Si quieres volver a dibujar, tienes que escuchar a Javirroyo
- Ha presentado el libro Dibujo, luego pienso que surgió de los talleres que impartió durante la pandemia
- Propone que dibujemos "a Dios con dos círculos que se cruzan" para vencer el síndrome del impostor
“Se nos hace muy corto, cuando nos enamoramos, también cuando estamos creando”, ha explicado el dibujante Javirroyo en Las tardes de RNE donde ha presentado su libro Dibujo, luego pienso. “¿Quién no se ha puesto a hacer algo creativo y le ha pasado el tiempo a toda velocidad? Porque en el fondo crear es enamorarte de un proyecto, enamorarte de una cosa, de una obra de arte que estás generando, de una pieza de música que estás creando o de una barra de pan que estás haciendo de una forma diferente”.
Una persona entrena, trabaja sus capacidades y habilidades en “el acto de dibujar"o "en cualquier acto creativo". Ha desvelado que cuando él lo deja en vacaciones, "luego cuesta mucho”. “Sientes que estás como agarrotado” y lo ha comparado con “los atletas que dejan el gimnasio en julio y vuelven en septiembre”.
Un libro como un taller
“Ahora veo las cosas de otra forma, me las replanteo de otra forma" o "voy al trabajo y me planteo estos ejercicios, estas actividades y ocurren cosas diferentes”, estos fueron algunos de los cambios que le transmitía el alumnado que notaban en un taller de dibujo que impartió durante la pandemia y a partir de estos encuentros nació el libro Dibujo, luego pienso. “Está muy basado en mi forma de trabajar. Yo lo que quería era ser honesto. Decir ‘cómo dibujo, por qué dibujo, cuál es mi proceso creativo’ y plasmarlo aquí”.
“Dibujar es contar cosas”
“Hay dibujo malo si no comunica lo que tú quieres que comunique, si entendemos el dibujo como algo más que simplemente una representación artística”, ha explicado Javirroyo. “No hay que olvidar que los sumerios, los egipcios, etc. utilizaban los jeroglíficos y los símbolos para comunicar cosas, algo que luego ha devenido en nuestro alfabeto”.
“Cuando dejamos de dibujar, que es alrededor de los diez años, hemos olvidado que el dibujo es contar cosas”, ha lamentado. “No solo es una representación, no sólo es dibujar como Leonardo da Vinci. Normalmente pensamos que los grandes dibujantes tienen que dibujar de forma realista, de forma figurativa", en cambio él de defiende que es "una forma de comunicar y de decir cosas”. Por eso apuesta por recuperar el dibujo como “herramienta” porque “te permite tener una vida más plena”.
¿Por dónde empezar?
“Una hoja en blanco es completamente lo contrario de lo que solemos pensar, no es una hoja en blanco sino que es una hoja demasiado llena de cosas. Quiero decir, tiene tantas posibilidades para meterle la cuchara”.
“El síndrome del impostor se basa en el hecho de no creerse suficientemente bueno para desarrollar una actividad”, para conseguir vencerlo propone el ejercicio de explicar a Dios con dos círculos que se cruzan. Cree que es fundamental buscar este tipo mecanismos para “perder la vergüenza”.