Los 7 amores de la vida de Pablo Picasso, esposas y amantes: de Olga Jojlova a Dora Maar
- Estas son las siete mujeres de las que el artista malagueño se enamoró
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"El amor es el mayor refrigerio de la vida", es una de las frases más célebres de Pablo Picasso, que acabó abandonándose al arte, lo más importante para él. Su vida sentimental influenció en su carrera artística. Las mujeres que formaron parte de su historia no solo eran sus amantes, también sus musas. En sus obras se ve reflejada la inspiración de cada una de ellas. Era un adolescente cuando perdió su virginidad, tal y como se ve en el biopic Genius: Picasso, protagonizado por Antonio Banderas en el papel del protagonista. Lo hizo con una meretriz, a sus catorce años. Entonces ya sabía lo que era sentirse atraido por una chica, concretamente, Carmen Blasco, su prima. Un tonteo que se quedó en eso. A partir de ahí, Picasso se dejó llevar por sus sentimientos, aunque eso implicara no solo ser infiel a sus esposas, sino también solapar amantes. Estas son las siete mujeres de la vida de Picasso.
Fernande Olivier (1904-1912)
Fue la primera pareja conocida del pintor malagueño. Fernande Olivier era una modelo y artista francesa que conoció a Picasso en 1904 y convivió con él ocho años. Fue su primera gran musa, la protagonista de algunos de sus primeras obras. Ella publicó varios libros sobre su vida con el artista después de su ruptura. Para evitar que siguiera contando públicamente sus intimidades y no saliera a la luz su diario, el que le había robado antes de abandonar el hogar, Pablo Picasso le ofreció un millón de francos al año para comprar su silencio. Ella aceptó y tuvo una vida acomodada hasta el final de sus días. Nunca volvieron hablar y Fernande Olivier falleció en 1966 en su casa de Neuilly-sur-Seine.
Eva Gouel (1912-1915)
Eva Gouel fue su segunda pareja conocida. Se conocieron en 1911, cuando todavía estaba con Fernando Olivier y ella con otro pintor, Louis Marcoussis. No fue hasta el año siguiente cuando empezaron a salir. En 1915 falleció de tuberculosis o cáncer y el artista le dedicó una de sus pinturas, entre otras, que tituló L’Enfer. Su muerte le causó un gran dolor a Picasso.
Olga Jojlova (1917-1935)
Olga Jojlova era una conocida bailarina rusa. Fue su primera esposa y madre de su hijo Paulo, a quien dio a luz en tres años después de pasar por el altar. Contrajeron matrimonio el 12 de julio de 1918, se separaron en 1935, cuando ella se enteró de que el pintor iba a tener un hijo con su amante. Ella se fue a vivir al sur de Francia con su hijo y Picasso llegó a solicitar la separación formal, asegurando que Olga Jojlova tenía un caracter violento. A pesar de todo, permanecieron casados hasta el fallecimiento de ella en 1955 después de que Franco derogara la ley de Divorcio en 1932. Además, Picasso se negaba a repartir su millonario patrimonio con su expareja, con la contrajo matrimonio con bienes compartidos.
Marie-Thérèse Walter (1927-1935)
Se convirtió en la obsesión de Picasso y protagonizó un periodo de erotismo del pintor. Es la protagonista de uno de sus cuadros más eróticos, El sueño. Marie-Thérèse Walter era la amante que se quedó embarazada cuando el artista estaba casado con Olga Jojlova. Tuvieron una hija en común, Maya. Entre ellos había una diferencia de edad de 28 años ella solo tenía 17 cuando se conocieron. A ella también le fue infiel con otras mujeres, sin embargo, estaba tan enamorada que dejó pasar todas sus deslealtades. En octubre de 1977, cuatro años después de la muerte de Picasso, Marie-Thérèse se ahorcó en el garaje de su casa.
Dora Maar (1935-1944)
Dora Maar fue otra de las amantes de Pablo Picasso, la más intelectual de todas. Entre el artista y la fotógrafa francesa había una conexión evidente. Él no valoraba mucho su trabajo como fotógrafa, de hecho, le insistió para que probara suerte con la pintura. Tal y como se ve en el biopic Genius: Picasso, ella fue testigo del proceso de creación del Guernica, la que convenció al pintor de aceptar el encargo. Marie-Thérèse Walter se presentó inesperadamente en el estudio de Picasso. En ese momento Dora Maar se encontraba allí y se produjo un encontronazo entre ellas. La madre de su hija le exigió al artista que se quedara con una o con otra. En su lugar, el malagueño dejó que se pelearan. Después, Dora Maar siguió viéndose con Picasso, hasta que llegó su siguiente amante, Francoise Gillot. Su ruptura fue tan traumática que necesitó ayuda para superarlo, incluso ingresó en varios hospitales psiquiátricos.
Françoise Gilot (1943-1953)
Françoise Gilot fue la única mujer que tomó la decisión de dejar a Pablo Picasso. "Nunca escuché a nadie decirle que no a Picasso. De hecho, a mí me llamaba la mujer que dice no, porque cuando tenía que decir no, lo decía", aseguró ella en una entrevista. Gilot conoce a Picasso en el París de la guerra, durante la ocupación nazi. Ella es entonces una joven artista con grandes aspiraciones. Se encuentran por primera vez en el restaurante Le Catalan, punto de encuentro de artistas. Él tenía 61 años, ella solo 21. Lo cuenta la propia Gilot, que desveló cómo era tener de pareja a Gilor en el libro Vivir con Picasso. Estuvieron juntos diez años y tuvieron dos hijos en común, Claude y Paloma. Pintora, crítica de arte y escritora, la francesa tiene ahora 101 años. Gilot desveló cómo era tener de pareja al malagueño en el libro Vivir con Picasso, a pesar de los esfuerzos del pintor por que el libro no viera la luz.
Jacqueline Roque (1953-1973)
Jacqueline Roque fue su segunda y última esposa. Conoció a Picasso en 1952 en el taller Madoura de Vallauris, cuando ella tenía 26 años y él 72. Convivió con él desde 1954 hasta la muerte del pintor, en 1973. Fue ella quien le cuidó en sus peores momentos, aunque la familia del artista nunca la llegó a aceptar. El fallecimiento de su amado la dejó hundida en una tremenda depresión que la llevó a acabar con su vida de un disparo en la cabeza en 1986.