MasterChef 11: Ana y Larraitz se pelean y acaban uniendo fuerzas contra fray Marcos

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Larraitz y Ana contra Fray Marcos

Que las pruebas de exteriores ponen a los aspirantes al límite no es ninguna novedad. Con la necesidad de presentar un buen menú a decenas de comensales para evitar así la temida prueba de expulsión, no es de extrañar que surjan las fricciones en los equipos. Es lo que ha pasado en el equipo rojo, capitaneado por fray Marcos, quien ha delegado responsabilidades en dos compañeras: Ana se ha ocupado del postre y Marta del plato salado. En el lado del dulce, Larraitz no ha tardado en explotar contra la mala organización que según ella había.

"No hemos distribuido bien las tareas. Quiero hablar, pero no estamos consiguiendo comunicarnos, porque Ana está super centrada en que está haciendo ella el pastel y estamos Carlota y yo olvidadas de la mano de Dios", se queja Larraitz. A Ana, por otra parte, tampoco le ha gustado la actitud de su compañera: "A mí esas caras no me valen". "A mí esos gritos tampoco me valen", le ha replicado Larraitz, cruzándose acusaciones de mala educación. Fray Marcos, mientras tanto, no se ha metido en la discusión.

Larraitz se pone a llorar tras la discusión

Cuando parecía que todo estaba calmado y que habían reconducido el cocinado de su tarta de queso japonesa, Ana y Larraitz se han puesto a limar asperezas y comentar lo sucedido. "Yo habré hecho muchas tartas de queso, pero japonesas la verdad que no la he hecho nunca, y si me encuentro perdida, yo lo siento, pero no quiero que nos enfademos", ha explicado la 'subcapitana' del equipo rojo. "Yo tampoco me quiero enfadar. No es que lo sientas, es que estás haciendo el papanatas. ¿Carlota y yo a qué hemos venido, de pinches?", ha asegurado Larraitz, que ha acabado llorando y alejándose de la cocina.

Ana se ha acercado a ella, reiterando su confianza y asegurando que luego continuarían su conversación. Han vuelto a la cocina, donde Ana le ha dado algunas instrucciones a Larraitz, a cargo del chocolate blanco. Fray Marcos, el verdadero capitán del equipo rojo, también estaba por allí y ha cogido la preparación del chocolate blanco y se ha puesto a darle vueltas, algo que no ha sentado nada bien ni a Ana ni a Larraitz. "¿Tú qué has dicho? Que los postres son nuestros. Tira para allá, por favor", le ha espetado Ana sin miramientos.

"Yo lo que quería era encargarte eso porque confío en ti. Confío en tus cálculos. Perdón si te he molestado. No era mi intención", se ha disculpado la líder de la elaboración de la tarta. "Ha sido el fragor del momento, pero es que ahora viene el otro encima y mete la mano aquí…", ha saltado Larraitz. Y así, entre quejas sobre fray Marcos (con quien Larraitz ya había tenido un roce antes incluso de empezar la prueba) y su función como capitán, Ana y Larraitz han hecho las paces y han dejado atrás su discusión.