en Braveheart".