La bailarina, coreógrafa y escritora Greta García presenta en Página Dos su novela debut "Solo quería bailar"
- La bailarina y coreógrafa Greta García debuta en la novela con una obra de humor negro y desobediente
- García apuesta por una trama que descoloca y un habla popular andaluza para hablar de la inestabilidad emocional
- Solo quería bailar (Tránsito) establece una analogía entre la disciplina extrema de la danza y el ambiente de una cárcel
Solo quería bailar (Tránsito), la novela debut de Greta García, narra en primera persona y con tanto humor como rebeldía la historia de Pili, una bailarina sevillana que acaba en la cárcel. Óscar López pregunta a Greta García por su incursión en la escritura. «La palabra siempre ha formado parte de los procesos artísticos en los que he estado involucrada. Llevaba tiempo deseando desarrollarlo, ver adónde podía llegar.»
Su estreno ha sido transgresor. «Me están llegando muchas opiniones, y estoy algo abrumada. Es una novela muy oral. Pili, la protagonista, es muy bruta, y se permite decir cosas que nosotros no podemos.» Reproducir el habla siempre es un proceso delicado, minucioso y que pide coherencia y honestidad. «Me gusta que se ría, me encanta, tiene una risa que es gloria bendita. No como la mía, aunque yo hace ya mucho que no me río por na, por gracioso que sea. Nunca he disfrutao eso de los ataques de risa porque me daba miedo morirme así. (...) Me encantaría hacerla reír un poco más, cuando empiezo me cuesta parar, pero la aburría de Topo ya me ha agarrao del brazo pa llevarme hasta mi celda mi casa mi habita mi keli mi cueva mi campo batalla.»
La pregunta es: ¿cómo ha llegado la inocente Pili a la prisión? Responde Greta: «Sin desvelar mucho, podemos decir que ella ha tenido una vida muy difícil, y han sido un cúmulo de cosas las que la empujan a hacer algo muy grave.» En el libro hay una crítica feroz hacia la desidia del sistema. La burocracia frena y ralentiza cualquier acto creativo.»
Greta García (Sevilla, 1992) es una artista, creadora escénica, bailarina, coreógrafa, payasa y directora teatral y circense multipremiada, que trabaja «con el cuerpo y los objetos, aunque siempre están ahí las palabras». Le interesan las cosas que hacen reír y llorar al mismo tiempo. Solo quería bailar (Tránsito) es su primera novela.