Sánchez Dragó hizo esta foto poco antes de morir: las redes están sobrecogidas
Fernando Sánchez Dragó ha muerto esta mañana a causa de un infarto según ha comunicado la familia a la agencia EFE. Enseguida, las redes sociales se han hecho eco de la noticia y son muchos los que han podido comprobar en Twitter cómo el escritor, a penas hora y media antes de que se anunciase su fallecimiento repentino, había colgado una foto entrañable junto a su mascota. Sus seguidores no esconden su incredulidad y la publicación se está llenando de mensajes de condolencia que no esconden el impacto que ha supuesto.
En ella se ve a Fernando Sánchez Dragó en una instantánea borrosa con un minino encaramado a su testa: "El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo."
Los últimos días de Sánchez Dragó
Su cuenta de Twitter suma más de 120 000 seguidores y Dragó tenía acostumbrados a sus fieles a una ración variada y diaria de tuits. Desde publicitar sus columnas escritas para varios medios, hasta comentar la actualidad política a golpe de pocos caracteres. Los días de Semana Santa los había aprovechado en Soria, en la localidad de Castilfrío donde había recibido en esta semana festiva a varios amigos del mundo literario como el escritor José Ángel González o a sus antiguas editoras.
Había elegido la tranquilidad del campo para descansar. El Viernes Santo se lo contaba así a todo Twitter: "Llevo siete días exactos en Castilfrío sin salir de casa. Estoy mejor dentro de ella que fuera, sobre todo en Madrid. Las paredes de mi vida son la soledad y el silencio. Dentro de un rato, pese a ello, y con alguna reticencia, voy a bajar a Soria para ver la procesión".
En este pequeño pueblo castellano compró varias viviendas con la intención de invertir y construir desde escuelas de tantrismo y literatura, hasta un hotel o un restaurante de lujo. Su casa, él mismo la enseñaba en su web oficial, estaba llena de simbología budista y de objetos que más allá de la decoración, cobraban sentido en su universo personal. Así por ejemplo, delante de su escritorio, está colocado un ataúd de madera que él mismo compró al ayuntamiento de Catilfrío. Era un bien común de los vecinos, se prestaba a las familias en caso de velatorio. Él lo adquirió para meditar: "La muerte me atrae, no me asusta". Y añadía: "Opino que la vida sigue después de la muerte y lo único que me preocupa es indagar en ese misterio. Y es a lo que me dedico principalmente: a través del sexo (una especie de muerte en vida), de las sustancias enteogénicas (que proporcionan experiencias de muerte y resurrección) y del estudio."