El inesperado gusto de Sara Baras con 'Alma'
- La bailaora vuelve a Madrid con Alma que fusiona la coreografía y la música con la escenografía, el vestuario y la iluminación
- El espectáculo que une el flamenco con los boleros es un homenaje a su padre
La bailaora Sara Baras quiso unir “la dulzura del bolero” con “el contraste, la fuerza y la garra del flamenco” en su espectáculo Alma, ha contado en Las tardes de RNE. Le acompañan en el escenario Keko Baldomero a la música junto a otros siete músicos y, además de ella, Daniel Saltares y otras cinco chicas al baile. “No solo hemos fusionado la parte coreográfica y de música, sino también la escenografía, el vestuario, la iluminación… y la verdad es que es un cañonazo de energía bonita y es un gustazo”.
El espectáculo que Sara Baras ofrece en cada ciudad “suele ser el mismo y todo el mundo lo entiende, aplaude y siente el ole en el mismo sitio”. Pero, “en el fin de fiesta intentamos hacer siempre un detallito dedicado al sitio donde estemos”. Por ejemplo, ha destacado las interpretaciones que hicieron “los flamencos” de “New York” de Frank Sinatra en Nueva York que ha explicado que fue “una noche superbonita” o cuando fueron a Sevilla donde hicieron “una sevillana antigua y típica”.
El homenaje
Su padre era “más amante de los boleros que del flamenco” y este montaje lo siente como un homenaje a él: “Le dije que un día lo haremos para regalártelo y así ha sido”. Ha señalado que este tiene una búsqueda “para poder encontrarnos con personas que no están entre nosotros, aunque sí muy dentro de nosotros, como es mi caso mi padre. Ahora he aprendido a bailarle también con el alma, a buscarla y a encontrármelo”.“Una persona preciosa con una sencillez, una humildad, un cariño, una gracia. Le debo mucho. Me ha dado lecciones toda su vida, pero esta ha sido la más especial: No me esperaba que bailarle me fuera a gustar tanto”.
Mismo espacio
“Simplemente se tiene que dejar llevar”, esto es lo que ha explicado que tiene que hacer un espectador poco conocedor del flamenco. Este es un género que “ya de por sí tiene mucha entrega, mucha pasión y la manera que tiene este espectáculo de conectar con el público es muy potente. No hace falta más. Te dejas llevar y al final entras en este espacio mágico que nos gusta tanto a los que somos de teatro: Ese aire mágico que hay entre el espectador y el artista”.
“Al final acabamos todos metidos en el mismo espacio. Al haber elegido boleros que a mi padre le gustaban mucho y que eran melodías muy conocidas, todo el mundo tiene un recuerdo o algo con esa musicalidad. Entonces eso ayuda a que entremos todos en un espacio precioso”.
Seguir soñando
Baras lleva 25 años con su propia compañía y ha destacado que ha cambiado mucho su carrera artística, ya que no es solo “interpretar, bailar, dirigir o coreografiar” sino que es “estar al frente de un equipazo que tengo la suerte de tener”. Ha reconocido que se alegra “mucho haberlo hecho y es un no parar de aprender”.
Se siente agradecida al público porque “gracias” a ellos “seguimos ahí, nuestra compañía es privada”, también ha destacado el trabajo de “todas las personas que han hecho posible que podamos seguir soñando y haciendo soñar, bailar, no parar de hacer espectáculos y de crecer”. Aunque sabe que le “queda mucho por aprender, por dar y por hacer, cuando miro atrás, la verdad que me siento muy orgullosa de todo lo que hemos hecho”.
Vuelve a los escenarios de Madrid al Teatro EDP Gran Vía del 4 de mayo al 4 de junio.