Spa, la ciudad belga de los baños termales

• La palabra ‘spa’, que significa balneario, procede de esta localidad
• Ya en la época romana era famosa por sus circuitos de aguas termales
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Spa es una ciudad ubicada en el valle de los Ardenes, rodeada de montes e innumerables ríos. Es famosa por su agua mineal y por sus spas.

Una forma de relajarnos cada tarde es sintonizando ‘Saber y ganar’, aunque si sois de los que jugáis a la vez que nuestros concursantes, puede que más que relajaros acabéis con la adrenalina por las nubes, sobre todo con ‘El Reto’. En una de las preguntas de hoy hablamos de una ciudad belga que ha sido lugar de peregrinaje desde la época romana para aquellos que buscaban desconectar tanto física como mentalmente de sus rutinas y que ha dado nombre a los recintos de aguas termales. ¿Habéis visitado alguna vez Spa? ¡Hoy la conocemos un poco más!

Spa, siglos de tradición termal

En la provincia belga de Lieja hallamos la ciudad de Spa, conocida ya en la época romana por baños termales, unas estancias muy usadas por los romanos tanto a nivel público como en el ámbito privado. De hecho, Plinio el Viejo ya la menciona en su escrito titulado ‘Naturalis Historia’, elaborado entre los años 77 y 79 d.C.

El regalo de la naturaleza del que goza esta localidad hizo que se convirtiese en un punto de encuentro de la aristocracia de las cortes europeas a lo largo del siglo XVIII, quienes disfrutaban de sus baños termales y del magnífico entorno natural que la rodea. Allí se construyó un casino en 1763, el primero del continente, y que el zar Pedro I de Rusia la visitó en 1717.

Casino de la ciudad belga de Spa

Casino de la ciudad belga de Spa

No obstante, con las etapas revolucionarias de la época, dejó de funcionar ya a principios del siglo XIX. Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, Spa se convirtió en el centro de operaciones de los mandos alemanes ya que allí residía el emperador Guillermo III.

Su importancia fue tal que el nombre de la ciudad ha pasado a usarse para referirse a los balnearios de ocio y salud que cuentan con instalaciones de piscinas, baños, zonas de masajes y donde se realizan todo tipo de tratamientos.

Un lugar donde no solo reina el agua

A pesar de la fama mundial que tiene Spa por sus baños termales, hay otros atractivos a tener en cuenta si se visita. Por una parte, alberga el circuito de Francorchamps, sede del Gran premio de Bélgica de Fórmula 1, con lo que es de parada obligatoria para los amantes del motor. Quienes prefieran estar en contacto con la naturaleza, cuentas con diversos parques y rutas verdes que se pueden recorrer en bicicleta.

Por lo que se refiere a su gastronomía, las especialidades de la zona pasan por las albóndigas a la Bobeline, con una deliciosa salsa. Los arándanos son muy importantes en la región y no solo como frutos sino para elaborar el Rosée de Spa, una bebida a modo de aperitivo a la que se añade manzana. Todo ella regado, cómo no, de la Bobeline, la cerveza local que a todos encanta.

Y no nos olvidamos de los postres: si viajas a Spa, no puedes dejar de probar sus pralinés. ¡A los amantes del chocolate les chifa! Estas son solo algunas de las razones por las que vale la pena visitar Spa, la ciudad belga que en 2021 fue reconocida, junto con otras ciudades europeas del agua, como Patrimonio Mundial de la Humanidad.