Yolancris, Marco&María e Isabel Sanchís: vestidos de novia para todos los cuerpos, e ideas para novias con gafas
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Cuenta Yolanda, la cabeza creativa de Yolancris, que quería hacer dos desfiles para presentar dos propuestas muy distintas. Su talento y entrega al trabajo son inmensos y puede hacer lo que se proponga. No pudo ser y decidió hacer un desfile dividido en dos partes: una gipsy y otra party, más couture. Y fue mejor así, porque todos vimos sobre la pasarela lo que antes estuvo en su cabeza.
La primera parte se enmarca en ya famoso estilo de la casa, con vestidos que beben de la esencia de los 70, impregnada de aires de libertad: para ser, para sentir, para vestir, para decidir. Sus novias rompen moldes y desafían a las reglas, y utilizan las tijeras como símbolo de rebelión. Las faldas se acortan y los escotes se alargan.
Los vestidos llevan ventanas laterales, lo que se llama cut-out, tremendamente sexies y siempre terminan o empiezan con una flor. Ese contraste entre arquitectura y naturaleza resulta fascinante. “La moda necesita alimentarse de nuestra actitud; es más, requiere ser dominada por la actitud para ser creíble y deseada. Esto ha sido lo que ha logrado que grandes marcas y diseñadores formen parte de la historia y continúen siendo objeto de deseo y tendencia”. Los contrastes se intensifican, combinando, por ejemplo, un minivestido con una maxifalda o mezclando dos texturas diferentes en un mismo look: colas y capas en un tejido diferente al del vestido.
Aires de libertad
Ese aire setentero se acentúa con guiños muy femeninos en los vestidos que desnudan sus hombros, como los que llevaban Elsa Baeza o Rocío Dúrcal, pero también se cubren con encajes y tules transparentes, como las novias de aquella década tan peculiar. El rock y los iconos de la música de aquellos años son fuente eterna de inspiración para Yolancris. Ellas y ellos, porque ha sido ver los chicos con ponchos y capas con encajes y flecos y acordarnos de Jimmy Hendrix. Yolanda disfruta de su trabajo, reinventa lo que ya ha reinventado y lo vuelve a reinventar, siempre afinando, buscando la perfección.
La segunda parte es una fantasía, con muchos guiños a la geometría orgánica de Jacques Fath, eclipsado por Dior y Balenciaga, pero venerado por los expertos. Pero también se aprecia un trabajo de patronaje y costura más clásico, con vestidos que se miden con los que Yves Saint Laurent y Jean-Louis Scherrer hacían para sus colecciones de haute couture. Unos llaman la atención por su delicadeza y otros por su potente silueta, ya que en esta línea se juega con los volúmenes con precisión y arte. Como epílogo, una línea de vestidos New Generation, que podrían llevar iconos de ahora como Rosalía o Beyoncé, mujeres libres de ataduras que son el referente de la gente joven. Hay mucho oficio en el trabajo de Yolancris, pero también mucho ‘curro’.
Marco&María, la novia se viste de negro
El Lenguaje de lo Invisible es el título de la colección de Marco&María, dos genios de la costura que miman cada uno de sus vestidos, desde que los imaginan hasta que los presentan en la pasarela. Todo el proceso es una lección de oficio, pero también una declación de amor por su trabajo. "La colección se inspira en un lenguaje más allá de las palabras, aquel que con gestos nos permite hablar de una forma más sincera y clara que cualquier otro", dicen. .
La colección arranca con propuestas en negro, color asociado durante años a las novias que no pertenecían a las altas clases sociales, pero que ahora tiene un mensaje diferente. "La paleta de esta colección recoge tanto diferentes tonos de blanco como los colores suaves y empolvados tan propios de la firma. Además, se recupera el color negro, pero en esta ocasión incluso bordeando flores y motivos más claros como si fuera un dibujo". El elemento novedoso en esta colección es la inclusión del color plata. .
Vemos una tendencia clara a desnudar los hombros o a velarlos con una fina capa de tul, y el escote palabra de honor, todo un clásico, acapara todas las miradas. Las superposiciones de tejidos crean un efecto mágico, combinando texturas iguales y otras veces contrastando otras distintas. El corsé se deja a la vista, porque se aprecia un sutil y elegante aroma lencero en algunos de los diseños.
El mercado internacional que compra sus vestidos es grande y diverso. "Para nosotros es muy importante que los diseños estén preparados para adaptarse a cualquiertipo de mujer, tanto en diseño como en actitud y forma de vida", dicen. Por eso cuidan las proporciones de los vestidos, la bandera de tejidos y la elección de los bordados. Así vemos propuestas sexys, pero también otros más evocadores y románticos.
Isabel Sanchís, la excelencia
Isabel Sanchís y Marco&María también despiertan expectación en esta pasarela. Isabel Sanchís es una de las firmas más relevantes de la nueva costura española, y en sus talleres se trabaja con maestría para hacer fabulosos vestidos de novia y fiesta que son un reflejo de lo que se muestra en la alta costura de París. En esta colección vemos una atrevida apuesta por la sensualidad, por el color negro y por las formas escultóricas que ocultan el escote y el cuello.
Otros, en cambio, prefieren mostrar la piel y se juega con cortes atrevidos en los laterales, vestidos cut out, para reforzar ese aire festivo y sensual. Sus diseños son perfectos para una boda, pero también para una alfombra roja. Pensando en esa clienta, o en esa famosa que seducirá a la clienta, proponen vestidos llamativos, instagrameables y potentes, de esos que no se olvidan.
Las hombreras marcadas y los plisados, dos de las señas de la casa, se renuevan con ilusión en esta colección, inspirada en el bello y amplio universo de las flores, símbolo de la belleza y el amor. La oferta en enorme, para todos los cuerpos y para todos los gustos. Vestidos, trajes, pantalones y camisas con volúmenes de aire escultórico se enriquecen con pétalos, plumas y pedrería. Todo hecho a mano, siguiendo lo aprendido generación tras generación en esa tierra, Valencia, tan ligada a la costura artesana y al tejido.
También hemos visto, y aplaudido, las propuestas de Sophie et Voilà, firma que está haciendo el vestido de novia de Tamara Falcó, y las de Elie Saab, que ha escogido esta pasarela internacional para debutar con su primera colección dedicada exclusivamente a la moda nupcial.