Natalia de Molina: "No hay que juzgar tanto a quien acata las normas, sino a quien las ordena"
- La actriz ha presentado la película Asedio en la que interpreta a una policía antidisturbios
- Ha lamentado como hemos "normalizado" los desahucios en los informativos
- La película, participada por RTVE, se estrena en cines este 5 de mayo
Natalia de Molina interpreta en la película Asedio, participada por RTVE, a una policía que trabaja en la Unidad de Intervención Policial (UIP), es decir, en lo que se conoce popularmente como “antidisturbios”. “Es la única de esa unidad” cuenta la actriz, como ocurre también en la realidad que “hay muy pocas”. “Está empezando. Tiene un primer trabajo que es bastante traumático, de ahí se van desencadenando otro que es incluso peor y se destapa toda una trama de corrupción de la que no se salva nadie”, ha contado en Las tardes de RNE donde la ha presentado. La actriz ha señalado que ella ve “las noticias y ya llega un punto que parece que hasta hemos normalizado” los desahucios, destaca que “lo más preocupante es cuando te das cuenta de la deshumanización que hay”. Ha explicado que en Asedio el espectador verá el viaje de la policía “en una situación muy extrema, con mucha tensión. Ese viaje que hace ella de empezar en un punto y acabar en el contrario. De la empatía, de ser capaz de ver a quién tienes enfrente y verlo como lo que es, una persona como tú y como yo”.
“Lo he pasado mal”
“Muy intensa”, “difícil” y “agotador” han sido algunas de las palabras que ha utilizado en la entrevista con Carles Mesa para describir cómo fue el rodaje de esta película. Ha destacado que no quería “mentir” al respecto y ha añadido que “lo he pasado mal, he sudado mucho, literalmente”, incluso le salió “algún moratón”. Repitieron muchas veces las escenas porque el director, Miguel Ángel Vivas, es “muy minucioso”.Cuenta que se siente “muy orgullosa” por su entrega con Asedio, a pesar de la exigencia “a nivel físico y mental”, después de que ya ha pasado el tiempo y ha “visto la película”; también por el hecho atreverse “con un nuevo género y traer también una mujer de acción, que falta hacía también en nuestro cine”.
“Ella realiza su trabajo”
“Al final no hay que juzgar tanto a quien acata las normas, sino a quien las ordena”, reflexiona Natalia de Molina sobre su personaje. “Ella realiza su trabajo. Es una buena profesional, a pesar de que en su entorno a lo mejor esté más infravalorada por una cuestión de género. Pero ella está muy capacitada para su trabajo. Precisamente por el trabajo que desarrolla tampoco puede empatizar mucho con quien tiene enfrente, porque sino no se dedicaría a lo que se dedica”.
“El viaje que hace es que la realidad le lleva a ese edificio casi claustrofóbico en el que está encerrada intentando huir de algo que no sabe muy bien que es, como una especie de zombis, pero que no son zombis sino son personas reales de carne y hueso a los que no quiere ver, a los que no quiere escuchar, a los que a veces ni siquiera entiende porque hablan otro idioma”. Por último, ha apuntado que “como sociedad” cree que nos hace “mucha falta” hacer “autocrítica”: “ser capaces no solo de echarle la culpa siempre al otro, de ver la paja que hay en el ojo ajeno, sino también ser capaces de ver la vida que hay en el propio para que las cosas cambien”.