El bombardeo de Gernika en 'Los pacientes del doctor García': ¿por qué Europa no ayudó a España?
- Gernika, símbolo de los horrores de la guerra de nuestra era
- El artículo periodístico de “Le Figaro” que condenó los ataques de la aviación alemana sobre la villa vasca
- Los pacientes del doctor García Quién es Tamar Novas, Manuel en Los pacientes del doctor García
El actor Tamar Novas se mete en la piel de Manuel Arroyo Benitez en Los pacientes del doctor García, la nueva serie de La 1 y RTVE Play, que adapta la novela de Almudena Grandes. Un personaje que cobra protagonismo en el segundo capítulo, que retrocede en el tiempo para descubrinos su vida antes del estallido de la guerra, como diplomático en Londres al servicio de la República española. Allí, asiste al desentimiento por parte de Europa, amparado en el El comité de No Intervención de ayudar a España tras el ataque de Gernika. Poco después conoce a Meg, una joven estadounidense muy bien relacionada en Washington, que le presenta a André Marciac, un escritor francés que condena públicamente las atrocidades cometidas por Franco a través de un artículo periodístico en Le Figaro.
Aquel artículo existió de verdad, pero fue redactado por el periodista, diplomático y escritor Wladimir d’Ormesson. El 5 de mayo de 1937, Ormesson escribía lo siguiente: “La destrucción de Guernica suscitó por todas partes, y en todos los ámbitos de la vida, un sentimiento de horror y reprobación. ¿En qué condiciones se sometía a este infierno a la gente del pobre pueblo? ¿Fue, como dicen algunos, un bombardeo masivo llevado a cabo por la fuerza aérea alemana al servicio de la causa nacionalista? ¿Fue, como otros afirman, un incendio provocado por los propios combatientes vascos?”.
La propaganda nazi sobre Gernika
Desde un principio, el bando nacional quiso convencer a la opinión pública de que Gernika no había sido bombardeada por las tropas franquistas o alemanas sino incendiada por los republicanos en su huida, argumento que ya habían utilizado anteriormente para explicar lo sucedido en Irún. Los medios alemanes secundaron, claro, esta versión; pese a que ex-participantes de la Legión Cóndor hubieran declarado en público que la ciudad había sido bombardeada por ellos. La verdad se abrió paso gracias a testimonios como el de George L. Steer, testigo de la masacre y periodista del The Times londinense, quien plasmó lo ocurrido ya en la crónica que envió al día siguiente de los hechos y que reprodujo también The New York Times.
El texto detallaba que la flota que llevó a cabo el bombardeo estaba compuesta por aviones alemanes y que el objetivo del ataque había sido desmoralizar a la población civil acabando con “el pueblo más antiguo de los vascos y centro de su tradición cultural” ya que la matanza se produjo en lunes. Y los lunes era día de mercado en Gernika. El bombardeo de Gernika fue el primer ataque aéreo indiscriminado contra una ciudad indefensa y su población civil.
Este hecho marcó para siempre la vida de los supervivientes quienes, además, durante cuatro décadas de dictadura franquista estuvieron condenados a guardar silencio sobre la verdad del crimen cometido contra ellos. La pregunta es... ¿Por qué Europa nunca quiso intervenir? Descúbrelo en el segundo capítulo de Los pacientes del doctor García.