Kochi-Muziris Biennale 2022/23: una apuesta por la poesía, el humor y el diálogo intercultural en tiempos revueltos
- Hasta el 10 de abril, la cosmopolita ciudad portuaria vuelve a ser escenario de la que se estrenó en 2012 como primera bienal de arte contemporáneo de la India
- El primero de los dos programas que Metrópolis dedica a la KMB 2022/23 ofrece un recorrido por la exposición central Por nuestras venas tinta y fuego corren
- Kochi-Muziris Biennale 2022/23 I se emite en Metrópolis el jueves 16 de marzo, a la 00.55h en La 2
Kochi es la segunda mayor ciudad de Kerala, el estado con la mayor diversidad religiosa y cultural y el mayor índice de desarrollo humano de la India. La mítica Muziris fue su antecesora como uno de los principales puertos del país y centro del comercio internacional de especias hasta quedar inundada y encenagada en 1341. Ocupada por los portugueses en 1503, Kochi fue también el primer asentamiento colonial europeo en la India, que posteriormente sería gobernado también por holandeses y británicos.
La elección de Kochi como sede de un evento artístico de gran envergadura se debe a esa larga historia como puente entre pueblos y crisol de culturas. El formato de bienal internacional fue propuesto por artistas consultados por el Ministerio de Educación y Cultura de Kerala en 2010; desde su primera edición en 2012, la Bienal es concebida, organizada y comisariada exclusivamente por artistas y se desarrolla mayoritariamente en espacios del patrimonio arquitectónico de la ciudad, como son los almacenes y depósitos de la época colonial.
La exposición central de la quinta edición, que se celebra con dos años de retraso debido a la pandemia dela Covid-19, ha sido comisariada por la artista india residente en Singapur Shubigi Rao. Bajo el título Por nuestras venas tinta y fuego corren, reúne obras de 94 colectivos y artistas instaladas en Aspinwall House, Pepper House y Anand Warehouse, donde “dan cuenta de la potencia transgresora de la tinta y del fuego transformativo de la sátira y del humor”, frente a las crisis que, actualmente, afrontan la humanidad y el planeta Tierra.
La memoria histórica
Toda una serie de proyectos parten de investigaciones de los artistas en torno al pasado de su región, sus comunidades y costumbres: Nathalie Muchamad (Nueva Caledonia/Mayotte) presenta una instalación con textiles javaneses tradicionales, en los que inserta material de archivo para escribir la historia de la esclavitud en las colonias europeas en Indonesia, Kochi y las islas del Océano Índico; Colectivo Ayllu/Migrantes Transgresorxs (España) subvierten, en Indian Fantasies: Species and Spices (2022) las narrativas coloniales que identificaron a los pueblos indígenas de las Américas como “indios del oeste” y como cuerpos heterosexuales binarios; en Redes de Conversión (2021), Ximena Garrido-Lecca (México) explora las afinidades y tensiones entre la tradición tejedora precolombina y la tecnología digital actual; Myriam Omar Awadi (Reunión) evoca, bajo el título Fires that your last breaths kindle? (2022), el ritual Debe, practicado por una comunidad de mujeres comoranas, que desapareció en los años 50 prácticamente sin dejar rastro.
The Public Life of Women (2018) reúne documentos pertenecientes al Proyecto de Memoria Feminista de la Nepal Picture Library, instituido para visibilizar la historia de los movimientos feministas en Nepal en su intersección con otros movimientos políticos y sociales; y Sahil Naik (India) reconstruye, en la instalación All is water and to water we must return (2021-2022) la historia de Curdi, un pueblo indio inundado debido a la construcción de una presa en los años 60 que, desde los años 80, reemerge en verano y es celebrado por sus antiguos habitantes con rituales de limpieza y reapropiación, y con canciones a sus tierras y sus aguas.
Discriminación milenaria, divisiones y conflictos actuales
Dos de los aspectos más discriminatorios del hinduismo son tema central de las obras de Mithra Kamalam (India), que en Corrective Measures – Resetting Sati (2022) apropia y subvierte referentes visuales y literarios en torno a la autoinmolación del las viudas hindúes para ofrecer una alternativa a su habitual lectura patriarcal; y de Jithinal NR (India), un artista dalit de Kochi que expone en Spectral Speech (2022), a partir de sus propias experiencias, la complejidad de las identidades basadas en la pertenencia a una casta.
La coexistencia del esplendor absoluto con la indigencia extrema típica de las grandes ciudades, es recogida en la videoinstalación Bombay Tilts Down (2021-2022) del colectivo audiovisual CAMP (India) que yuxtapone vistas de Mumbai grabadas por control remoto con una cámara de vigilancia, que opera exclusivamente con movimientos verticales bajantes. Massinissa Selmani (Argelia/Francia) presenta una serie de dibujos y animaciones titulada All trees are potential enemies (2022), en la que reúne reflexiones genéricas sobre la exclusión en base al nacionalismo inspiradas en imágenes y caricaturas publicadas en periódicos, mientras que otros dos proyectos reflejan conflictos actuales concretos: en Forever Young (2021-2022), Shwe Wutt Hmon (Myanmar) expone retratos fotográficos de jóvenes participantes en las protestas que tuvieron lugar en Myanmar en la primavera de 2021, que fueron intervenidos por la artista para no revelar su identidad; Zhanna Khadyrova (Ucrania) muestra, bajo el título Palianytsia (2022), piedras con la forma de este pan típico de la región que, por su pronunciación distinta en ucraniano y ruso, se ha visto convertido de símbolo de hospitalidad en medio de identificación del enemigo.
Un planeta amenazado
La crisis realmente global y más profusamente amenazante es la del deterioro del medio ambiente en el planeta Tierra. Las múltiples propuestas que se ocupan de esta temática van desde la investigación sobre la transformación de los ecosistemas en alturas extremas de los Alpes y del Himalaya recogida en Up, Up. Up (desde 2020) de Uriel Orlow (Suiza/Reino Unido/Portugal), o el aumento, tanto de la deforestación como de las agresiones contra la población indígena de la Selva Amazónica por parte de mineros de oro ilegales durante el mandato de Jair Bolsonaro expuesto por el colectivo Forensic Architecture (Reino Unido) en el video I.85: Gold Mining and Violence in the Amazon Rainforest (2022); hasta las visiones decididamente distópicas de Pranay Dutta (India) que, en Day Zero (2022), presenta paisajes arquitectónicos y mentales del futuro augurado por activistas pacifistas y ecologistas.
En el poema Quipu Mapocho (2022) que Cecilia Vicuña (Estados Unidos/Chile) dedica a este río chileno amenazado, a partes iguales, por la polución y la privatización, en cambio, los nudos evocan tanto la agencia humana como su potencial reversibilidad, dejando abierta la posibilidad de una recuperación. La relación del ser humano con otros seres vivos del planeta es abordada por Joan Jonas (Estado Unidos) que, en la impactante instalación Moving Off the Land II (2020) expone la interacción entre seres humanos y animales en la vida, la mitología y la poesía de los océanos; mientras que Lull (2022) de Anju Acharya (India) dibuja una malgama de elementos humanos, animales y vegetales, que incide sobre los principios esencialmente idénticos de su anatomía y sus ciclos vitales.
Conciliación y sanación
Destaca, en esta exposición, el gran número de proyectos que proponen estrategias de lo más diversas para superar las divisiones, reparar los traumas, recuperar lo común o afrontar las amenazas: Asim Waqif (India) ha convertido los bajos de una arboleda en el patio de Aspinwall House en un gran instrumento musical, que con el título Improvise (2022) invita a la creación colectiva de los visitantes; con las campanillas metálicas que conforman Sonic Droplets – Steel Buds (2022), Haegue Yang (Alemania/Corea del Sur) evoca su papel en múltiples prácticas rituales, tanto espirituales como profanas, de las culturas asiáticas y europeas; en su envolvente instalación Such a Morning (2017), Amar Kanwar (India) propone una reflexión sobre el potencial edificante de la oscuridad y del silencio frente a la violencia y los traumas; Mangdem’ma: an invocation for the healing of Adivasi Spirits and Land (2022) de Mekh Limbu (Nepal) invoca rituales chamánicos para evitar la disolución de la comunidad indígena Yakthung, actualmente dispersada por la oferta de trabajo en el sudeste asiático y Oriente Medio; y Archana Hande (India) ha instalado, con My Kottige (Bhoota Sthana) (2022), un santuario contemporáneo construido con material reciclado que combina referencias al dios borracho Kalu-Kudka con estrategias arquitectónicas empleadas en el sur asiático para protegerse del mal de ojo.
En otros trabajos, la propia práctica artística se convierte en una introspección sanadora, insinuada, por ejemplo en las recreaciones autobiográficas no lineales en la pintura metafísica de Smitha GS (India); ayuda a superar los efectos sicológicos de la reciente pandemia, como es el caso de Almanac of a Lost Year (2020-2021), compuesto de 365 acuarelas pintadas por Vasudevan Akkitham (India) a partir del primer dia de confinamiento, o de la composición A Poem, An Essay, A Fable (2022), en la que Jason Wee (Singapur) reflexiona sobre la poesía, la desobediencia y las coreografías prescritas del espacio público, llevadas al extremo durante la pandemia; o confronta, como lo hace Vasudha Kapadia (India) con grandes dosis de ironía en la serie Synthetic Nature (2021-2022), los inminentes dilemas al que el ser humano se verá enfrentado por los avances en IA.