5 curiosidades sobre la tristeza que te sorprenderán

• Mara Jiménez -Croquetamente- habla con Nerea Pérez de las Heras y Martí Montferrer sobre la tristeza
• En este capítulo, la emoción pasa a ser diseccionadas desde la sociología, la psicología y la ciencia
• La serie documental es una coproducción original de RTVE Play y FECYT

El año de las emociones - Programa 3: Tristeza

Entusiasmo, desamparo, envidia, frustración, timidez... existe un amplio abanico de emociones que nos atraviesan como seres humanos en nuestro día a día.Una de esas emocines fundamentales es la tristeza, y para conocerla a fondo, Mara Jiménez -Croquetamente- se sienta en El año de las emociones junto a la comunicadora Nerea Pérez de las Heras  y el divulgador científico Martí Montferrer - C de Ciencia-.

Pese a que la lista de emociones que sentimos podría ser casi infinita, "al final nos centramos en las seis básicas,  porque a partir de esas seis surgen el resto", afirma María Esclapez, psicóloga y autora de Me quiero, te quiero.  Por ejemplo, "hablamos de los celos como emoción secundaria ya que parten de dos primarias, que son las básicas como miedo y rabia".

En este capítulo te contamos algunas de las curiosidades en torno a la tristeza: ¿Para qué sirve? ¿Me puedo volver adicto a sentir tristeza? ¿Es la cara opuesta a la alegria? ¿Siempre está asociada a la pérdida? ¡Descúbrelo en RTVE Play y Spotify!

¿Nos podríamos quedar siempre en la tristeza?

Suele ocurrir que, cuando experimentamos ciertas emociones, como la tristeza, nos da la sensación de que nos vamos a quedar en ella para siempre. "Es algo desagradable, aunque luego te das cuenta de que puedes aprender de ella", dice Montferrer, "por ejemplo, el primer desamor parece un túnel sin salida y, precisamente, uno de los aprendizajes es no saber cuándo vas a salir". A lo que Pérez de las Heras añade que "siempre te dices a ti misma que esto pasará, pero la pregunta es cuándo y hasta dónde".

Según cuenta Pérez de las Heras, en base a un estudio de Harvard, "la tristeza se queda pegada mucho más que otras emociones", y es que se puede dar por distintos motivos, incluso por miedo a una posible tristeza venidera pero que aún no ha ocurrido. Puedes "intentar evitarla, bloquearla o distraerla a toda costa, pero bucear en el drama te hace conocer nuevas cosas de ti misma, generar alternativas y madurar".

Hacer introspección y digerir esta emoción es algo de lo que habla Mara Jiménez junto a sus invitados. Un charla en la que Montferrer se cuestiona hasta qué punto dejamos atrás la tristeza o aprendemos a cargar con el peso, "lo que parece que hacemos es hacernos fuertes y desarrollar una nueva personalidad, la misma que teníamos antes, pero con cierta madurez a raíz de esa pérdida".

Tristeza y duelo

Si hay una idea bastante clara en este capítulo tercero de El año de las emociones es que "la tristeza va asociada a una pérdida", es decir, "va unida a una pérdida, ya sea de algo tangible o intangible, más o menos importante", dice Pérez de las Heras. La comunicadora añade que "cuantos más años pasan, más pérdidas acumulas (de personas, de partes de ti misma, de sueños no cumplidos...)", un conjunto de vivencias que te llevan a "una recomposición un poco falsa, porque nunca llegas a recomponerte del todo, te compones de otra manera incorporando esas pérdidas".

Mara Jiménez, en esta línea, define el duelo como "ese proceso que va justo después del primer golpe de tristeza", algo de "lo que solemos huir". A esta idea, Montferrer añade que "el duelo es una fase de mucho caos donde estás preparándote para sacar la lección, pero aún no has conseguido hacerlo".

¿Sin tristeza no hay alegría?

Del mismo modo que otros contrapuestos, en este caso, "no hay tristeza sin alegría porque estaríamos en un estado monótono y sin contrastes, cuando la realidad es que las personas somos complejísimas", dice Pérez de las Heras. Además, el miedo, la ira o la alegría, por ejemplo, son emociones movilizadoras "de cara al exterior", sin embargo, "la tristeza es muy movilizadora interiormente y sería una falta de madurez muy grande no dejarse transitarla o negártela a ti mismas".

Una de las claves, según los invitados a este tercer episodio "es saber gestionar este sentimiento tan poco premiado socialmente, tan poco útil para el conjunto de la sociedad, pero tan útil para nosotros".

Amigos/as que huyen cuando estás triste

Es popularmente conocida la figura de ese amigo o amiga que huye cuando alguien está triste. Los motivos de quererse ir pueden ser muchos, entre ellos "porque quizá consideran que tu vínculo con ellos no es tan estrecho", dice Montferrer, "o porque le genera estrés emocional el tener que ayudar a alguien y se agobia".

'El año de las emociones': ¿Cómo gestiona Croquetamente las emociones?

En esta reflexión, Pérez de las Heras afirma que "las relaciones sociales conllevan riesgo y trabajo, una aceptación del otro, un paso por momentos divertidos y complicados. Esos que solo valen cuando estás estupenda, pues no son relaciones íntimas". Por ello, cuando una persona se queda cuando otra vive la tristeza, se "genera empatía e intimidad, se profundiza en esa relación".

La tristeza, ¿un rol de género?

Efectivamente, en la expresión de la tristeza hay "un sesgo de género", igual que en otras emociones. La invitada pone sobre la mesa cómo en "nuestra socialización de género está mucho más premiada la tristeza en las mujeres, que el enfado", del mismo modo ocurre al contrario con la mítica creencia de que los hombres no lloran.

En este sentido, la comunicadora añade que "una mujer enfadada es hostil, no está aceptada, pero una triste es más digna. Por ello, acabamos enmascaramos el enfado, que es movilizador, con una expresión de tristeza".

*Descubre todos los capítulos de El año de las emociones