Exposición en la Alhambra: la costura de la edad de oro española se mide con la obra de Henry Clarke
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Viajamos a 1968. Ese año, el fotógrafo norteamericano Henry Clarke disparó su Rolleiflex para retratar a la famosa modelo Moyra Swan, que llevaba un vestido de Carmen Mir. La fotografía se hace en el Palacio de los Leones de La Alhambra. Es un momento clave para la moda española, y para la modista catalana, que tuvo una importante expansión internacional: hizo un desfile en lugares como Sidney y Washington, vendió en Houston e hizo los uniformes de la delegación española en los Juegos Olímpicos de México, país en el que tuvo cierta relevancia. No fue la única. Entre los 50 y 60 del siglo XX, la costura española vivió un momento de esplendor. Revistas como Vogue y Harper´s Bazaar publican las creaciones de Elio Berhanyer, Asunción Bastida, Manuel Pertegaz, Flora Villarreal y Pedro Rodríguez, y por supuesto de Cristóbal Balenciaga (aunque el vasco ya estaba instalado en París y su historia es diferente). Elizabeth H. Buckley y Aline Griffith, condesa de Romanones son el puente entre los creadores y estas cabeceras internacionales, son las influencers de aquella época dorada, las embajadoras de la costura Made in Spain. Aline me decía con orgullo que las crónicas de sociedad de la prensa americana destacaban siempre su vestuario, sobre todo cuando vestía de Elio Berhanyer.
Nuestra costura es más que Balenciaga
Pero la historia no siempre es amable y, a veces, relega a los artistas, sobre todo a las mujeres. La magnitud de Cristóbal Balenciaga ha eclipsado a otros grandes talentos, desde Pedro Rodríguez a Asunción Bastida. Ahora sus nombres y sus 'costuras' se instalan en La Alhambra junto a las fotografías de Henry Clarke para ofrecer un conjunto precioso, que conecta un momento clave de la historia con el presente. El trastorno que provoca el exceso y la saturación de belleza se conoce como Síndrome de Stendhal. Y es lo que hemos sentido todos al recorrer la exposición junto a su comisario, Eloy Martínez de la Pera. El trabajo que ha hecho es soberbio y el resultado es apabullante. "Exponer aquí te saca fuera de juego", dice muy emocionado, envuelto en la elegante oscuridad de la sala, es como si hablara un cuadro de El Greco. "El reto era hacer algo que estuviera a la altura de la belleza de este espacio. Ten en cuenta que vas a secuestrar los ojos, el alma y el corazón de los visitantes para contarles una historia".
Celebrar nuestra costura, nuestro patrimonio
Pone el acento en los vestidos, resaltando su importancia, y subraya el talento de Clarke, del que destaca que tenía una mira elegante, sofisticada y bella. "La idea es reivindicar la moda como una expresión creativa, porque, ya sea consciente o inconscientemente, nos conforma la mirada y nos conforma la manera de ver la belleza del mundo". Las piezas expuestas son elementos narrativos, ventanas a otra forma de entender los dos oficios: la costura y la fotografía. "Hay que celebrar de dónde venimos. Celebrar es el mejor verbo. Estamos celebrando nuestra moda, una moda que se estaba reconociendo internacionalmente, en las mejores revistas y se veía en los mejores escaparates de moda del mundo. ¡La moda española estaba en las tiendas de la Quinta Avenida de Nueva York!. En la década de los 60, se celebraba a nuestros creadores y es importante que la gente, los políticos, las instituciones y los diseñadores actuales vean esto y se reconozcan, y a la vez reconozcan la moda como expresión artística, pero también como industria. Tenemos que reivindicar la moda como un elemento más del patrimonio español".
Dar su sitio a las mujeres de la costura
Un abrigo de Pertegaz rivaliza en belleza con un vestido rojo de Balenciaga. Son absolutamente modernos, a pesar de su edad. Pero tienen mucha competencia en esta exposición que, como dice Eloy, celebra la costura española y, además, pone en valor y ensalza a tres mujeres que merecen su lugar en la historia. "Asunción Bastida, Flora Villarreal y Carmen Mir fueron excepcionales, quizá sus piezas sean de las más especiales. ¿Fueron eclipsadas? Quizá sí. Muchos pintores fueron eclipsados por Pablo Picasso y muchos diseñadores fueron eclipsados por la dimensión que tiene de Cristóbal Balenciaga. Por eso están ahora aquí, el lugar que les corresponde es al lado de Balenciaga, no detrás".
El legado de la costura
Los patrones de estos vestidos son mapas que nos llevan a la moda de los 60 y 70, la de los grandes. Y, aunque hablemos de modistos con tanto peso, el recorrido es una delicia, al abrigo de las luces y las sombras. "Yo quería contar una cosa muy sencilla, que la moda es un elemento esencial de nuestro patrimonio cultural. La moda no solo es indumentaria, la moda es comunicación, la moda vende un país porque es parte de su legado artístico". Un legado que, instalado en la Alhambra que es Patrimonio de la Humanidad, adquiere una dimensión especial.
El recorrido empieza con los inicios del fotógrafo para luego pasar a la Edad de Oro de la costura española que tanto fotografió, y termina con un conjunto de obras inspiradas en La Alhambra. Un total de 250 piezas comparten espacio y de ellas, 50 son fotografías de Clarke. Los dos años de trabajo y esfuerzo han merecido la pena. Eloy Martínez de la Pera trabaja día a día para contar la historia de la moda y sus conexiones con otras disciplinas artísticas, pero también para ponerla en sus contextos, sociales e históricos. Este comisario vertebra la historia de la costura de España a través de sus exposiciones, siempre con elegancia y un excelente poder de comunicación, para que le llegue a todo el mundo, para que emocione a todo el mundo.
Decía André Leon Talley, el periodista y editor de Vogue, que los de su generación eran dinosaurios en estos tiempos de redes sociales, pero su labor, nuestra labor, es importante. "Cuando hice la exposición de Balenciaga y la pintura española, muchos jóvenes descubrieron a Cristóbal Balenciaga. Ahora, podrán ver aquí un vestido cut-out, que tanto se lleva ahora, que se hizo hace 60 años. Si esto sirve para que las chicas y chicos de la Generación Z conozcan a todos estos creadores, créeme, el trabajo de estos dinosaurios habrá valido la pena".