Lo que no sabías de la Isla de Pascua: "El ombligo del mundo". ¿Por qué se llama así?
- En abril de 1722 el navegante holandés Jakob Roggeveen descubrió lo que hoy conocemos como Isla de Pascua. ¿Cómo fue?
- En Ahora o Nunca desvelan muchas curiosidades del lugar habitado más aislado del mundo | Más noticias en el Portal de Viajes
El 5 de abril del año 1722, el navegante holandés Jakob Roggeveen desembarcó por primera vez en la Isla Rapa Nui El hallazgo fue toda una casualidad, pues en un principio él y su tripulación pensaron que habían cumplido su objetivo de encontrar la mítica ‘Tierra Davis’. Sin embargo, lejos de lo que creían, habían descubierto la que hoy conocemos como Isla de Pascua (Paash-Eilandt), bautizada así por un motivo y un lugar lleno de historia. ¡Lo cuentan todo en Ahora o Nunca!
En agosto de 1721, Jakob Roggeveen inició su travesía con el objetivo de encontrar la famosa ‘Tierra Davis’ que describió Edward Davis en el siglo XVII. Sin embargo, los más de 200 tripulantes que zarparon en la misión, tras duros meses de búsqueda, el 5 de abril “llegaron a su destino”, o eso es lo que creyeron en un principio. Allí pasaron varios días e intercambiaron materiales y hazañas con los que habitaban esa misteriosa isla. También descubrieron los famosos moáis, uno de sus principales atractivos.
¿Por qué la bautizó como isla de Pascua? Antes era ‘El ombligo del mundo’
Roggeveen la llamó así porque la divisó en la víspera de Pascua de Resurrección. Sin embargo, la misteriosa isla ya tenía un nombre: Te Pito O Te Henua, lo que se traduce como “El ombligo del mundo”.
Este último nombre puede ser más adecuado, pues esta isla de la Polinesia es el lugar habitado más aislado del mundo (desde Chile solo hay una aerolínea que conecta Santiago de Chile y la Isla de Pascua y el tiempo aproximado del viaje es de cinco horas). Está a 3.750 kilómetros de la costa más cercana y cuenta con 163 km2. Viven apenas 7.500 personas y más del 90% en la capital, Hanga Roa.
Los moáis: ¿qué representan?
La principal atracción de la isla son los Moáis, esas impresionantes estatuas de toba volcánica que fueron construidas por el pueblo Rapa Nui del siglo XII al XVI.
Estas esculturas representan a los ancestros de los Rapa Nui que, después de muertos, protegían a sus descendientes. El mayor de estos protectores mide 22 metros y pesa 200 toneladas. Además, sus más de 900 moáis y su maravilloso paisaje hicieron que en 1995 la UNESCO reconociera la isla como Patrimonio de la Humanidad.