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"El último cartucho" de Kiko Veneno por el que no se retiró

  • El músico ha presentado en RNE el documental que protagoniza, Un día lobo López, sobre su disco Échate un cantecito
  • Un trabajo que define como su "último intento" porque lo había intentado y no había conseguido triunfar

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Kiko Veneno en 1993, este año presentó 'Échate un cantecito'
Kiko Veneno en 1993, este año presentó 'Échate un cantecito'

“Voy a hacer un disco ahora. Estoy cansado de hacer discos que no tienen importancia ni relevancia”. Estas palabras se las dijo Kiko Veneno a Santiago Auserón a principios de los 90, según ha explicado en el programa de RNE Gente despierta. “Me gustaría hacer un disco bueno, porque sé que lo puedo hacer, pero no doy con la tecla y voy a gastar el último cartucho, como decía Clint Eastwood. Si no me sale, pues ya me retiro”. Lo hizo y salió el álbum, Échate un cantecito, en el que contó con la ayuda del fundador de Radio Futura, que lo ha definido como “el hombre, el productor en la sombra”. Este viernes 24 de marzo se estrena en cines el documental Un día lobo López, participado por RTVE, en el que desvela los entresijos de este trabajo.

Gente despierta - 'Échate un cantecito', el gran reto de Kiko Veneno - Escuchar ahora

Auserón no creyó sus palabras, le apreciaba desde su primer disco, Veneno. Kiko Veneno ha añadido que él tampoco se lo creía en realidad, pero “necesitaba ese desafío” y “porque yo sé que las circunstancias eran muy buenas. Nunca había estado trabajando en una situación con esta dedicación y disciplina. Entonces empiezan a aparecer elementos nuevos en mi forma de hacer canciones”.

Este era “el último intento” porque lo había intentado de “mil maneras y tampoco se va a perder nada el mundo si yo no triunfo en la música. Yo en el fondo decía eso para fustigarme a mí mismo y para asegurarme bien de que yo iba hacer todo lo necesario para que eso no fuera verdad”.

La excedencia

Échate un cantecito se grabó en mayo de 1992 en Londres “en mes y medio, que pasé allí divino. Me lo pasé extraordinariamente bien allí porque fue toda una revelación e iba muy bien encaminado. Volví. Era el año de la Expo [1992]. Ese verano lo pasamos muy bien”, ha contado en Gente despierta’.

Aquel otoño Auserón “había planeado hacer la gira que iba a empezar en febrero o marzo, que se llamó “Juan Perro y Kiko Veneno vienen dando el cante” en el que se presentaba cómo solista, disolvía Radio Futura y al mismo tiempo daba a conocer mi repertorio”.

Kiko Veneno pidió la excedencia de su trabajo en diciembre porque ya tenía “una gira de dos meses el año que viene, que por poco que gane voy a ganar más que aquí diez meses”. La pidió por cinco años.

La grabación

Ha recordado la grabación del disco como “un ambiente muy familiar y entrañable. Había varios tipos ingleses, pero todos muy buenas personas. Todos muy participativos, muy amistosos y dispuestos a ayudarte y a entregarse en su trabajo. La música nos unía porque había una unión musical, que era lo más interesante”.

“Me unió mucho a ellos ver su solvencia profesional. El estudio era un sitio en el que todo funcionaba, lo cual es una cosa que parece ociosa decirla porque veníamos de España en el que los estudios de grabación eran un sitio en el que se conseguía grabar cosas y que sonaran y se pudieran producir sin ruidos y sin averías”.