Ana Obregón le explica a su nieta qué hacer con los que le "niegan el derecho a vivir". Lee la carta completa
- La actriz y presentadora publica en Instagram un mensaje dirigido a su hijo Aless y a su nieta
- Susana Uribarri, sobre Ana Obregón: "Está dando biberones y cambiando pañales todo el tiempo"
Hace poco más de una semana desde que descubrimos que la pequeña Ana Sandra, nacida por gestación por sustitución, no es hija de Ana Obregón, como inicialmente se creía, sino su nieta. El nacimiento de la niña ha sido noticia desde que la revista ¡Hola! la dio a conocer, convirtiéndose en uno de los temas más comentados en redes sociales, por no hablar de las reacciones en la política nacional o incluso en los medios internaciones, desde la BBC hasta la CNN.
La gestación por sustitución lleva días en el centro de las conversaciones. Tras revelarse la noticia del nacimiento de la pequeña Ana Sandra, Ana Obregón ha recibido el apoyo de muchas personas -como Georgina Rodríguez, Paula Echevarría o Marisa Jara-, pero también críticas. Ante el revuelo formado desde que ¡Hola! aseguró que había sido madre, la actriz y presentadora protagonizó un reportaje revelando que en realidad era su nieta, una ocasión en la que se mostraba tajante ante las críticas recibidas: "Nada más que la de un padre o una madre que hayan enterrado un hijo. Solo ellos son los que pueden opinar y los que me pueden entender". Ahora, Ana Obregón firma una nueva carta dirigida a su hijo, Aless Lequio, y a su nieta.
¿Qué dice la carta de Ana Obregón?
"Amor", es la palabra con la que Ana Obregón comienza esta carta, publicada en Instagram junto a dos fotografías: la de ella sosteniendo en brazos a su nieta y dándole el biberón y otra en idéntica pose, pero con su hijo cuando era un bebé. "Cuando las miradas de amor infinito no necesitan palabras", escribe. "Quién me iba decir a mí que 30 años después estaría dando el biberón a tu hija, mi Aless. Ojalá siguieras aquí con nosotras", desea.
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"Ojalá el cáncer no te hubiera robado el derecho a vivir, ojalá perdones desde el cielo a los que ahora niegan el derecho a vivir de tu hija", dice. Ese perdón también se lo pide a su nieta, a quien le dedica la última parte de su mensaje. "Y a ti, mi Anita, te cuidaré y te protegeré, nunca te faltará mi amor inconmensurable ni nada económico, porque para eso tu abuela trabajó 40 años, esperando que tu papá lo heredara algún día y solo espero que cuando seas mayor rodeada del amor de todos tus primos, de tus 11 tíos, de tu abuela y de tu papá en el cielo seas una mujer fuerte, feliz, generosa, solidaria y sana, y que perdones como yo lo he hecho a los que te negaron tu derecho a vivir. Gracias mi Anita, por devolverme la vida", escribe Ana Obregón.