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MasterChef | Jeremy, desconsolado tras la 'no' expulsión de David: ¿qué ha pasado?

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Los nervios pueden con David en cada reto

En MasterChef hemos vivido despedidas lacrimógenes. Los aspirantes construyen en poco tiempo lazos muy fuertes y eso se nota a medida que va avanzando el programa, cuando las emociones están a flor de piel. Jeremy lo ha pasado realmente mal en este último reto, en el que su mayor apoyo estuvo a punto de salir expulsado. Él es David, el concursante que llegó al talent culinario vistiendo un delantal negro que consiguió en el casting. Gracias a sus habilidades entre fogones, logró el delantal blanco y su merecida plaza como aspirante. Los nervios suelen jugarle una mala pasada, los jueces ya le advirtieron que debe trabajar para controlarlos. Sin embargo, en el último programa, se volvieron a apoderar de él.

Le encanta la repostería y sus compañeros saben que se le da bien. En el último reto de la noche tuvo la oportunidad de bordar la prueba con una tarta alaska. Los aspirantes tuvieron que apañárselas para prepararla sin la receta. Era un reto muy complicado y pocos aspirantes salieron airosos. David no fue uno de ellos. Durante la valoración, intentó por todos los medios no llorar. "Soy un inconformista y quiero llevarlo todo a la perfección", reconoció. Jeremy, desde la galería, le escuchaba con lágrimas en los ojos. Edu Soto, el invitado de la noche que ya sabe lo que es pasar por estas cocinas, les dio un sabio consejo a todos los concursantes: "Todo trabajo, por muy bonito que sea, hay una parte de sufrimiento y hay que saber gestionarlo y divertirse. Vuestra actitud tiene que ser de gozo, porque si no vais a sufrir y no hemos venido a eso".

"Mi mente me juega malas pasadas", confesó David, que es consciente que tiene mucho que mejorar. No fue el único que no superó la prueba, tampoco Laura ni Leti convencieron a los jueces. Entre ellos estaba el expulsado, que resultó ser David. El grito de Jeremy con el veredicto, se escuchó en todo el plató. Junto a Laura y Marta, David es uno de sus grandes apoyos dentro de la casa. "Para mí era mi ganador. Se merece estar aquí como el que más, encima de eso, es buena persona, es alguien excepcional", aseguró Jeremy. Pero MasterChef es una caja de sorpresas y nunca se sabe qué es lo que puede pasar.

Una segunda oportunidad para David

Los jueces decidieron darle una segunda oportunidad en un nuevo cocinado. David se tuvo que enfrentar a dos nuevas candidatas a aspirante que, como él, recibieron un delantal negro en el casting. Ellas eran Izarbe y Manuela, la primera incluso confesaba haber dejado el trabajo para afrontar esta nueva aventura. El reto consistía en preparar una tarta al whisky, la cosa iba de postres, supuestamente, la asignatura favorita de David. El aspirante aprovechó esta segunda oportunidad y salió airoso del reto, mientras que el cocinado de Izarbe y Manuela fue un absoluto desastre. A pesar de todo, no se rindieron, pero sus esfuerzos no les sirvieron para conseguir su delantal blanco. Para alegría de Jeremy, David pudo subir a la galería con el resto de sus compañeros y continuar una semana más en el concurso.

"Estoy muy contento, no siempre se consiguen segundas oportunidades. A partir de ahora, a disfrutar", aseguró David, feliz por haber superado el reto. De esta manera, el aspirante rompe con la maldición de la cama de MasterChef.